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Las hamacas de la zona de Gamazo, en Santander, se llenaron de bañistas en busca del ansiado y esperado sol.
Y aún no ha llegado el verano

Y aún no ha llegado el verano

Una masa de aire africano pone a media región cerca de los 30 grados

Nieves Bolado

Miércoles, 8 de junio 2016, 07:21

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Cantabria tiene ansia de calor, de verano, de playa. Ha bastado el primer día de sol 'de verdad' para que la gente salga de sus casas y de sus trabajados en busca del preciado calor. En cualquier sitio y lugar. En la playa, en el campo, en la ciudad, en el pueblo. Sol, por fin, que anticipa que el verano ya está aquí. Las imágenes de ayer así lo reflejan, con las playas de Santander teñidas ya por los colores de las toallas, o con lo abanicos en las manos en vecinos y turistas de Campoo y Liébana, las dos comarcas que ayer soportaron de refilón este primer episodio de calor que está afectando a gran parte de España. Pero los meteorólogos piden paciencia porque «aún no ha llegado el verano». Es más, anuncian que para el fin de semana el tiempo puede estropearse y el cielo, ayer y hoy azul, quedará tapado por las nubes, tal y como explica Salvador Martín, delegado accidental de la Agencia de Meteorología de Cantabria (Aemet). Lo que recomienda Martín es aprovechar la jornada de hoy, miércoles, día que califica de «esplendoroso», con temperaturas que pueden llegar hasta los 25 grados en la costa y alcanzar los 30 en el centro de Cantabria y en el Sur de la región. La situación, según Meteorología, se mantendrá estable en los próximos días, pero se torcerá el fin de semana.

La responsable de esta situación es la entrada de una masa de aire procedente del norte de África. Aunque se espera que los termómetros se disparen hasta los 40 grados en zonas de la mitad sur peninsular, no se puede hablar propiamente de 'ola de calor', ya que la subida térmica no se prolongará en el tiempo lo suficiente para ser considerada como tal. En Cantabria, el bochorno también se dejará notar hasta el viernes, aunque el predominio del viento del norte frenará el ascenso térmico hasta máximas en torno a los 27-30 grados, o incluso superiores en el interior. Pero ojo, de cara al fin de semana el tiempo se estropeará, con tormentas, chubascos y un brusco descenso de las temperaturas.

El ambiente en los próximos días será estable y tranquilo, prácticamente de verano, aunque aún queden dos semanas para la llegada oficial de la estación estival. Frente al tórrido pronóstico que se maneja en la mitad sur de la geografía española, especialmente en el valle del Guadalquivir, en Cantabria el calor será mucho más llevadero. En cualquier caso, hoy se prevén temperaturas más elevadas que ayer, jornada en la que ya se rozaron los 30 grados en Ramales de la Victoria, máxima en la comunidad autónoma. En Santander, el termómetro llegó a los 20,5 grados.

El viernes, en cambio, los meteorólogos de la agencia cántabra prevén un empeoramiento que se prolongará, en principio, durante todo el fin de semana. Un brusco descenso del termómetro acabará de un plumazo con el aperitivo veraniego de los últimos días, que será sustituido por cielos nubosos, tormentas y chubascos, al menos, hasta el domingo.

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