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David Bustamante, dándolo todo ante un público muy comprometido Alberto Aja

Torrelavega se rinde a Bustamante en una noche mágica

El cantante de San Vicente de la Barquera cerró anoche las fiestas de la Virgen Grande con un espectáculo cargado de emoción y energía

Laura Pérez Robledo

Torrelavega

Lunes, 18 de agosto 2025, 10:09

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Cómo en casa, en ningún sitio. Anoche, a las 21.30 horas, David Bustamante hizo temblar el bulevar Demetrio Herrero con un vibrante y enérgico concierto, enmarcado dentro de su última gira: 'Inédito'. La calle estaba a rebosar y algunos optaron, incluso, por esperar durante horas frente al escenario con sillas y comida para asegurarse el sitio perfecto. Porque no hay mejor manera de vivir un concierto que en primera fila, con las emociones a flor de piel y el corazón latiendo a mil por hora. Este gesto no pasó desapercibido para el artista cántabro, que se tomó el tiempo de salir a saludar a sus fans, conversar con ellos, abrazarlos y, ante todo, agradecerles su lealtad y pasión. Más tarde, el de San Vicente de la Barquera anunció por Instagram su regreso a los escenarios cántabros: «Nos vemos, Torrelavega. Nos estamos preparando para vosotros».

Unos minutos antes de que comenzara el concierto, ese 'calabobos' tan típico del norte, tan de aquí, castigó ligeramente a los presentes. Pero ningún espectador abandonó su puesto. En cambio, un océano de paraguas de todos los colores inundó el bulevar. 'Girls Just Wanna Have Fun', de Cyndi Lauper, sonaba a través de los altavoces, y entre el público ya había bailes y risas de emoción, móviles en alto para grabar la inminente entrada de Bustamante y, sobre todo, mucha expectación. Globos azules navegaban entre la gente, volando de un lugar a otro. Torrelavega ya auguraba lo que estaba por venir: la ciudad había salido por y para su paisano y estaba dispuesta a darlo absolutamente todo. Bustamante, extremadamente puntual, apareció en mitad del escenario justo a las 21:30 horas. Su silueta, enmarcada por cinco pantallas que reprodujeron 'visuals' en bucle durante toda la noche, transmitía elegancia, pero también energía apenas contenida. Porque si algo disfruta el cantautor es actuar en casa, entre los suyos.

La lluvia se detuvo. Como si, de alguna manera, los cielos hubieran decidido dar una tregua al pueblo torrelaveguense, despejándose para Bustamante. Ataviado con un traje celeste, abrió el show con canciones como 'Devuélveme la vida', 'Feliz' y 'Derramando verdad'. Sus más de veinte años de experiencia en escenarios por todo el mundo se hicieron notar. Las interacciones con el público fueron, a lo largo de toda la velada, un pilar fundamental. No faltaron saltos, brincos y movimientos de cadera para acompañar la música. Bustamante pareció disfrutar tanto de actuar como el público de ser testigo. Una relación recíproca, en la que ninguno dio más de lo que recibió. Torrelavega y el cantante se hicieron uno durante la siguiente hora y cuarenta minutos.

«Busta, amigo, Cantabria está contigo», coreó la audiencia en más de una ocasión, algo que emocionó al artista. «¡Ya estoy en casa!», contestó riendo. «Familia, ¿tenéis ganas de música? ¿Tenéis ganas de bailar, cantar y disfrutar? Porque para eso se creó la gira 'Inédito'. Sabéis lo importante que es para mí que mi gente, mis paisanos, me reciban de esta manera. Esta noche no se me olvidará nunca, ¡muchísimas gracias, familia!», exclamó conmovido.

A continuación, 'Soy capaz', acompañada de un discurso sobre el impacto, tanto negativo como positivo, de las redes sociales y sobre la resiliencia: «Me gustaría que todos hiciéramos un trabajo y miráramos hacia dentro, porque todo el mundo tiene derecho a caerse, pero también la obligación de levantarse. Os animo a buscar vuestra mejor versión y la felicidad. Estamos aquí de paso y, aunque a veces tengamos dudas, esta vida, nuestros seres queridos, merecen la pena», explicó desde el escenario. Dentro del setlist destacó la reinterpretación de 'Hoy tengo ganas de ti', originalmente de Miguel Gallardo. Bustamante supo mantener la emoción y el jolgorio por las nubes con su inagotable energía e increíbles habilidades vocales. Como era de esperar, no faltaron notas altas y bien sostenidas, uno de los sellos más característicos del artista.

Llegó el momento de uno de sus temas más famosos, compartido con el fallecido Àlex Casademunt: 'Dos hombres y un destino'. Para ello, pidió al público encender las linternas de sus móviles, creando un «mar de estrellas» que su compañero «pudiera ver desde el cielo». Al final, David mandó un beso a las nubes que minutos antes se habían despejado para él, al infinito y vasto firmamento que se erigía sobre todos los presentes, clemente y tranquilo. Un momento íntimo y especial, aun recogiendo a cientos de personas. Esa es la magia de Bustamante, de su música y de su compromiso con una audiencia a la que considera familia.

Pero no todo fueron baladas. 'Nunca es tarde', 'Cobarde' o 'Cerca de mi piel' hicieron saltar a Torrelavega. Entre números musicales, el artista parecía haber desarrollado una curiosa tradición: lanzar las toallas usadas durante el espectáculo al público. Algo que sus fans recibieron con gusto y que desencadenó interacciones de lo más divertidas. «Señora, perdone si le he dado con la toalla. Sigue teniendo el pelo perfecto, que me llevo fijando toda la noche», bromeó el cántabro en un momento. La gente se reía con él, se emocionaba con sus palabras y melodías y, sobre todo, disfrutaba inmensamente de la puesta en escena, la innegable calidad del sonido y el pedazo de espectáculo que David y su banda ofrecieron.

La velada incluyó hasta un cambio de vestuario. Bustamante emergió de nuevo de entre las telas del backstage con pantalones, camiseta y chaleco negros. Y entonces, ardió Torrelavega. A sus espaldas, las pantallas mostraban fuego al son de los ritmos más latinos de 'Abrázame muy fuerte'. Y, a pesar de llevar a esas alturas más de la mitad del concierto, el artista no dejó que los ánimos decayeran en ningún momento. «¡Ese Busta, ese Busta, eh, eh!», coreaba el público. A lo que él respondía con sonrisas, bailes, energía y un nivel vocal que no decayó en ningún instante.

Dio las gracias a todo su equipo, a su banda y a su asistente personal, a toda la gente que contribuye a la creación de cosas tan especiales como la que se vivió anoche en Torrelavega. «Y gracias al ayuntamiento por permitirme volver a casa de esta manera. Porque tiene que haber más conciertos aquí, en mi tierra», sentenció. Y no se equivoca. Si algo han demostrado las fiestas de la Virgen Grande es que el pueblo cántabro se suma a todo. Nadie se queda fuera, porque nadie quiere quedarse fuera. La participación, la camaradería y el disfrute están más que asegurados.

Y para finalizar: 'A contracorriente', 'El aire que me das' y 'No soy un Superman'. Esta última con la bandera de Cantabria a los hombros y las palabras: «¡De San Vicente, de Cantabria, para el puto mundo!».

Un cierre por todo lo alto para un espectáculo que no dejó a nadie indiferente y unas fiestas de la Virgen Grande que, sin duda, pasarán a la historia. Mágico, envolvente y carismático: así fue el concierto de David Bustamante en Torrelavega. Se despidió junto a su banda y su sobrino pequeño al son de 'Uptown Funk', de Bruno Mars, entre silbidos y apabullantes aplausos. Y es que, como en casa, en ningún sitio. Más aún con el respeto y el amor que el cantante profesa a sus fans y que estos le devuelven efusivamente. ¿Cómo no? Con espectáculos así, solo queda esperar que el reencuentro entre el público norteño y el joven de San Vicente de la Barquera que se atrevió a soñar llegue lo antes posible. Te esperamos, David.

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