La Guardia Civil busca a una banda de ladrones que saquea cabañas en Campoo

Agentes del puesto de Espinilla de la Guardia Civil han abierto una investigación para esclarecer la autoría de una oleada de robos con fuerza en cabañas de la comarca de Campoo. Sólo la semana pasada se presentaron cuatro denuncias, aunque los casos podrían superar la decena, según víctimas de estos sucesos, ocurridos en varios pueblos situados a lo largo de la carretera que une Reinosa y Brañavieja.

En todos los robos, perpetrados en su mayoría en cabañas que sólo están habitadas los fines de semana, coincide el tipo de botín: herramientas, electrodomésticos y otros objetos más útiles que valiosos, como calentadores de butano, bombonas o desbrozadoras. Al final, en algunos de los casos la reparación de los desperfectos ocasionados para entrar en las casas cuesta más que lo que robaron de su interior.

Los vecinos de la zona sospechan que los autores pertenecen a una «banda organizada de gente que reside en la comarca», que sabe a qué casa puede entrar a robar y no espera encontrarse dinero ni joyas, como otros ladrones especializados en robos en viviendas, sino que van a por los útiles propios de este tipo de viviendas de fin de semana, que no suelen contener objetos de gran valor.

Indican que son cacos «chapuceros», descartando que su perfil responda al de un grupo especializado, como otros desarticulados recientemente por las fuerzas de seguridad en Cantabria.

Uno de los afectados, propietario de una de las viviendas asaltadas en Riaño (Hermandad de Campoo de Suso), lamenta que en la zona ha cundido entre los vecinos una «sensación de inseguridad constante. Es el daño principal que causan los autores de estos robos, el miedo de llegar a tu casa y no saber si te la vas a encontrar desvalijada». Este hombre es la segunda vez en este año que sufre un robo en su cabaña. «En esta ocasión -hace apenas unos días- sólo me reventaron la puerta para después no llevarse nada. Los daños de estas acciones son considerables por los destrozos», dijo.

El dueño de esta casa de Riaño se encontró la cerradura destrozada, para lo que se utilizó el pie de hormigón de una sombrilla. Este robo pudo perpetrarse a finales de la semana pasada (jueves o viernes), a la vez que otro más registrado en otra cabaña de Riaño situada a pocos metros. En este segundo caso, robaron la cocina y todas las herramientas que se guardaban en el interior de la casa.

Las dos cabañas de Riaño están situadas a ambos lados de la carretera general, cerca del bar y del puente romano, por lo que los autores de estos robos no escogen construcciones aisladas.

Otro de los últimos robos denunciados se registró en el pueblo de Soto y hubo otros más en Villar. En este último pueblo, en una casa de madera de reciente construcción, se llevaron dos televisores de plasma y las placas solares.

Los denunciantes indican que «hay afectados que ya no arreglan las puertas por si se las vuelven a reventar», vista la experiencia de algunos de sus vecinos, que ya han sufrido más de un robo.