Cuatro de los diez ahogados este año en Cantabria sufrieron un paro cardiaco
La cifra de fallecidos en entornos acuáticos ya iguala la de 2024, con cuatro meses por delante. En España el número de muertos es el más alto desde que hay registros
Cantabria ha registrado diez víctimas por ahogamiento en lo que va de año –uno más que en 2024, con cuatro meses por delante aún–. Siete ... de ellas perdieron la vida entre junio y agosto. Ayer mismo, el servicio de emergencias 112 tuvo que intervenir en la playa de Loredo para atender a un bañista que estuvo a punto de ahogarse. En este caso, fue rescatado del agua por los surfistas con «síntomas de preahogamiento con pérdida de consciencia» y el incidente quedó en un susto. Pero no siempre es así. De hecho, 2025 se perfila como un año negro en cifras de ahogamientos en España tras un verano «especialmente preocupante». Hasta 368 muertes tiene registradas la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, la cifra más alta desde que se elabora el informe. Y un estudio propio de la Escuela Segoviana de Socorrismo, en cuyo tratamiento de los datos participan investigadores del Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad de Cantabria, eleva el balance hasta 408 (320 hombres y 88 mujeres), el segundo peor dato de su serie estadística (2013-2025).
En buena parte de estos sucesos se repite el mismo patrón:«Son personas mayores o con importantes patologías previas que, tras sufrir una contrariedad, fallecieron en el entorno acuático», cuenta David Peinado, coordinador de Emergencias de Cruz Roja Cantabria. Esas patologías previas afectan en muchos casos al sistema cardiovascular que, frecuentemente, deriva en paros cardiacos. Por eso muchos de estos casos tienen como origen primario del deceso esa insuficiencia cardiorrespiratoria. Ha sucedido con al menos cuatro casos de los diez documentados en lo que va de año. Fue la circunstancia que sufrió el pasado 21 de marzo un vecino de Castro Urdiales, de 45 años, que falleció, según confirmaron días después los rescatadores, víctima de un infarto. Según informaron a este periódico fuentes de la investigación, el suceso tuvo lugar en torno a las diez de la mañana cuando este buceador, muy conocido en el municipio costero, se encontraba pescando junto a un amigo y empezó a encontrarse indispuesto, soltó el arpón y terminó perdiendo la vida en tierra.
Algo ocurrido parecido en el caso de otro hombre, vecino de Ganzo, que se precipitó repentinamente al embalse de Palombera el pasado 16 de mayo mientras pescaba en la localidad de Riclones (Rionansa). Ya en el momento se apuntó al infarto como causa de la caída por lo que explicaron los testigos. Y en el caso de los dos hombres que perdieron la vida el 27 de julio, las causas fueron las mismas. El primero tuvo lugar en la playa de Luaña, en Cóbreces, donde un hombre de 64 años, natural de Madrid, tuvo que ser rescatado por los socorristas en parada cardiorrespiratoria en una zona de baño que no presentaba complicaciones. El hombre padecía una enfermedad cardiaca. Y ese mismo día, horas más tarde, la tragedia se repetía en La Maruca, en Santander. Un hombre de 70 años, vecino de Santander, falleció en esta playa tras sufrir un paro cardíaco. A la lista de muertes contabilizadas en Cantabria hay que sumar el caso de una mujer asturiana de 52 años desaparecida en Llanes y que fue hallada en el río en Treceño el pasado marzo.
«Si bien los varones y, en general, las personas de más de 60 años son quienes tienen un mayor número absoluto de fallecidos, cuando se analizan las cifras con más detalle se aprecia que el riesgo existe en todas las edades y que hay que hablar de 'picos estadísticos' antes que de 'perfiles de riesgo'», apuntan desde la Escuela Segoviana de Socorrismo.Su informe refiere once fallecimientos este año en Cantabria, al añadir al recuento al menor de 12 años que se precipitó en agosto por los acantilados en Castro Urdiales mientras jugaba.
El balance de ahogamientos este año, sin embargo, dista de los años más negros de la historia reciente en la región, donde hay que señalar 2019, en que se contaron 22 ahogados, o 2017, en que hubo que lamentar 24 fallecidos por esta causa, según el informe de la Escuela Segoviana de Socorrismo.
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