Los ayuntamientos de Cantabria «pasan» de los presupuestos participativos

Ese bache que te va raspando los bajos del coche o la grieta en el asfalto que cada mañana te desgasta la rueda. O puede que sea el deplorable estado de los columpios del parque que hay junto a tu casa. O la falta de mantenimiento en una zona determinada de tu pueblo. Necesidades en un municipio hay tantas como vecinos, que son quienes más sufren, día a día, los desperfectos que se deben subsanar, o que ven en primera instancia aquello que hace falta. Para eso sirven los presupuestos participativos, para que quien lo desee pueda plantear sus propuestas y estas no se queden en el buzón de sugerencias. Y no son pocos los vecinos que tienen algo que decir. Así lo demuestra, por ejemplo, que el Ayuntamiento de Cartes recibiera 350 propuestas de empadronados para dar forma a las cuentas de este año. Una participación que, pese a ser algo inferior, no es tampoco desdeñable en Laredo, donde en 2021 se formalizaron 39 peticiones en su respectivo proceso abierto a la participación ciudadana en el que votaron 343 empadronados.

0,47%es el porcentaje del presupuesto que destina Laredo al capítulo de participación cuidadana.

Pese a ser las excepciones que confirman la regla de que la mayoría de consistorios no apuestan por contar de manera tan directa con sus vecinos, lo cierto es que la cantidad de recursos que se suele destinar en los que sí lo hacen es más bien testimonial. En el caso de Torrelavega, los 400.000 euros consignados para ello sólo supone un 0,7% del montante total del Presupuesto de 2022 (55,3 millones). En lo que respecta a Laredo, se ponen en manos de los vecinos 100.000 euros, es decir un 0,47% del documento económico (que ronda los 21 millones de euros).

11%es lo que consigna Cartes de su partida económica para elección de los vecinos.

Respecto a las cantidades, Carmen García, edil de la Agrupación Sí Se Puede Laredo y concejala de Hacienda en el momento en que salieron adelante los presupuestos participativos, explica que «no tuvimos en cuenta el porcentaje sobre el total, sino que, al ser una iniciativa pionera, buscábamos una cifra simbólica para ver qué tal funcionaba».

De todos los citados, Cartes puede presumir de ser el que, en proporción (11%), destina más fondos a esta herramienta, al consignar 500.000 euros de los 4,5 millones del montante para el actual ejercicio. Además, en su caso, se quiere atender a las demandas de todos los cartiegos, independientemente de su edad. Por ello, en los últimos meses se han celebrado catorce plenos infantiles para escuchar lo que tuvieran que aportar los más pequeños. Igualmente, en Reinosa -que hace años comenzó con su convocatoria para la ciudadanía- se abre el proceso a los empadronados mayores de doce años.

En el caso de la capital campurriana, desde inicios de legislatura no ha vuelto a realizar presupuestos participativos. En primera instancia porque las inundaciones de 2019 abocaron a destinar esos fondos (100.000 euros) a ayudar a los afectados por la crecida y, más tarde, fue la pandemia la que impidió retomar el proceso, al igual que ocurrió en Comillas. La villa de los Arzobispos dejó la iniciativa en suspenso porque la última fase del proceso para elegir los proyectos se hacía de manera presencial y en aquel momento las restricciones lo impedían. Y es que la liturgia que acompaña a los presupuestos participativos no suele ser sencilla, puesto que pasan diferentes fases e, incluso, los técnicos deben filtrar aquellas propuestas que sean o no viables, además de poner los medios para controlar que las votaciones sean representativas y nadie ejerza su derecho más de una vez. Al menos, así es en Laredo y era en Comillas, mientras que en otros municipios como Santillana del Mar cuentan con un proceso más abierto, en el que se hacen llegar propuestas, pero no se hace una encuesta para seleccionar aquellas que cuentan con mayor respaldo.

Las sugerencias que formula la ciudadanía apoyada en este instrumento son variadas. Entre las inversiones que han salido adelante en Cartes estaría, por ejemplo, la mejora de las piscinas municipales. Mientras, en Reinosa constan el parque infantil de la calle Profesor Hernández, la adecuación del entorno de la iglesia de San Sebastián, el rocódromo y la escultura homenaje a los Hermanos Menesianos. Por su parte, en Laredo el único proceso que se ha hecho se resolvió en 2021 con cinco proyectos elegidos, pero hasta la fecha el único que se ha hecho realidad es la mejora de espacios infantiles en los centros escolares. Ni rastro de la pista de «skate», la instalación de zonas de gimnasios al aire libre o la disposición de huertos sociales y ecológicos.

La mayoría de municipios de la región no cuenta con esta herramienta aunque tampoco la rechaza de plano e, incluso, sus alcaldes dicen que se plantearían implantarla. Ocurre, por ejemplo, en Camargo, El Astillero, Medio Cudeyo y Marina de Cudeyo, mientras que en otros, como en San Vicente de la Barquera o Castro Urdiales, sus regidores, Dionisio Luguera y Susana Herrán, respectivamente, señalan que ya se está trabajando en dichos reglamentos de participación ciudadana para su puesta en marcha.