El 'centro-covid' de Meruelo, un recurso de enorme valor

«Quizá debió abrirse antes», reconoce la consejera Álvarez. «Pero, en todo caso, se abrió en cuanto se pudo», asegura la consejera de Empleo y Políticas Sociales, que, una vez más, muestra su «gratitud» a la gerencia de esta instalación.

«Se valoraron varias fórmulas para aliviar a las residencias, entre ellas una cuarentenable, pero nos decantamos por esta», dice la gerente del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez, para quien disponer de una instalación de estas características –en la que poder aislar a personas dependientes procedentes de distintas residencias que habían dado positivo en el test– «fue una buena táctica».

Al frente quedó la gerente del Grupo Calidad de Dependencia y máxima responsable del centro en tanto estuviera destinado a tal fin, Gema Díaz.

«Fue un completo acierto, sí. Porque con este recurso conseguimos que, en cierto modo, otras residencias pudieran liberarse de la enorme tensión que les estaba empezando a causar el hecho de tener que aislar a los residentes que habían dado positivo del resto de los usuarios en la misma instalación».

Ella también piensa que, aunque atinada, la decisión de abrir ese 'centro-covid' fue algo tardía. «Si se hubiera puesto en marcha antes, quizá muchas residencias hubieran podido enfrentarse a esta situación en mejores condiciones», cree Díaz, que, con todo, justifica la demora.

«Había que sacar a los residentes habituales y buscarles plaza en otros centros de nuestro grupo, trasladar sus enseres, realizarles loas test de coronavirus... Ese proceso no se hace en dos días», explica la gerente, que, lo mismo el resto de sus colegas, entiende que urge una mejor coordinación entre los servicios sanitarios y sociales por lo que a este sector se refiere.