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Dos personas se protegen de la lluvia con un paraguas mientras pasean por el centro de Santander. Roberto Ruiz
De una gran sequía a los doce meses más lluviosos de la última década

De una gran sequía a los doce meses más lluviosos de la última década

El año hidrológico se cerró ayer en Cantabria con un superávit de precipitaciones en todas las comarcas. En el litoral cayó un 50% más de agua de lo normal

Daniel Martínez

Santander

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Martes, 2 de octubre 2018, 07:17

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Los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirman que agosto y septiembre fueron especialmente secos en la región, pero no lo suficiente para hacer olvidar a los cántabros los largos episodios de lluvia que se han sucedido a lo largo del invierno y la primavera ni para cambiar la tendencia de superávit de precipitaciones que se prolonga desde entonces. A falta de incorporar a la estadística los últimos datos, todo indica que el año hidrológico que se cerró ayer fue el más húmedo de la década en la comunidad autónoma.

El método que utiliza la Aemet para comprobar hasta qué punto el periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2017 y el 30 de septiembre de 2018 fue húmedo o seco es sencillo. Pura comparación. Por un lado, la suma de las precipitaciones acumuladas en sus estaciones de medición en los últimos 365 días y por otro la media de estos registros en ejercicios anteriores desde 1981. Y el cotejo no deja lugar a dudas. Un ejemplo claro es el de Santander. Este año hidrológico se acaba de cerrar con 1.746,5 litros, frente a los 1.129 'normales' para este periodo. Así, el superávit hídrico se sitúa en el 50%, unos datos poco habituales por elevados. Mucho más después de cinco años consecutivos en los que, en mayor o menor medida, venía ocurriendo justamente lo contrario.

LOS DATOS

  • 1.747 litros por metro cuadrado se recogieron en Parayas en el año hidrológico que acabó ayer.

  • 1.129 litros por metro cuadrado se registran, de media, cada año.

  • 473 hectómetros cúbicos de agua tiene el pantano del Ebro, frente a los 142 de hace doce meses.

José Luis Arteche, delegado de la Aemet en Cantabria, señala que este porcentaje podría haber sido aún más elevado si agosto y septiembre se hubieran comportado como acostumbran. Hasta el 31 de julio la diferencia era de un +59%. «A pesar de este final del año hidrológico que hemos tenido, el superávit se mantiene de sobra». La explicación es que la pasada primavera «se prolongó mucho, igual que ahora se está prolongando el verano». A ello hay que añadir que «veníamos de un invierno en el que igualmente hubo muchas precipitaciones» tanto líquidas como sólidas.

Además, apunta que esta situación se repite no sólo en el litoral, sino en todas las comarcas. En la zona de Cabuérniga, a tenor de los datos que arroja la estación de Terán, llovió un 50% más que en la media de los últimos 40 años. Los prados están también más verdes de lo normal en Liébana, aunque allí la cifra es algo más discreta, en torno al 38%, mientras que en Campoo y Valderredible fue del 15%. En números, se pasó en este último emplazamiento de unos 665 litros por metro cuadrado anuales a los casi 800 de la temporada que acaba de finalizar.

El pantano, el mejor ejemplo

Precisamente las lluvias que se produjeron en esta zona, sumadas al deshielo de la nieve que se almacenó desde el pasado mes de noviembre en las cumbres, fueron las que contribuyeron a que el pantano del Ebro alcanzara cotas que no se veían desde hacía tiempo. Este año hidrológico, el embalse ganó 331 hectómetros cúbicos, el mayor dato de la década. En 2017 perdió 90, los mismos que en 2016, mientras que en 2015 se dejó otros 110. Hay que remontarse hasta 2013 para ver resultados positivos (223 hectómetros), aunque no tan abultados como los actuales.

La Aemet avanza que este fin de semana, a partir del sábado, volverán las precipitaciones a Cantabria y que estarán acompañadas de un descenso notable de las temperaturas. Será un episodio «puntual» que, una vez finalizado, dejará de nuevo paso al tiempo estable.

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