Homenaje a los valientes 'espartanos'

El Club de Lucha Esparta de Reinosa recibió la semana pasada en Venialbo (Zamora) un homenaje por su gran labor de rescate en el accidente en el que once personas resultaron heridas de gravedad, después de que volcase el autobús en el que viajaban en la A-1 cerca de Lerma (Burgos). El pasado 25 de febrero nunca lo olvidarán los miembros de este equipo. «Ahora que lo recuerdo, te toca dentro», cuenta Tomás Ramos, presidente del club y delegado cántabro de lucha.

Los miembros de este club volvían del campeonato de España de lucha grappling -modalidad basada en técnicas de agarre-, celebrado en Sagunto (Valencia), cuando vieron un autobús que había caído de la autovía. Sin pensarlo, aparcaron en el arcén la furgoneta donde viajaban y bajaron el terraplén de la carretera para rescatar a los heridos que pudiera haber. Tomás es policía local y tiene conocimientos de primeros auxilios, por lo que comenzó a coordinar a su equipo de lucha para las labores de rescate y les preparó para lo que iban a ver. «Pensábamos que podría haber muertos. Mirábamos el pulso y quienes estaban inconscientes», relata el presidente del club Esparta. Sacaron a los pasajeros que aún estaban en el interior y valoraron quiénes eran los heridos de mayor gravedad. Cuando llegó la Guardia Civil y los servicios de emergencia, los luchadores decidieron evacuar el primero a Horacio Vasallo y ese gesto «salvó su vida».

Después de estos hechos, y cuando Horacio ya se había recuperado de sus graves heridas, la familia del accidentado se puso en contacto con Tomás Ramos e, incluso, fueron a visitarle a Santander. «La madre tiene guardado mi teléfono como 'ángel de la guarda'», cuenta orgulloso el delegado cántabro de lucha, «es un chaval joven y tiene mucha vida por delante». También les llamó el alcalde de Venialbo, el municipio donde reside Horacio, para decirles que se les haría un homenaje, algo que los luchadores no creyeron que se fuese a realizar, que era «el calentón del momento», hasta el pasado miércoles 15 de agosto, cuando todo un pueblo aplaudió la valentía y la actitud altruísta y humanitaria de este grupo de valientes. Miguel Ángel Revilla les dirigió una carta en la que mostró su «admiración por su reacción sin dudarlo al socorrer a las víctimas del accidente».

En el acto se les entregó un trofeo con la figura de Viriato -luchador lusitano- en el palco del Ayuntamiento. «Son tan grandes y fuertes que no entran por la puerta», bromeaba Jesús Vara, alcalde de Venialbo y responsable del homenaje. «Este año queremos poner en valor conductas altruistas como la de estos luchadores», apuntaba. Los 'espartanos' también quisieron tener un detalle con Horacio y le entregaron un polo negro del club. Tomás Ramos ofreció unas palabras a la multitud que seguía el acto y aseguró que estos luchadores han conseguido fuera del tapiz «la medalla más importante: salvar una vida», algo que, dice, siempre cuenta a los chavales.

Tomás Ramos, Antonio Fuarros, Alejandro García, Tico Bairamov, David Rodríguez y Hamza Naghmouchi fueron los héroes aquella mañana de febrero. Los tres primeros acudieron al homenaje y ofrecieron una exhibición de lucha.