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Raúl Domínguez (derecha), junto a Adolfo Mayordomo.
"El Racing es exactamente lo que necesitaba para volver a ilusionarme"
Fútbol | segunda b

"El Racing es exactamente lo que necesitaba para volver a ilusionarme"

Raúl Domínguez, que agradece a Viadero «la confianza», asegura que «no hay una cosa mejor que regresar al fútbol profesional con el equipo de casa»

Marcos Menocal

Lunes, 18 de julio 2016, 08:28

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A Raúl Domínguez (Sarón, 1986) le han hecho falta 30 años para ocupar la portería del Racing. Después de varios años en la Cultural de Guarnizo, cuando maduró se lo llevó Manolo Preciado al Sporting de Gijón. Allí debutó con la primera plantilla y se curtió en Segunda B. Cuando entrenaba sin equipo en el campo del Cayón llegó Ángel Viadero y se lo llevó con él al Sestao; en Las Llanas rozó el ascenso con dos títulos de Zamora a sus espaldas. Ahora quiere más. «Necesito volver a ilusionarme», señala. De nuevo Viadero apuesta por él. Confianza ciega. «Le agradezco que cuente conmigo para este proyecto». El de ascender. «Quiero volver al fútbol profesional y qué mejor que en el equipo de casa». Entre cántabros anda el juego.

Gijón, Sestao y ahora Santander. ¿Se imaginaba después de una trayectoria en el exilio recalar en el Racing?

El fútbol es así. Imaginar nunca te lo imaginas, aunque es algo que siempre te gustaría. Las circunstancias han sido así. No puedo recriminar nada a nadie ni tampoco a mí mismo. Es algo similar a lo que le ha ocurrido a Ángel Viadero, que también después de toda una vida deseando entrenar al Racing es ahora cuando le llega la oportunidad; ahora es cuando puede quitarse la espinita. Está claro que si el equipo estuviera en Primera pues es probable que no me hubieran fichado, pero está en Segunda B, me encuentro en plena madurez y es cuando ha tocado.

Usted ha sido Zamora (portero menos goleado) de la categoría las últimas dos temporadas. Rozó el ascenso a Segunda con el Sestao y sabe lo que es jugar en Primera División ¿Qué busca al fichar con el Racing?

Precisamente quería un equipo que aspirase a jugar en Segunda División. Necesitaba un club que volviera a ilusionarme con regresar al fútbol profesional. En Sestao he estado muy cómodo y me han tratado muy bien pero sus recursos y filosofía es la misma; allí quieren mantenerse en la categoría y hacerlo lo mejor posible, si se puede clasificar al equipo para jugar la Copa del Rey. Nadie pide más, pero a mí ya me apetece algo más y cuando recibí la llamada de Viadero no me lo pensé.

¿Qué es para usted el Racing?

Es exactamente lo que necesitaba para volver a ilusionarme y qué mejor que con el equipo de casa. Estoy en el club perfecto para poder regresar a ese fútbol profesional que es lo que me pide el cuerpo. El Racing tiene una estructura totalmente profesional; tiene psicólogos, recuperadores, entrenadores para los porteros... Desde el primer momento que entras a sus instalaciones te das cuenta de dónde estás. Es obvio que está en Segunda B y que las gestiones irresponsables que hasta ahora se han llevado han sido nefastas, pero no deja de ser un club con ambición. Yo era lo que buscaba.

Viadero parece que confía en usted ciegamente.

No puedo más que estar agradecido a Ángel, aunque no me hubiera llamado esta vez. Cuando estaba sin equipo y entrenando en el Cayón me llevó al Sestao y me hizo ganar una Liga y rozar el ascenso en el play off. Ojalá podamos repetirlo, pero con un final más feliz.

Ha jugado cerca de seis temporadas en Segunda B, pero aún no ha conseguido el ascenso ¿Qué cree usted que necesita el Racing para lograr ese ambicioso objetivo?

Ser un equipo. Se necesita un colectivo. Ser muy regulares e ir a ganar todos los partidos y a todos los campos. Hay que ser atrevidos; necesitamos dar lo mejor en cada partido y tener una identidad. En esta categoría hay que saber que habrá doce o trece partidos muy feos, pero en esos es donde puedes o no ganar la Liga. La Segunda B a veces es fea, pero no puedes perder si quieres ser campeón y más en el Racing.

Dicen que en Segunda B hay que tener oficio si quieres conseguir el título; calidad, experiencia y muchas cosas más, pero que el oficio no falte.

Oficio hay que tener para todo en la vida. Es una de las cosas que marcan la diferencia. Lo que no hay que tener nunca es miedo. Hay equipos que a veces marcan un gol y se echan atrás por respeto, por dudas o por lo que sea. Lo más importante es ir a por el segundo gol y luego a por el tercero. Habrá campos en los que resulte más difícil y otros en los que será casi imposible, pero si queremos ser campeones tenemos que ser atrevidos.

Ser portero en el Racing en un año como este exige un acopio de responsabilidad.

Cuando te haces portero ya sabes la responsabilidad que tienes. Es un reto más. El fútbol es un deporte colectivo y yo, como portero, tengo la mía y el resto de compañeros la suya.

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