Educación acepta la dimisión del director del IES Alberto Pico por los recortes de profesores

La Consejería de Educación comunicó ayer al director del IES Alberto Pico, Borja Rodríguez, que aceptaba la dimisión que había presentado la semana pasada empujado por los recortes de profesores que la Administración va a realizar el próximo curso y que, en su opinión, «destruyen» el proyecto educativo de enseñanza de idiomas -en inglés, francés y alemán- que lleva desarrollando el centro durante las dos últimas décadas.

La marcha de Rodríguez, que llevaba doce años como director, será efectiva el 30 de junio y llevará consigo la de las dos jefas de estudios que formaban parte de la directiva, Pilar Fortuny y Elena de Palacios, quienes estaban en comisión de servicios y que regresarán a sus respectivos destinos en los IES Torres Quevedo y La Albericia.

Todo ello sucedió en la reunión que Borja Rodríguez mantuvo ayer con Javier López Nogués, director general de Personal Docente y Ordenación Académica. Y en la que precisamente no reinó el buen ambiente. «En primer lugar, Nogués me dijo que no le había gustado nada que hubiese comunicado de forma pública los recortes que la Inspección Educativa me anunció la pasada semana, que le habían disgustado enormemente las formas empleadas», relata el todavía director del instituto santanderino. «A lo que yo le respondí que tampoco entendía los recortes que echan por tierra un proyecto que ellos mismos habían aprobado», añade.

Y es que, aunque la semana pasada López Nogués anunció que aún estaba abierto el proceso de negociación para definir el número de profesores de los centros -los denominados cupos- y que sería esta semana cuando se reuniría de forma personal con los directores de los mismos para «intentar atender a las peculiaridades o necesidades de cada uno», lo que la Consejería de Educación confirmó ayer a Rodríguez es el mismo recorte que Inspección había calculado en su primera valoración: cuatro docentes -dos de inglés y dos apoyos para impartir asignaturas en francés- y la jefa de estudios adjunta, que a la vez hacía funciones de profesora de alemán. Es decir, que la Administración no da marcha atrás. «Ni siquiera dio pie a ningún tipo de negociación sobre el recorte de personal, como dijo hace unos días», lamenta el máximo responsable del IES que lleva el nombre del fallecido párroco del Barrio Pesquero, Alberto Pico.

«Con cinco profesores menos -pasará de 41 a tiempo completo a 36 el próximo curso- es imposible continuar con el proyecto que pusimos en marcha», continúa explicando Rodríguez, que sí hubiese continuado al frente del centro sin los recortes. «Mi dimisión es una decisión coherente, no estoy aquí para ser director porque me convenga económicamente, sino para desarrollar desde un centro público un proyecto de enseñanza de calidad con la que superar las desigualdades que ahora va a ser imposible», afirma.

«Racionalizar» los recursos

Educación asegura que los recortes en el Alberto Pico están justificados por la reducción de alumnos en el centro y por la necesidad de racionalizar los recursos de la educación pública, añadiendo que tiene la segunda tasa más alta de profesores por clase -3,34- cuando la media de la región es 2,84.

«Me dicen que hay que igualar las ratios de los centros, pero esto va en contra de la atención a la diversidad que promulgan en el Acuerdo por la Educación», dice Borja Rodríguez. Y es que su instituto presenta unas especiales necesidades de atención a la diversidad por el carácter multicultural del alumnado: de los 285 estudiantes de este curso, 72 son extranjeros, procedentes de 24 países. «Nogués me ha llegado a decir de forma despectiva que si nos creíamos que esto era una academia de idiomas», lamenta.

Una inspectora de Educación se reunirá hoy con los profesores del centro para reorganizar un nuevo equipo directivo. Y Rodríguez volverá el próximo curso a ejercer de profesor de Lengua en el Alberto Pico como parte de un proyecto que «no sé hacia dónde irá, pero que será completamente diferente al de los últimos años», señala.