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En las fotos de arriba, las playas de Cantabria tal y como están hoy. Debajo, su aspecto en el mes de marzo. Como ejemplo, la de La Magdalena y Los Peligros (en la imagen).
Las playas llegan a tiempo al verano

Las playas llegan a tiempo al verano

La arena no sobra, pero el mar ha repuesto una buena cantidad y las tareas de limpieza se han acelerado

Álvaro Machín

Domingo, 19 de junio 2016, 07:38

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Cuando los cántabros se metan mañana en la cama o cuando se levanten el martes ya será verano. Dependerá de la hora, de la costumbre de cada uno. En España, el solsticio está previsto, más o menos, para las doce y media de la madrugada. Época de sol, de fiestas populares, de esta vez elecciones y, sobre todo, época de playas. Para los de aquí y para los que vienen de fuera, convertidos en maná en las arcas regionales y en la economía de miles de familias. El turismo es de lo poco que ha quedado en pie tras la crisis. Así que el estado de los arenales es clave desde ya mismo. Los ayuntamientos se han puesto las pilas y, en general, las playas del litoral están limpias. Nada comparado a la imagen que ofrecían traslos temporales de primeros de año, que obligaron a hacer un esfuerzo para darles un lavado de cara antes de una Semana Santa que cayó pronto. La arena es otra cosa. La recuperación es evidente. Hay más, pero no sobra. Ni mucho menos. La dureza de los azotes en los primeros meses de los tres o cuatro últimos años ha supuesto un mordisco importante que ha variado ligeramente el paisaje de la costa. Pero la mar, desde marzo, ha devuelto bastante de lo que se llevó y las palas han reordenado lo que hay. «En las playas, cuanto más arena, mejor. Pero, tras los temporales, están en buenas condiciones de uso, algo similar a como estaban el año pasado», apunta José Antonio Osorio, responsable de la Demarcación de Costas. La postal playera estará disponible.

Reconocimientos y tirones de orejas

  • banderas y calidades

  • Cinco playas presumen este año de la famosa bandera azul. La Arena (Arnuero), Ris y Trengandín (Noja), Berria (Santoña) y El Sable (Suances). La Salvé de Laredo acaba de renovar la bandera Q de Calidad Turística. En Santander, cuentan con el distintivo de Ecoplaya, que concede la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos, Aseo Urbano y Medio Ambiente. Pero no todo son palmaditas en el hombro. Ecologistas en Acción ha concedido recientemente dos de sus banderas negras al puntal de Laredo, por mala gestión, y otra a la playa de Usgo (Miengo), por contaminación. Mala nota. Y luego, hay cosas que mejorar. Arreglos pendientes. Luaña, en Cóbreces (Alfoz de LLoredo) presenta problemas desde que en 2006 se «quitó un muro que contenía arena», lo que provoca que cada verano se forme una duna y un río que siempre se termina desbordando. «La playa ha perdido nivel», explica el alcalde, Enrique Bretones. Sin embargo, desde Costas han llevado a cabo el encauzamiento del río y han echado arena en las zonas donde hay piedras. Una solución parcial.

A eso de las diez y media del jueves, un par de operarios se tomaba un descanso en el Balneario. Sobre la arena de La Magdalena y Los Peligros había dos máquinas. Las playas están perfectas trasremover 22.000 metros cúbicos, la gran obra llevada a cabo por Costas de cara al verano. «Además de ese movimiento, se han repuesto algunas pasarelas dañadas por el temporal», apunta Osorio. Poca cosa. El grueso de los trabajos ha corrido por cuenta de los ayuntamientos y de la empresa pública Mare. «En las playas se realizan labores de limpieza a lo largo de todo el año. Lo que se hace en verano es reforzar el personal y los medios técnicos destinados a la limpieza de playas porque aumenta el número de usuarios y el uso de los arenales. También se instalan más papeleras y puntos de recogida selectiva de residuos», explican desde el consistorio de Santander. En la Segunda de El Sardinero se veía claro a mitad de semana desde la avenida de García Lago. La hilera de papeleras en el horizonte y las dos torretas de los socorristas. Este lugar es un baremo. Que hay menos arena que antaño hace una década, por ejemplo se nota en la subida de las mareas. El agua llega hasta el muro del fondo, hasta los pies mismos del restaurante El Parque con la plea. Pero el hecho de que las lastras de rocas no asomen tanto como últimamente al final de la playa, que esté mucho menos descarnado, deja claro que la Segunda está a punto.

Portio (Piélagos) es otro buen punto para los balances. En los últimos días de la semana desbrozaron los bordes de la carretera de acceso y los contenedores que hay justo al final del camino tienen pinta de recién estrenados. «Hay más altura», dice un tipo que saca fotos en la playa respecto a la arena. Y es verdad. Hay playa donde en marzo no la había. Se forma, incluso, un pequeño talud que separa la parte cargada de la orilla, con el escenario rocoso habitual de este lugar. «Han debido subir rocas a la parte de arriba con una pala para despejar un poco la zona de playa». El ayuntamiento confirma que tiene adjudicado el servicio de limpieza y mantenimiento a una empresa que ya desde Semana Santa se encarga de «retirar los residuos que deja en los arenales el llamado cordón de marea». Palucos, restos... Desde el día 15 esa labor se hace ya «de manera diaria e ininterrumpida» y, de hecho, antes de dar por iniciada la temporada se llevó a cabo una «limpieza exhaustiva». «Los cuatro arenales urbanos presentan los mismos niveles de arena que en años anteriores», confirman. Se refieren a Portio, Cerrias, La Arnía y Somocuevas. Precisan porque Canallave y Valdearenas son de naturaleza rústica. O sea, que son cosa de Mare. Allí también se nota el cambio. Un vehículo de la empresa pública inspeccionaba el terreno el jueves. Hay un nuevo cartel que indica el trabajo en las dunas de Arcos Life. Están menos cortadas y en el horizonte no se observa la marea de restos que había en marzo a mitad de arenal. Bien.

En Bezana, parecido. «Se ha hecho limpieza general y desde el día 15 hay limpieza diaria». La Arnía, Covachos, San Juan de la Canal (protagonista esta misma semana con la famosa hoguera)... Es la tónica en los diferentes municipios. «Ya está todo listo para los bañistas», explicaba la alcaldesa de Comillas, Teresa Noceda. En Ribamontán al Mar empezaron por poner a punto Loredo, la que más movimiento de arena y trabajo lleva «porque se mete un río y desplaza grandes cantidades de material». Luego llegó el turno de Somo, Langre y Galizano.

En Laredo, por ejemplo, aprovecharon las subvenciones a las corporaciones locales para llevar a cabo las tareas. Han mejorado los accesos, pintado bancos, arreglado las duchas... Una pala también ha estado igualando la arena, que, dentro de las dificultades, algo ha mejorado. En el punto más delicado y más expuesto, El Puntal, el pasado fin de semana hubo incluso problemas para aparcar porque la arena se acumuló en la explanada. Tampoco parece haber problemas en Castro. Ni en las playas urbanas (Brazomar y Ostende), ni en las rurales o semirurales (Mioño, Oriñón y la zona del Pocillo). Allí han hecho quemas controladas de los troncos que arrastra el mar. Además, han decidido sustituir las duchas fjas por unas portátiles que se retirarán en invierno para evitar que los temporales se las lleven por delante.

«Está pelada, pelada», dice un paseante que camina por la playa del Sable, en Tagle (Suances). Al final de la rampa hay tres pedrolones que la corriente ha traído recientemente. Se ha recuperado mucho en La Concha, allí mismo, es evidente la mejoría pero aún se espera más. Hace un par de semanas que Mare y los operarios de la empresa a la que se ha adjudicado el servicio ya están limpiando. Para remediar el problema de arena, en Merón (San Vicente) se recibe en estas semanas el aporte que proporciona el dragado del interior de la bahía que la draga deposita frente a la playa.

Para que todo esté listo y los bañistas lo vean todo en orden. Esta semana, con el cielo gris, había uno dándose un cole en la Virgen del Mar.

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