Un estudio revela la competitividad del peatón y de la bici en Santander
La asociación 'Cantabria Conbici' asegura que los vehículos motorizados «dan una falsa sensación de velocidad»
NACHO GONZÁLEZ UCELAY
Martes, 27 de noviembre 2012, 02:11
La motocicleta es el medio de transporte más rápido, el taxi el más caro, el vehículo particular el más difícil de estacionar y la bicicleta y el autobús municipal los dos más competitivos junto con el desplazamiento peatonal, que es, por supuesto, el más barato. A la luz de semejantes resultados -extraídos de un detallado estudio sobre el transporte en Santander- la Asociación 'Cantabria Conbici' ha pedido «una mayor implicación» de las instituciones para lograr que los ciudadanos realicen sus desplazamientos de forma eficaz.
Llevada a cabo por la propia asociación y dada a conocer ayer por su representante, Román Palacios, 'La Carrera de los medios' -como así ha sido alumbrado el estudio- se desarrolló con cuatro objetivos. Por un lado, pretendía realizar un análisis comparativo de los medios de desplazamiento urbano considerando tiempos, distancias, recorridos, costes e impacto ambiental. Por otro, establecer unas condiciones fácilmente reproducibles por cualquier ciudadano para aplicarlas a sus necesidades particulares. Además, quería facilitar un elemento de reflexión individual para la modificación de conductas y aportar una referencia a las instituciones a fin de que promocionen los medios más eficaces.
El experimento
El estudio situaba a seis ciudadanos que partían de su domicilio para realizar sendas gestiones en dos lugares diferentes de la ciudad luego de las cuales regresaban a su casa. Lo hicieron entre las seis y las siete de la tarde de un día de septiembre utilizando tres recorridos -Ayuntamiento/Valdecilla Norte; Valdecilla Norte/Biblioteca Central; Biblioteca Central/Ayuntamiento- y cada uno de ellos en un medio distinto. En coche, en moto, en taxi, en autobús, en bici y a pie.
Todos debían recabar el tiempo invertido en sus desplazamientos (ir a por el vehículo o esperarlo si era de servicio público, desplazarse y estacionar) así como los costes (amortización del vehículo, combustible, aparcamiento y tarifas si era de servicio público).
Los resultados finales revelaron que en el conjunto de los tres recorridos, la moto, el taxi y la bicicleta fueron los «más competitivos» por lo que a los tiempos invertidos en los desplazamientos se refiere, todos ellos con niveles «similares». Aquí, el autobús se posicionó en cuarto lugar, condicionado por la frecuencia de paso de cada línea, y el coche fue más rápido que el peatón pero con sólo una diferencia de cinco minutos, «muy escasa para distancias tan grandes».
Del mismo modo, el experimento concluyó que en el conjunto de los tres recorridos, el taxi (12,50 euros) y el coche (6,77) fueron los sistemas de transporte más costosos, por delante del autobús (3,60 euros sin hacer uso del bonobús) de la moto (3,00) y de la bicicleta (0,1). Al peatón, obviamente, la caminata le salió gratis.
En esta parte del experimento -la económica- cabría resaltar que se incluyeron los gastos de desplazamiento, de aparcamiento y de amortización del vehículo, pero, por no poder efectuarse un cálculo, no se computaron los costes sanitarios, los medioambientales y los de ocupación de espacio público. «De haberse computado -según aclaró el propio Román Palacios- el giro en la tabla de costes de cada medio de transporte habría resultado espectacular».
Las conclusiones
La 'Carrera de los medios' dejó sobre la mesa de la asociación dos grandes conclusiones.
La primera, y más importante, que los vehículos motorizados «dan una falsa sensación de velocidad, pues hay que añadirles los tiempos y distancias asociados al estacionamiento». Y la segunda, que tanto la bicicleta como el desplazamiento a pie e incluso el autobús ofrecen al ciudadano «tiempos competitivos».
A partir de estas dos premisas, 'Cantabria Conbici' resalta la necesidad de incrementar los recursos que se destinan a los medios de desplazamiento más eficaces y sostenibles para la ciudad y sus usuarios, de forma que sean «más utilizados» y se produzca «una mayor concienciación hacia ellos».
Palacios, para quien el Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria o el Plan de Movilidad Sostenible son «documentos de trabajo de partida muy buenos», reconoció que estas «son políticas difíciles de trabajar con la población porque requieren un cambio de hábitos» y defendió que «no se trata sólo de mostrar los beneficios de los medios de transporte sostenibles, sino también de ofrecer alternativas».
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