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Los portales inmobiliarios de los bancos muestran su oferta de pisos y casas repartidos por la región.
Los bancos acumulan todavía más de 1.200 viviendas vacías en stock en Cantabria

Los bancos acumulan todavía más de 1.200 viviendas vacías en stock en Cantabria

El grueso de los activos, distribuidos por los cinturones de las ciudades o en pueblos, se encuentra en manos de La Caixa, la Sareb y Liberbank

Enrique Munárriz

Lunes, 22 de agosto 2016, 14:35

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En los tiempos del boom, cuando el ladrillo aún no ofrecía síntomas de agotamiento y la economía era una arcadia feliz, las compraventas de viviendas en la región superaban las 8.000 operaciones en un único ejercicio. El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 frenó en seco las estadísticas. Las ventas se desplomaron. El cambio de ciclo se ha plasmado durante más de ocho años en las ciudades y pueblos.

Grandes promociones vacías y armazones de hormigón a mitad de construir, que los bancos han ido terminando poco a poco, son parte de este legado. La crisis dejó en manos de las entidades financieras miles de viviendas que se han convertido en un pesado lastre con el que están lidiando para darle salida a través de las inmobiliarias que han ido creando para deshacerse de un stock indeseable mediante precios atractivos.

En estos momentos los principales bancos del país y la Sareb, también conocido como el banco malo, acumulan todavía más de 1.200 viviendas, a pesar de haber soltado lastre, que se suman a otros activos inmobiliarios (locales comerciales, oficinas, garajes y trasteros, entre otros). Hace tres años, en octubre de 2013, solo la Sareb contaba con 1.900 pisos y chalés para vender en Cantabria.

El stock se ha ido reduciendo paulatinamente pero aún sigue siendo elevado para el Banco de España. Su gobernador, Luis María Linde, no quiere que cuando finalice su mandato, en junio de 2018, se le recuerde por haber dejado que buena parte del ladrillo acumulado por el sector financiero durante la última gran crisis económico-financiera termine anquilosándose en sus balances. Tanto que esta misma semana dio a los bancos un tirón de orejas e impuso una especie de ultimátum a los responsables de las entidades, a fin de que sean mucho más ágiles y diligentes para colocar esos activos en el mercado.

La mayoría de los pisos se concentran en los cinturones de las ciudades o en los núcleos rurales y están en manos de La Caixa (293), la Sareb (282) y Liberbank (le quedan 241 de las 900 con las que empezó), según sus portales inmobiliarios. Esto ha convertido a la banca en la mayor inmobiliaria del país, propiciado sobre todo por las promociones que se quedaron colgadas por impagos. Las nuevas perspectivas, donde la caída del precio de la vivienda se ha detenido, les hace augurar un buen 2016. Desde el sector reconocen que se han acabado los chollos, con descuentos de hasta el 40% sobre su valor inicial como por ejemplo grandes oportunidades en zonas costeras y pisos a estrenar en el centro de los grandes municipios, y ahora quedan «opciones menos apetecibles». Dicho gráficamente por el dueño de una inmobiliaria: «La morralla que tiene difícil venta por las características de la obra o por la ubicación».

El precio medio de los pisos propiedad de los bancos y que están a la venta en las distintas web ha subido un 11,4% en Cantabria en el último año. Según los datos facilitados por el portal especializado Doncomparador.com, la vivienda de las entidades financieras en la provincia ha pasado de valer 101.609 euros de promedio en julio de 2015 a 113.331 euros en enero de este mismo ejercicio. Es decir, se paga una media de 11.641 euros más por un inmueble. Eso en el conjunto de los 102 municipios, porque en términos como Argoños, Castañeda, Ampuero, Escalante, Guriezo, Laredo, Limpias, Meruelo, Miengo, Penagos, Reocín, Ribamontán al Mar, San Vicente de la Barquera y Torrelavega todavía han disminuido, aunque muy ligeramente, sus precios.

Las tarifas establecidas por los bancos han aumentado. ¿Por qué? Básicamente porque se ha producido una paulatina y sostenida normalización de la demanda. Se vuelve a comprar para cambiar de residencia, para disfrutar de una casa en la playa durante las vacaciones y para invertir. Además, los compradores son conscientes de que la época de rebajas ha acabado y que los precios no van a caer, de ahí que ya no se demore la operación de adquisición porque se tiene la sensación de que se ha tocado fondo.

De hecho, el último informe del Consejo Económico y Social (CES) destaca que es cierto que Cantabria se mantiene como la segunda comunidad con mayor incidencia de este sector en su PIB (6,3%), solo superada por Extremadura, con un 6,8%. Y no solo eso. Respecto al año 2014, el volumen de millones aportados por el sector se incrementó en la región un 6,5%, siete puntos más que en la media del conjunto de España. Santiago Barrio, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Cantabria (Afilia), destaca que los bancos han dejado de ser competencia. Han colocado casi por completo su stock de viviendas con precios por debajo del de construcción, lo que hasta ahora monopolizaba mucha de la demanda. «También hemos sobrevivido durante estos años con las ventas de segunda mano, que siguen subiendo», explica Barrio.

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