Un hombre se suicida después de apuñalar a su expareja en Peñacastillo
El cuerpo del agresor apareció en el polígono de Morero, en Guarnizo, con un disparo de pistola. La mujer, cuya vida no corre peligro, permanece ingresada en Valdecilla
Un hombre de 57 años y de nacionalidad portuguesa se quitó la vida el pasado martes en el polígono industrial de Morero, en Guarnizo (El Astillero). La Jefatura Superior de Policía Nacional en Cantabria ha confirmado que este suceso está relacionado con un episodio anterior; en concreto, con una agresión que se investiga como un posible caso de violencia machista que tuvo lugar pocas horas antes en el barrio santanderino del Primero de Mayo. Al parecer, después de apuñalar a su expareja y de provocarle varios cortes, el individuo huyó del lugar y se suicidó. La mujer, de 38 años, continúa ingresada en el Hospital Valdecilla, según estas mismas fuentes, aunque las heridas no son de relevancia y no corre peligro.
La mujer había presentado varias denuncias por violencia de género contra él, la primera en 2005 y la última el pasado 17 de septiembre. Entre ambas fechas había solicitado medidas cautelares contra él y en la última había pedido protección, que todavía no se le había concedido.
El referido apuñalamiento tuvo lugar alrededor de las 11.30 horas en la calle Primero de Mayo. En concreto, en el exterior de uno de los portales situados junto al bar Mi Casa. En la vivienda allí situada habían residido ambos, como apuntan los vecinos. Con un arma blanca, el fallecido atacó a su excompañera sentimental. La puñalada más grave le afectó a la clavícula y el resto fueron de menor relevancia. Los testigos apuntan que, aunque no perdió la consciencia, la escena fue muy impactante por la gran cantidad de sangre que tenía la mujer en la ropa. Hasta el lugar se desplazaron los servicios sanitarios, que trasladaron a la víctima hasta el hospital.
Las autoridades policiales pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda del agresor. Pero no llegaron a tiempo. El cuerpo apareció alrededor de las 13.30 horas junto al camino del polígono de Morero, tal y como confirmó ayer a este periódico el alcalde de El Astillero, Francisco Ortiz. Varios trabajadores de esta zona industrial encontraron el cadáver y dieron aviso a las autoridades. Hasta allí se desplazaron los agentes de la Policía Local del municipio, y junto al hombre ya muerto encontraron un arma de fuego. En concreto, «una pistola pequeña» y posiblemente «de calibre 22».
Fuentes policiales apuntan que el hombre pudo acabar con su vida por temor a represalias de su familia política
La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación de esta muerte. Enseguida se ataron cabos y el caso quedó en manos de la Policía Nacional, que apenas ha facilitado datos. «Aparentemente», el fallecido no presentaba signos de violencia ni había indicios de delito alguno. Todo apuntaba a que había sido él mismo el autor del disparo, como así certificó la autopsia que se realizó ayer por en el Instituto de Medicina Legal de Santander. Ayer fue trasladado al tanatorio de Río Cabo (Torrelavega), desde donde su cadáver será conducido hoy hasta La Coruña, por expreso deseo de sus seres queridos.
Fuentes policiales afirman que él era un viejo conocido de los agentes, que se dedicaba a la venta de globos de feria y que habitualmente se le veía circulando al volante de una furgoneta Mercedes Sprinter. Además, consideran que la hipótesis más probable es que decidiera quitarse la vida por temor a sufrir represalias por parte de su familia política.
La Delegación del Gobierno no confirmó el miércoles -tampoco la Policía Nacional ni el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria- si la víctima tenía algún tipo de medida de protección. Pero este jueves se ha sabido que sí, que ella había presentado varias denuncias contra su expareja, alguna ya en el año 2005 y que en la última, el pasado mes de septiembre, había solicitado incluso protección.
El titular del Juzgado de Instrucción 4 de Santander, que se encontraba de guardia cuando fue avisado por la Guardia Civil de la localización del cadáver, se desplazó hasta Guarnizo para levantar el cuerpo.
Tras recibir el informe del médico forense, el juez ha dado el visto bueno al proceso de enterramiento. Por su parte, la presunta agresión machista está en manos del juzgado especial de Violencia contra la Mujer.