Hacienda amenaza a Cantabria con sanciones si no aumenta las aperturas comerciales

La ley dice que las comunidades autónomas deben permitir diez aperturas comerciales como mínimo en domingos y festivos. Y esos son los días fijados cada año en Cantabria, menos en Santander, donde son 14 después de que el Ayuntamiento se declarara como Zona de Gran Afluencia Turística. Los enfrentamientos entre las grandes superficies y los pequeños comerciantes, constantes desde hace años, no se han producido por la cantidad de aperturas, sino por cuándo se levanta la persiana. Unos, los centros comerciales, quieren más en fechas navideñas, y otros, los minoristas, lo intentan evitar para no encontrarse con esa competencia tan fuerte en las fechas que más caja se hace.

Pero ahora el Ministerio de Hacienda ha abierto un nuevo foco de conflicto con Cantabria y con las otras seis comunidades autónomas que no logran cumplir sus objetivos de déficit. Cristóbal Montoro les aconseja flexibilizar más los horarios comerciales para mejorar su economía. Y si no les gusta la sugerencia, amenaza con futuras sanciones que pueden llegar hasta no cobrar el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), un crédito a interés muy bajo clave para que Cantabria pueda pagar a sus proveedores y afrontar el pago de los vencimientos de deuda de los anteriores préstamos bancarios.

Cuarta medida

En el Plan de Ajuste de mayo de este año, en el que Hacienda analiza la contabilidad cántabra y los pasos que debe dar para cumplir con el objetivo del 0,7% de déficit, el Ministerio enumera una serie de "compromisos asumidos por la comunidad autónoma para fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo". La cuarta medida es la que hace referencia a este aumento de festivos y de horas semanales de apertura para todos los establecimientos. Lo mismo consta en los planes de ajuste aprobados a Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura y Comunidad Valenciana.

Según detallaron desde Hacienda, se trata de un puñado de "recomendaciones" para favorecer la competitividad sin plazo fijado para ponerlas en marcha. Sin embargo, también añadieron que si las comunidades no las cumplen pueden ser sancionadas con la ley de Estabilidad Presupuestaria.

La congelación del FLA parece, por tanto, una amenaza remota pero que está sobre la mesa. Sobre todo si se tiene en cuenta que Cristóbal Montoro ya retrasó dos meses el primer pago de este año porque las autonomías se rebelaron contra los objetivos de déficit y las obligó a firmar un convenio con Farmaindustria vinculando el gasto en medicamentos a la evolución del PIB, es decir, creando un techo de gasto para poder recibir el segundo ingreso anual. Teniendo en cuenta que la región ha recibido 1.527 millones de euros en cuatro años a través de esta línea de crédito que le ha permitido ahorrarse 494 millones en intereses, cualquier ultimátum con el FLA de por medio pone en serio riesgo su estabilidad financiera.

A pesar de todo, Cantabria parece decidida a plantarle cara a Hacienda en este caso. Esa "sublevación" a la que llamaba Miguel Ángel Revilla a todas las comunidades frente a las políticas de Montoro puede empezar con este paso coordinado entre las autonomías.

Mismos días que en 2017

La Consejería de Economía no asume como compromiso propio esa flexibilización que, dicen, sólo aparece en el análisis del Plan de Ajuste del Ministerio, no en el elaborado por el Ejecutivo cántabro. Por su lado, el consejero de Industria, Innovación, Comercio y Turismo, Francisco Martín, insistió en que Cantabria "ya cumple la ley" y que no hay ninguna intención de ampliar las aperturas en 2017. Precisamente, Martín se sentará en la mesa con sindicatos, minoristas y grandes superficies dentro de un mes para confeccionar el calendario comercial del año que viene.

"Se está empleando el FLA para imponer por vía fiscal lo que no se quiere negociar con las comunidades. Una suerte de re-centralizacion de competencias. Y, desde luego, un reparto absolutamente injusto del esfuerzo fiscal. El Estado puede endeudarse tres veces mas que las autonomías con diez veces menos competencias", denunció.

"Siguen machacando a los minoristas"

Mientras que Anged, la plataforma que agrupa a las principales grandes superficies del país, no quiso valorar ayer la medida, sí lo hizo el presidente de Fediscom, Miguel Rincón, que cargó con dureza contra las políticas del PP en Madrid. "Siguen machacando a los minoristas. Es un chantaje en toda regla. Ya basta de hacer política desde los despachos sin pisar las calles ni los comercios", criticó Rincón, que se mostró dispuesto a apoyar a Revilla en su rebelión contra Hacienda.

Los sindicatos también se posicionaron en contra de las presiones de Madrid para abrir más domingos y festivos. El responsable de Comercio de UGT, Luis Ángel Ruiz Cardín, vaticinó que si esta medida entrase en vigor el comercio autóctono de Cantabria perdería más de 5.000 empleos directos de los 34.000 que existen. "Pedimos al Gobierno que no se deje atemorizar por Montoro y sus baladronadas y amenazas", señaló.