La Fundación Oso Pardo descarta la muerte de ejemplares por el fuego, que sí afectó a su hábitat
La entidad apunta que esta especie tiene una «gran capacidad para huir»: «Creemos que no habrá habido mortalidad asociada a las llamas»
El Gobierno de Cantabria ha tomado la decisión de reducir a preemergencia el Plan de Emergencias que puso en marcha la semana pasada por la proximidad de los incendios de Asturias y Castilla y León ... a la comunidad autónoma al estar ya extinguidos los focos fuera del territorio de la comunidad autónoma. El Ejecutivo ha apuntado que con esta desescalada se desactivan el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), y el Puesto de Mando Avanzado (PMA) de Cantabria, pero se continuarán realizando tareas de vigilancia y seguimiento de su evolución Ahora, tocará evaluar las consecuencias y el daño ambiental. En ello está ya la Fundación Oso Pardo (FOP), que sigue con mucha preocupación los incendios que estos días afectan a la cordillera Cantábrica y que advierte de que se han calcinado «áreas críticas» para esta y otras especies, si bien confía en que no haya ningún plantígrado fallecido por el fuego.
Se han quemado «extensiones muy amplias de áreas de interés» para los osos, tanto de refugio e hibernación como de alimentación. «Es extenso el impacto, lo evaluaremos cuando termine esta pesadilla», explica el presidente de la Fundación, Guillermo Palomero, que confía en que los incendios no hayan provocado la muerte de ningún ejemplar, porque es una especie «con mucha capacidad para huir» de amenazas como el fuego. «Creemos que no habrá habido mortalidad asociada o que, en todo caso, será muy testimonial», apunta el presidente de la FOP.
Cantabria desescala al nivel de preemergencia y desactiva el CECOP y el PMA, pero desde el Ejecutivo se continuarán realizando tareas de vigilancia y seguimiento de su evolución
En España, la población cantábrica de oso pardo se estima en unos 370 ejemplares, según el último censo elaborado en 2020 por las autonomías (Cantabria, Asturias, Castilla y León y Galicia) en las que habita la especie, que ha conseguido pasar de estar en peligro crítico de extinción al siguiente nivel (peligro de extinción), y que ahora avanza hacia la categoría de vulnerable.
Programa de seguimiento
Al haberse quemado tanta superficie de interés en la cordillera Cantábrica, zona rica en frutales, no se descarta que los osos se vean obligados a moverse de sus áreas habituales de influencia. Es posible, explica, que las hembras con crías busquen territorios con «suficiente calidad» para sacar adelante a sus camadas cerca de las zonas calcinadas porque se mueven por superficies menores que los machos.
Esos posibles desplazamientos se van a poder analizar, ya que la Fundación Oso Pardo, en colaboración con la Junta de Castilla y León y el Principado de Asturias, tiene geolocalizados varios ejemplares que, aprovechando cuando se acercan a los núcleos de población, son marcados con collares emisores u otros mecanismos de seguimiento.
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