Víctor García: «A mí la afición por la viticultura me ha llegado por el trabajo»
En la mesa con... ·
Es el enólogo y responsable de los trabajos de campo en los viñedos de Sierra del Oso (Liébana)En la comarca lebaniega, donde la orografía obliga a reinventarse en cada vendimia, la bodega Sierra del Oso sigue afianzando su apuesta por el vino de cercanía con la mirada puesta en la calidad, la innovación y el respeto por el territorio. Detrás de ese impulso está Víctor García, joven enólogo y responsable de campo de la empresa, que con tan solo 34 años se ha convertido en una figura clave del nuevo rumbo que ha tomado la bodega que dirige Ángel Moreno en los últimos años.
«Llevo doce años en la empresa y desde 2017 estoy centrado en el vino», cuenta Víctor, que entró en Sierra del Oso haciendo un poco de todo, desde embotellar hasta etiquetar. Hoy, su labor se centra principalmente en los viñedos, convencido de que «para tener un buen vino, la base principal es tener una buena uva».
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Esta semana, Víctor García es el protagonista de esta serie de entrevistas con productores agroalimentarios que se puede contemplar completa en la web de El Diario Montañés, en concreto en la sección Cantabria en la Mesa.
Una de las grandes apuestas de Sierra del Oso ha sido la plantación en bancales, en una ladera orientada al sur en la subida a Bedoya. Allí han plantado 4.000 cepas de variedades como mencía, tempranillo y godello, y están en trámites con la Odeca para incorporar merlot y albariño. «Tenemos una pequeña plantación experimental de albariño y se ha adaptado muy bien, tanto en cuanto a enfermedades como a alcanzar grado», explica.
Primera vendimia en los bancales
Este será primer año en que se vendimien las cepas de los bancales. «Este año ya hay plantas totalmente formadas. Hemos dejado algo de uva para empezar a vendimiar», señala, optimista Víctor. La ubicación, según explica, es ideal: «Orientación 100% sur, con todas las horas de sol posibles y bancales con hierro en la parte posterior, lo que ayuda a retener calor por la noche».
Además de consolidar los vinos ya conocidos como Ángel Moreno –un tinto 100% de Liébana– y Pico Jaro –elaborado con uvas traídas de fuera para poder atender la demanda–, en la bodega ya trabajan en nuevos proyectos. «La idea es elaborar un nuevo tinto roble, incluso con barricas que hemos incorporado, para aportar matices diferentes», adelanta.
Respecto al godello, Víctor se muestra entusiasmado: «Me ha sorprendido muy gratamente. Invito a todo el que quiera a ver el viñedo; es un placer ver cómo se da esta variedad aquí».
Nuevos proyectos
Y mientras se afianza el nuevo viñedo, desde la dirección de Sierra del Oso, con Ángel Moreno al frente, no dejan de imaginar nuevos horizontes. «Ángel es quien más ideas lanza, pero todos intentamos aportar. Estamos trabajando en un espacio para enoturismo, en la parte alta de los bancales, para que la gente pueda conocer los viñedos, ver cómo trabajamos y catar allí mismo los vinos».
La innovación no se limita al vino. En Sierra del Oso, la destilación es parte esencial del ADN de la empresa. De hecho, la bodega nació como destilería de orujo en casa de Ángel Moreno, y hoy cuentan con 20 alquitaras. «El orujo es el buque insignia, pero también elaboramos licores, cremas, incluso sin alcohol. Tenemos más de 20 referencias», enumera.
Recientemente han lanzado un nuevo brandy, Hiberna, envejecido primero en barricas de Divino y después en barricas de Jerez, al igual que su whisky Curavacas, que ya cuenta con versiones de 3 y 5 años. «La barrica de Jerez da mucho juego y aporta un toque diferenciador, algo que siempre buscamos», apunta Víctor.
El futuro inmediato se presenta ilusionante. La cosecha 2025 viene con buenas perspectivas y se prevé que la vendimia se inicie a mediados de septiembre, especialmente en los bancales.
Como concluye Víctor, «a mí la afición por la viticultura me ha llegado por el trabajo, y es un trabajo que engancha».