La unidad canina de la Policía Local realiza sus primeras detenciones
El aprendizaje de Urko y Asgard, dos hermanos cachorros de pastor belga, se centra en la lucha contra el tráfico de drogas a pequeña escala
La recién creada unidad canina de la Policía Local de Torrelavega ha realizado sus primeras detenciones, a pesar de que los perros que la integran, ... Urko y Asgard, dos hermanos de pastor belga malinois, aún son cachorros. Sus guías, los agentes Pedro Cuadrado e Ismael Abascal, centran el aprendizaje de los canes en el objetivo principal del servicio: la lucha contra el tráfico de drogas a pequeña escala, especialmente entre menores de edad.
Pedro fue el que presentó el proyecto, que requiere de vocación, ya que «lleva mucho tiempo». Tanto el jefe de la Policía Local, Miguel Ángel Calleja, como los máximos responsables políticos del Ayuntamiento apoyaron la iniciativa, que fue presentada el pasado mes de diciembre. Los dos guías de la unidad canina están formando a Urko y Asgard para que realicen una doble tarea: detección de estupefacientes y seguridad y defensa, una misión «dual» que «pocos perros realizan en España».
Los canes, que se adaptan muy bien a la tarea policial como casi todos los de su raza, nacieron hace siete meses y son de origen francés. «Sus padres trabajaron para la Gendarmería -explica Pedro-. Decidimos cogerlos de cachorros para adaptarlos a las necesidades del servicio en Torrelavega y la principal es la lucha contra el tráfico de drogas a pequeña escala. Alcanzarán su máximo desarrollo con dos años y medio, aunque nunca dejarán de aprender».
«Tienen mucho potencial y decidimos cogerlos de cachorros para adaptarlos a las necesidades del servicio en Torrelavega»
Pedro Cuadrado
Guía de Asgard
«Ya han aprendido a detectar marihuana y hachís. Después seguiremos con heroína, cocaína y drogas sintéticas»
Ismael Abascal
Guía de Urko
Cuando logren todo su «potencial», Urko y Asgard trabajarán también con «bozal de impacto» para disuadir a los participantes en acciones violentas, como peleas o cualquier tipo de altercado público. Mientras llega ese momento, trabajan a diario y después conviven con sus guías en sus domicilios como si fuesen «uno más de la familia». «Ya han aprendido a detectar hachís y marihuana -señala Ismael- en mochilas, paredes, coches, personas... Una vez que focalicen perfectamente, que marquen con la nariz esas sustancias, seguiremos con heroína, cocaína y drogas sintéticas».
Los dos hermanos pastor belga empiezan a ser populares en Torrelavega: «Somos una Policía de proximidad, de contacto directo con los ciudadanos y muchos se acercan a los perros para acariciarlos cuando no están trabajando. También estamos haciendo una labor preventiva y de concienciación en los centros educativos».
A Urko y Asgard les gusta trabajar «todo el día» porque casi siempre lo hacen bien y tienen «recompensa». El entrenamiento «no se detiene» y uno no es mejor que el otro. La única diferencia es que Urko es «más tranquilo». «Cuando marca la presencia de la droga es como si se parase el mundo», afirma Pedro.
Consumo a edades tempranas
Aunque la etapa formativa no ha concluido, la lucha de la unidad canina contra el tráfico de estupefacientes al «menudeo» ya se ha iniciado: «Tienes que ir atento porque los perros pueden detectar la droga en cualquier momento. De hecho, hemos realizado ya algunas identificaciones y detenciones al cruzarnos con grupos de jóvenes por la calle o en un parque».
A Pedro e Ismael les preocupa especialmente el creciente consumo de estupefacientes entre los menores y centran su trabajo en paliar en la medida de lo posible este grave problema. Para ello cuentan con la «excelente compañía» y la «vitalidad inagotable» de Urko y Asgard.
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