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Reunión del Cecop, que ha tenido lugar desde las 15.30 horas en la sede del 112 con las principales autoridades políticas, Guardia Civil y Policía Local DM

Buruaga: «Cantabria ha sido un ejemplo de previsión, coordinación y de eficacia»

El Gobierno autonómico, que ha celebrado dos reuniones del Centro de Coordinación, mantendrá durante la noche el nivel 2 de emergencia «por un criterio de prudencia». El apagón pilló a la presidenta y a la mayoría de los consejeros en el pleno, que tardó una hora en interrumpirse para poner en marcha la respuesta a la crisis energética

Daniel Martínez

Santander

Lunes, 28 de abril 2025, 19:04

«Cantabria ha sido un ejemplo de previsión, coordinación y de eficacia ante esta situación de grave incertidumbre y emergencia». Después de una jornada de más nerviosismo y trastornos para la vida de los ciudadanos que problemas relevantes, a última hora de la tarde, cuando el suministro eléctrico ya se había restablecido en la mayor parte de la comunidad autónoma, la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, compareció para valorar de la respuesta a la crisis. Con satisfacción contenida tras un día de mucha tensión, una vez concluida la segunda reunión del Centro de Coordinación Operativa (Cecop), que se puso en marcha al mismo tiempo que se activaba el nivel 2 de alerta, el Ejecutivo decidía mantener ese nivel al menos hasta el martes. Una decisión que implicaba mantener los refuerzos en los servicios de emergencia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante la noche, un momento que «siempre es crítico en la situación que estamos viviendo».

Buruaga destacó, sobre todo, la buena coordinación entre las administraciones regionales, locales y nacionales en Cantabria. «Después de describir la evolución de la situación, no tendría ningún sentido pedir que se active el nivel 3», señalaba la presidenta, que se desmarcaba de la reclamación que otros presidentes autonómicos, que habían reclamado al Estado que se hicieran con el control de la emergencia. No hacía falta al menos en Cantabria porque «en todo momento la situación ha estado encauzada y en ningún momento nos hemos sentido desbordados».

La mayor parte de la clase política de Cantabria tardó más que la media de los ciudadanos en ser conscientes de la relevancia del apagón. La presidenta Buruaga se encontraba a la hora de la caída a cero del sistema eléctrico en el pleno del Parlamento de Cantabria junto a los consejeros y los diputados de todos los grupos. A las 12.36 horas se fue la luz durante unos segundos, pero la Cámara activó su sistema autónomo y la sesión continuó con total normalidad. En el debate sobre la situación del colegio El Pedregal de Castro Urdiales, se empezó a notar el nerviosismo. Con dificultad, entraban mensajes, llamadas y avisos sobre lo que estaba pasando en el exterior. «Yo tengo que irme. Están los bomberos sacando a gente de los ascensores en toda la ciudad», explicaba una nerviosa Gema Igual, que además de alcaldesa de Santander tiene escaño en el Parlamento. «Estamos llevando a la Policía Local y a los bomberos a los colegios», añadía el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, cuando aún no se conocía ni el alcance, ni las causas del incidente.

Frente a otras autonomías

La región rechazó pedir al Estado el nivel 3: «En ningún momento hemos estado desbordados»

Ajenos al exterior

Al Gobierno le pilló en el pleno, que continuó durante una hora gracias a un generador propio

Igual fue la segunda en salir del hemiciclo después del consejero de Salud, César Pascual, que deambulaba por el patio pegado al teléfono. Antes de que a eso de las 15.00 horas la comunidad autónoma activara el nivel 2 del Plan Territorial de Emergencias y se constituyera media hora más tarde en la sede del 112 el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) en el que participaron las principales autoridades de la región, Pascual fue el primero -y el único consejero- en ejercer de portavoz del Gobierno de Cantabria. Para pedir tranquilidad, para asegurar que los hospitales estaban funcionando con cierta normalidad -se había suspendido la actividad de tarde y extraordinaria- gracias a los generadores de combustible, que solo los consultorios médicos más grandes -los que tienen grupo electrógeno- seguían recibiendo pacientes y para detallar que el Servicio Cántabro de Emergencias había constituido su propio centro de emergencias, pensando especialmente en las personas que están conectadas a algún aparato de soporte vital en sus hogares.

Mientras Pascual hablaba y toda España estaba parada, el pleno continuaba. En la Cámara tenían autonomía eléctrica para unas dos horas y nadie tomaba la iniciativa para suspenderlo. «Ya he hablado con la presidenta del Parlamento. Lo razonable es que paren», decía la presidenta Buruaga, que a eso de las 13.45 horas, cuando los portavoces de los partidos tomaron ya la decisión de aplazar los debates, se reunía informalmente con parte de sus consejeros. «Hay que suspenderlo. No tiene sentido estar aquí cuando hay muchos alcaldes (también los de Comillas, Selaya, Piélagos o Los Tojos) que están pendientes de otra cosa y tienen sus pueblos patas arriba», decía otra diputada. El siguiente paso fue la activación del nivel 2 de alerta, el máximo que puede poner en marcha la comunidad autónoma sin la intervención del Gobierno central.

¿Qué se hizo a partir de ese momento? Pues lo primordial era llenar los depósitos de los equipos electrógenos de los hospitales y también buscar generadores para las residencias de mayores y de personas dependientes, que estaban teniendo «problemas puntuales y por si se alargara». De hecho, en esta última labor también se movilizó a la Unidad Militar de Emergencias (UME) por si fuera necesario. También garantizar un sistema de comunicaciones alternativo al ordinario para establecer comunicaciones dentro del SCS y entre los servicios de emergencias municipales y el 112. La prueba de los problemas con la telefonía es que fue imposible contactar al consejero de Educación, Sergio Silva, y a la alcaldesa Igual para que participaran en la reunión del Cecop, que arrancó sobre las 15.30 horas en la sede del 112 en Cazoña.

La presidió Buruaga, pero no hizo declaraciones. Siguiendo lo que establecen los protocolos de emergencia, ejerció de portavoz único la directora general de Seguridad, Mónica Escobedo. «Se ha hecho un punto de situación, nos han reportado el punto de incidencias que se estaban dando y se están tomando decisiones», explicaba. ¿Qué decisiones? Pues una vez constatada que la primera respuesta había sido satisfactoria y que todas las consejerías, Delegación del Gobierno, Policía Nacional, Guardia Civil y 112 habían transmitido habían transmitido «tranquilidad» tras el primer momento de caos inicial por la falta total de información, lo que tocaba básicamente era esperar. Atender las llamadas que seguían entrando porque, en general, «dentro de la gravedad, existía cierta normalidad en los servicios esenciales y las infraestructuras críticas».

Todo mientras llegaban a ese punto efectivos de emergencias que este lunes han tenido que doblar turno, trabajadores de los Talleres Autonómicos que se aseguraban de poner en marcha los grupos electrógenos y garantizar que tenían suficiente combustible y el consejero Pascual peleaba para que le entrara cobertura y comunicarse con su equipo. La principal preocupación, aunque en teoría estaba todo controlado, eran los hospitales y los enfermos.

No se habló de causas. Sí de que la previsión era que a lo largo del día se recuperara la normalidad. El consejero de Industria, Eduardo Arasti, informó de que ya había zonas de Cantabria donde empezaba a haber electricidad y que la previsión era que la luz empezara a llegar en primer lugar a la estación eléctrica de San Miguel de Aguayo y que desde allí se distribuyera a todas las subestaciones de Cantabria. En teoría, primero a la de Guarnizo y, a partir de ahí y de forma progresiva, a el resto del territorio. Más o menos así ocurrió. La reunión del Cecop duró dos horas y se disolvió con el compromiso de volver a convocarla alrededor de las 19.00 horas si los problemas continuaban. Continuaban y por eso ha habido una segunda reunión, pero para ese momento era visible que el nivel de preocupación ya era otro.

Gómez de Diego destaca la ausencia de incidencias graves en Cantabria

La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, señaló que el apagón eléctrico no ha provocado, dentro de la situación extraordinaria que se ha vivido, incidencias graves ni de inseguridad en la comunidad autónoma, y ha agradecido la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como la colaboración ciudadana.

En una comparecencia desde la sede del 112 Cantabria tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa, Gómez de Diego ha explicado que desde los primeros momentos del apagón se activó un comité de crisis dentro de la Delegación del Gobierno y se estableció un contacto permanente con las diferentes áreas de la Administración General del Estado.

La delegada ha indicado que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil reforzaron su presencia en las calles y en las vías de comunicación desde el mediodía, medida que se mantendrá durante el horario nocturno. El tráfico en la red de carreteras estatales ha transcurrido sin alteraciones, y agentes de la Agrupación de Tráfico se han desplegado en puntos considerados potencialmente conflictivos.

El Equipo ROCA de la Guardia Civil, especializado en el ámbito rural, ha visitado centros de atención 24 horas y ha prestado especial atención a personas vulnerables para garantizar su bienestar durante la interrupción del suministro eléctrico.

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