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Piqué se lamenta en el partido frente a Italia
El corte de mangas que agotó a Piqué
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El corte de mangas que agotó a Piqué

Tras dos años de polémicas no deportivas, una camiseta recortada con tijeras provoca su adiós prematuro a una selección por la que siempre luchó

Rodrigo Errasti Mendiguren

Martes, 11 de octubre 2016, 00:54

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Hace exactamente dos años, Gerard Piqué pidió salir voluntariamente ante los medios en Luxemburgo tras una inesperada y dolorosa derrota en Eslovaquia. El central compareció entonces, el día previo a la fiesta de la Hispanidad de 2014, a reiterar su compromiso con la selección española, puesto en duda por su participación en la Diada junto a su hijo Milan. «No he dicho nada en contra de la selección o de este país. No se puede dudar de mí, vengo aquí desde los 16 años (debutó en 2003 en un sub-15). Lo he dicho mil veces, es un orgullo jugar aquí. Irme sería darle la razón a la gente que no la merece. La otra opción, que es por la que optado, es seguir, sumar y aportar todo lo que pueda».

En aquella rueda de prensa, en la que explicó de modo brillante su posición respecto al derecho a decidir de Cataluña, Piqué citó por primera vez una posible renuncia y comenzó a luchar contra una espiral mediática que le ha terminado superando. Algo que nadie esperaba, ni siquiera él mismo. Amigos suyos como Carles Puyol y Xavi Hernández le entienden, ya que ellos también fueron acusados de falta de españolía al usar una prenda, en su caso las medias, que no tenía los colores de la bandera nacional, durante un partido ante Letonia en 2007. «Me suena todo esto», comentó el que fuera su compañero en el centro de la zaga durante el recordado Mundial de Sudáfrica, en el que conoció a Shakira. Su noviazgo con la colombiana terminó de convertirle en un icono mundial.

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'Geri', como le conocen sus amigos, ha sabido llevar una relación con una de las mujeres más populares del planeta. 'Farándulas', como le bautizó el propio Xavi Hernández, supo encajar el impacto de verse todos los días en el foco de los medios, tradicionales y sociales, más allá del terreno de juego. En ocasiones su carácter bromista, y especialmente su antimadridismo, le puso en más de un problema. La mayor cuando celebraba títulos y se acordaba del eterno rival. Su mención al cantante Kevin Roldán en la celebración del triplete de 2015 generó una corriente de pitos en algunos partidos de la selección en suelo español (León, Oviedo, Logroño y Alicante).

Del Bosque, la Federación Española y la mayoría de sus compañeros salieron a defenderle, si bien algunos como Ramos y Carvajal le aferon su conducta tras el triunfo en Macedonia hace 13 meses. Piqué reconoció que intentaba controlarse, pero a veces no podía: «Es superior a mí». Así, no pudo reprimirse en mostrar su alegría por la eliminación del Real Madrid tras la alineación indebida de Cheryshev en Cádiz. Cometió otros excesos de los que luego se arrepintió, como cuando tildó de «cono-cido» a Álvaro Arbeloa, con el que ganó el Mundial y la Eurocopa, tras un intercambio de mensajes por las redes sociales.

Líder de 'La Roja'

En la Eurocopa fue uno de los principales apoyos de David de Gea cuando apareció su nombre, junto al de otros internacionales como Isco o Muniain, en un informe policial del 'caso Universal'. No se despegó de su lado, insistió a los federativos en la idoneidad de que el meta negase relación alguna ante los medios, e incluso se ofreció a comparecer en rueda de prensa junto al portero por un asunto que fue descartado por los investigadores al no ser considerada como veraz la declaración de la testigo protegida, tal y como explicó De Gea en su momento. Horas más tarde, marcó el gol del triunfo ante Chequia para alegría de su hijo, que lucía la camiseta de España en la grada. «Es mejor que te aplaudan a que te silben. Sabía que no era fácil, pero el fútbol lo puede cambiar todo: meter un gol importante y estar a un nivel alto hace que la gente se dé cuenta que esto es fútbol y no una competición de patriotismo». No olvidaba que le habían acusado de hacer una peineta durante el himno.

Días después, en Burdeos, tras ser coreado por la hinchada presente en Niza, sí que tuvo que ejercer de bombero para apagar el incendio creado por Pedro, que lamentó su rol en el grupo. «Debéis estar aburridos, la cogéis y se hace una noticia que parece la 'rehostia', pero no lo es», dijo, tratando de devolver la calma a un grupo al que sí molestaron las declaraciones inoportunas del canario tras dos triunfos. En París, tras caer ante Italia, fue el más autocrítico de todos, al punto que incluso habló de estudiar variar el estilo, ya que los rivales habían tomado la medida a España. Lopetegui, nada más acceder al cargo, mantuvo una reunión con él para recordarle su importancia en la selección. No sólo defendiendo, ya que en este doble duelo (contra Italia y Albania) pudo haber marcado en varias ocasiones con su potente juego aéreo. «Como estoy calladito parece que tengo un mejor rendimiento», ironizó sobre sus goles con el Barça antes del partido de Turín.

En Shkoder, minutos después de una foto colectiva celebrando el triunfo ante Albania, el catalán salió rápido del vestuario. Vestido de calle, sin traje oficial, se dirigió a la zona de las televisiones. Muchas veces se le ha acusado de ser desafiante ante los medios, pero desde que se presentó en la zona mixta se le notaba saturado. Cansado de polémicas. Harto de vivir bajo la sospecha. Piqué dedicó tiempo a explicar una nueva polémica absurda. «Normalmente juego con camiseta de manga larga, Sergio (Ramos) también», decía, mientras una persona de la Federación mostraba una camiseta de su compañero Ramos. «Estas camisetas de manga larga no llevan ni lo rojo ni lo amarillo. Lo he cortado porque me quedaban las mangas cortas y me molestaban. Pero nada, otra polémica y aguantando», detalló, mientras a unos metros los trozos de las mangas recortadas de su elástica se mostraban en televisión, confirmando que no había bandera o ribete bicolor alguno.

Después, esperando que todos los medios estuviesen listos, explicó muy tranquilo la decisión que había tomado. «Sólo intento hacer mi trabajo y lo llevo haciendo desde hace muchos años y una vez más.... Ya son muchas. Parece que no soy bienvenido. Estoy un poco cansado, le he dado muchas vueltas y llevo mucho tiempo meditándolo. A mi tiempo aquí le queda poco. El Mundial de Rusia va a ser mi última competición. Quiero llegar hasta allí porque creo que con Julen empieza algo nuevo, quiero participar y no lo voy a dejar a la mitad. Rusia va ser mi última competición porque he perdido ya las ganas de competir por algo que mucha gente quiere que no lo haga. Hay gente que sí me lo ha reconocido, pero otros no quieren que esté aquí, que no les parece muy bien».

«Momento de decir basta»

Piqué insistía en no hacer un drama del asunto. «Tendré 31 años, habré vivido muchas experiencias con la selección y estaré muy orgulloso. Hay que dejar paso a los jóvenes. Obviamente no es una retirada aún, porque quedan casi dos años, pero sí me lo voy a plantear como un último recorrido. Se cierra una etapa, la vida sigue. Vamos a intentar clasificarnos, hemos hecho dos grandes partidos. Si llegamos a Rusia y el míster decide convocarme voy a disfrutarlo muchísimo porque será otra oportunidad de conseguir otro Mundial. No es un decisión en caliente, está valorada ya, pero esto es la gota que colma el vaso. Jan conseguido que pierda la ilusión. Es muy cansina la situación, esto es una más de muchas. Y ya está. Está decidido, pero no pasa nada porque lo más importante es la clasificación. No es sólo por esta o que la situación pueda conmigo. Al final las motivaciones se van apagando. Si juego al fútbol es por la motivación. Ahora estoy más motivado que nunca, pero necesito también que la gente esté detrás. Lo he intentado de todas las maneras, he intentado aguantar todo lo posible (pitos), creo que lo he dado todo y lo seguiré dando hasta el día que lo deje, pero ya está bien. Es momento de decir basta», reconoció, aunque no dijo si la decisión temía marcha atrás, como la de su amigo Leo Messi. Sin embargo, parece complicado que cambie de idea, según explicaban sus propios compañeros.

Unos jugadores que, minutos después, preguntaban con discrección a los representantes de los medios si 'Geri' había anunciado su idea de abandonar 'La Roja' tras el Mundial. En la caseta, pese a duelos dialécticos pasados, Piqué es considerado muy querido y admirado. «Es muy extrovertido, es una pieza fundamental porque es divertido y muy amable con los jóvenes. Nos aporta mucho tenerlo en el grupo», explican futbolistas como Thiago. Otros, como Ander Herrera, destacan su «inteligencia y visión para los negocios». Dentro del vestuario es una referencia para todos más allá del césped. Un puntal que, a no ser que haya una marcha atrás inesperada, España perderá en junio de 2018. Lopetegui aún no pierde la esperanza. «Calma, tranquilidad, vamos a dejarla botar un poco. No hay que sacar demasiadas conclusiones», advirtió el seleccionador. Piqué, eso sí, aclaró: «Con el Barça espero seguir jugando muchos años al fútbol y disfrutando».

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