Una gran noche de graduación por 160 euros
Tras dos años de parón por la pandemia, los jóvenes cántabros vuelven a recoger sus diplomas y festejar el fin de curso con normalidad
Jóvenes endomingados que vuelven a casa de madrugada con la corbata en la cabeza –ellos– y los tacones en la mano –ellas–, después de una ... noche de fiesta para despedir el curso: esa estampa, tan común en los meses de mayo y junio, había desaparecido, como tantas otras cosas, por la pandemia. Hasta ahora. «Ha sido un año de estudio muy duro y hemos podido disfrutar aunque sea un día», cuenta Celia Sánchez, una joven santanderina que acaba de terminar segundo de bachiller y lo ha festejado por todo lo alto. Y es que las graduaciones como las de antes, han vuelto.
Los primeros en cambiar apuntes por birretes han sido los alumnos de segundo de bachiller, que despidieron el curso a lo grande. Sánchez explica que tanto ella como sus compañeros tenían marcado ese día en rojo en el calendario como el evento del año. «Hemos estado todo el curso pensando en ello y por fin ha llegado. Nos examinamos de la EBAU en una semana y al menos hemos podido saborear un poco de esa ansiada libertad».
«Todo lo que conlleva graduarse es caro pero todo el mundo de mi edad lo ha hecho así. Es un día bonito»
Celia Sánchez | ESTUDIANTE
La cuestión es que, como toda gran celebración, también conlleva un gran gasto: el modelo para la ocasión puede rondar los cien euros, que se sumarán a los sesenta de la cena y la juerga posterior a la graduación, aunque no todos los alumnos vayan a gastarse lo mismo en esa gran noche. «Si te paras a pensarlo, es muchísimo», reconoce Sánchez. «Toda la gente que conozco de mi edad lo ha celebrado de forma muy parecida y lo entiendo. Es un acto bonito, de despedida. Ponemos fin a un ciclo y aunque parezca desmesurado, para nosotros supone mucho».
Se trata de una moda implantada hace aproximadamente quince años y que ya no puede considerarse pasajera. «Yo he reutilizado los zapatos y el bolso porque me parecía un gasto totalmente innecesario, pero el vestido sí que me lo compré». Y explica que alguna de sus compañeras tenían el vestido preparado desde hacía meses. «A mí me pilló más el toro por los exámenes». Los chicos de su clase, en cambio, son más ahorradores. «Hicimos la confirmación en septiembre y muchos de ellos han reutilizado el traje que se pusieron en esa ocasión».
«Hemos esperado un poco más para celebrar el acto de despedida pero así garantizamos el buen tiempo»
áNGEL mERODIO | IES Santa Clara
Sánchez y sus compañeros cenaron en el comedor del colegio –las Esclavas– junto a sus profesores. «Eso que nos ahorramos», reconoce la joven estudiante. Pero el festín no termina aquí. A esto hay que sumarle la fiesta tras el acto. A las 23.00 horas pusieron rumbo al Maremondo. «Pagamos 25 euros y teníamos reservada una fiesta exclusiva para los del colegio durante un par de horas».
Gregorio del Amo, dueño de varias discotecas del centro de Santander, reconoce que mayo, y especialmente junio, «la época en la que los chavales terminan los exámenes, es bastante fuerte. Además es el principio del verano, la mejor época del año para el sector de la noche».
«Los alumnos y sus familias viven el fin de curso con muchísima ilusión. Es el evento del año»
norberto garcía | IES Montesclaros
A los alumnos de segundo de bachiller del Instituto Santa Clara todavía les toca esperar un poco más para despedir el curso. Pero merecerá la pena: «Así nos aseguramos el buen tiempo», explica Ángel Merodio, jefe de estudios del instituto. «Normalmente, antes de la pandemia, solíamos realizar la graduación al terminar los exámenes finales de mayo, pero el año pasado esperamos a junio para poder celebrarlo en el exterior. Funcionó bien, así que repetimos». Con la diferencia de que esta vez, sí que podrán asistir los familiares de los graduados.
Actos «a lo grande»
El Instituto Pereda también celebró la pasada semana su «gran» acto de graduación. «Como tenemos un salón de actos muy grande, el año pasado pudimos realizar el evento de despedida, pero con muchísima precaución y con la presencia solo del alumnado. El otro día fue otra cosa, volvimos a lo de antes», cuenta Elena Vicente, directora del centro. «Asistieron las familias y fue una gala muy emotiva. Especialmente para los alumnos, que lo han vivido durante todo el año con muchísima ilusión. Estamos muy satisfechos por como salió todo».
«Mayo y especialmente junio, la época en la que los estudiantes terminan los exámenes, es fuerte para nosotros»
Gregorio del amo | Sector hostelero
En el Centro Universitario Cesine, más de lo mismo. «Nosotros ya celebramos en noviembre de 2021 las graduaciones que estaban pendientes por la pandemia. En esa ocasión se guardaron todas la medidas de seguridad que requería el momento sanitario; en la que hemos hecho el sábado 16 de mayo las medidas han sido tomadas acorde a un momento en el que ya no hay tantas restricciones», dicen desde el Departamento de Comunicación del centro. «No obstante, algo ha quedado en nuestro interior, porque lo hemos hecho en un espacio amplio, que permitía espacios para quien buscase más seguridad. Hubo una buena ventilación y se buscó que nadie tuviese miedo en el evento».
El resto de centros públicos de la región celebrará la despedida del alumnado de segundo de bachiller el próximo 10 de junio. En el Instituto Montesclaros será un acto «a lo grande», según ha reconocido Norberto García, director del centro y portavoz de los directores de institutos en la región.
«Ha sido un evento a lo grande. Como los de antes de la pandemia. Teníamos muchas ganas y estamos satisfechos»
Elena Vicente | IES Pereda
«Este es un evento que no solo gusta y anima a los alumnos, también a las familias, y es uno de los más esperados. Ahora, que por fin puede celebrarse sin restricciones, la gente tiene más ganas aún. Llevamos todo el año preparándolo «y promete mucho», explica el director. «Entre alumnos, autoridades y familias calculamos 500 personas».
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