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De derecha a izquierda; Manolo Higuera, Víctor Diego y ‘Tuto’ Sañudo adquieren una entrada para el partido del sábado en las taquillas de El Sardinero.
Fútbol | segunda b

A punto para el desembarco

La afición, al margen de las cinco peñas que ya tienen autobús, se organiza para viajar en coches y furgonetas alquiladas

Marcos Menocal

Jueves, 5 de mayo 2016, 07:21

Coches particulares y furgonetas a escote. A los tres autocares ya confirmados que las cinco peñas del RacingOnLine, Ojáncanos, Concanos, Aupa Racing y Nukleo Asón han incluido en sus viajes colectivos, desde ayer y hasta el próximo sábado, día del partido entre Racing y el Racing de Ferrol, los aficionados racinguistas barajan las distintas alternativas para viajar hasta la localidad gallega. Son muchos los que ya se han decantado por acudir en sus vehículos particulares, pero también los hay que se han reunido para alquilar furgonetas y repartir los gastos a medias.

«Hay socios que por la pereza que puede dar el volver en autobús después del partido, prefieren ir en su coche», asegura Sonia Díaz, presidenta de las peñas verdiblancas, que ayer, al cierre de este periódico señalaba que «restan algo más de 30 plazas» para llenar el segundo de los autobuses del grupo nacido entre OnLine, Ojáncanos, Concanos y Aupa Racing.

Julio Somoano, José Ignacio Valdivieso y Luis Bravo son tres de los seguidores que han apostado por la fórmula de a escote. Son tres habituales de los desplazamientos; estuvieron en Logroño y Villaviciosa y cada uno de ellos acudió en su vehículo particular.Son amigos y el pasado lunes tomando un café se les encendió la bombilla. «El viaje es largo y en gasolina te gastas una pasta. Se nos ocurrió lo de alquilar la furgoneta y así podíamos ir las tres parejas juntas», indica Valdivieso. Preguntaron el precio 75 euros, a 25 por matrimonio y ya tienen reservada una para compartir los cerca de 1.000 kilómetros que recorrerán el próximo sábado. «La gasolina la pagamos a medias y seguro que nos lo pasaremos mejor», indica el cerebro de la iniciativa.

El caso de este trío de amigos es probable que no sea el único. Los integrantes de la peña Juventudes Verdiblancas andan durante estos días planeando su desembarco ferrolano. En la jornada de ayer aún no habían contratado el autobús, pese a que el número de socios dispuestos a viajar es suficiente.Sin embargo, la furgoneta o coche empezaba a ser la opción preferida por los también incondicionales seguidores.

Hay casos singulares, como el de Franciso Pérez González, socio de la entidad cántabra desde hace 34 años y en la actualidad miembro de Aupa Racing, que mañana irá «a calentar motores con mi mujer, que solo me pierdo», indicaba el simpático aficionado. Su reserva en el Hotel Silva, en pleno corazón de Ferrol, está cerrada desde hace diez días y su viaje tiene además más peculiaridades.«El domingo, a la vuelta, pararemos a comer en Villaviciosa.Allí nos trataron bien y volveremos». Si preguntan por Pedrín, presidente del Lealtad, seguro que no les faltará de nada.

Por otro lado, sin que exista una decisión firme, la corriente en las redes sociales sobre el gasto que la marea racinguista puede efectuar en la localidad gallega conduce a la existencia de un boicot extraoficial. «Nadie ha dicho nada, pero yo veo a la gente con ganas de llevarse su bocadillo y no hacer ningún gasto como medida de protesta al trato de la directiva del Ferrol», indica Díaz, que añade que «no tienen la culpa los propietarios, pero eso es lo que parece. La actitud de los directivos del equipo gallego puede que les pase factura a los que son inocentes. Una pena».

Prácticamente la totalidad de los aficionados verdiblancos acudirán a Ferrol con la entrada para el partido en la mano. La opción preferida por todos es la de adquirirlas en El Sardinero por adelantado. En la jornada de ayer, al cierre de las taquillas del estadio santanderino, el club ya había vendido 536 entradas entre sus seguidores.Hoy y mañana, continuarán a la venta.

El desplazamiento verdiblanco a Ferrol será masivo, aunque no podrá alcanzar los viajes más contundentes de la temporada. Un ránking encabezado por la invasión de Villaviciosa, donde unos 3.200 aficionados racinguistas se presentaron en Les Caleyes.

Los viajes masivos

Justo por detrás, uno de los destinos favoritos para el racinguista: Logroño. En la bulliciosa calle Laurel y en Las Gaunas se dieron cita aproximadamente 2.400 personas vestidas de verde y blanco. La invasión fue tal que en la capital riojana no se recordaba algo así desde que el extinto Logroñés recibía cada domingo a los grandes del fútbol español integrado en la Primera División. Tras el éxodo riojano, el mayor movimiento de aficionados coincidió con el partido de Burgos. En las gradas de El Plantío se congregaron cerca de 2.000 racinguistas, que disfrutaron con el triunfo cántabro. Algo que no ocurría en la ciudad, al menos, desde que su equipo de fútbol dejó de ser de Primera. El Racing es el equipo de los récords.

Con un cero menos quedan los siguientes desplazamientos. Unos 600 aficionados se acercaron hasta Gijón para ver el encuentro del Racing frente al Sporting B. Por esa expectación, el club rojiblanco decidió abrir el estadio de El Molinón. La zona de la playa de San Lorenzo fue donde más bufandas verdiblancas se pudieron ver. Ese día ocurrió lo que en tantos estadios; la afición racinguista superó a la local. El Real Valladolid también habilitó el José Zorrilla para recibir al Racing, pero en la ciudad castellana las previsiones fueron demasiado optimistas. De las 1.000 entradas que envió el club blanquivioleta a Santander, solo 500 seguidores montañeses se trasladaron hasta Pucela. Aún así, en el histórico estadio la presencia cántabra volvió a ser mayoritaria. La cifra fue similar a la que visitó León en la primera vuelta. La Plaza Mayor, en la primera; y el Barrio Húmedo, en la segunda ciudad, notaron el desembarco.

Aranda de Duero y Astorga, con algo más de 300 aficionados en cada desplazamiento, son otras de las citas destacadas para la afición cántabra esta temporada.En ambas plazas, dada sumodestia, los más viejos del lugar tampoco tenían constancia de una presencia foránea tal en sus casas.

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