De la alerta naranja a los 21 grados

El pasado mes fue el enero más seco de los últimos 50 años y parece que febrero, aunque aún quedan 15 días, sigue sus pasos. Este fin de semana las temperaturas suben por culpa de una gran borrasca que se acerca por el Atlántico y que dejará viento sur en Cantabria. De ahí los 21 grados de máximas que se prevén en la región. Ahora bien, el lunes, día 17 de febrero, la situación meteorológica cambia: «Pasará un frente, que durará poco, y que puede dejar alguna precipitación», señala José Luis Arteche, director territorial de la Agencia Estatal de Meteorología(Aemet) en Cantabria.

La Aemet prevé para este sábado temperaturas máximas que lleguen hasta los 21 grados en Torrelavega, 19 en Santander, Castro Urdiales, Cabezón de la Sal o Potes, y mínimas que rozarán el grado en Reinosa y 7 en la capital cántabra.

A falta de un mes para cambiar de estación, este invierno está siendo, en general, poco lluvioso. «Ya ha habido otros, no es algo atípico, pero de todos modos vamos a dejar tiempo que marzo puede dar juego», señala Arteche.

La borrasca 'Ciara' trajo a Cantabria hace unos días un fuerte temporal marítimo que dejó olas superiores a seis metros. Aunque la situación ha remitido aún queda algún coletazo y la región mantiene la alerta amarilla por oleaje hasta las 13.00 horas de este viernes. Mañana sábado, a las 09.00 horas, se volverá a activar el aviso por mar combinada con olas de cinco metros hasta las doce de la noche. Y lo mismo para el domingo. Así que, a pesar de las agradables temperaturas que se esperan, precaución en las playas y las zonas costeras.