La huella en Cantabria del polémico ilustrador con diseños casi idénticos

Y es que ha presentado cientos de ilustraciones muy parecidas en Sestao, Barbadás (Orense), Pedro Muñoz (Ciudad Real), Irún.. lo que ha hecho saltar las alarmas entre los usuarios de las redes sociales. Incluso varios usuarios de X (antes Twitter) han pedido a la inteligencia artificial diseños en los que se vea una mujer de edad avanzada, con máscara de carnaval y plumas de colores a la vez que cose y el resultado devuelto por la aplicación es prácticamente un calco de las creaciones propuestas por el diseñador murciano.

Este capítulo ha puesto otra polémica sobre la mesa. Y es que Rubén Lucas se apunta a todo. Literalmente. Una búsqueda rápida en internet arroja decenas de páginas con su nombre encabezando titulares por triunfar con los primeros premios en todo el país. Según las estimaciones de algunos medios a raíz de la polémica, ha embolsado alrededor de 115.000 euros en más de 170 concursos convocados por ayuntamientos de toda España para sus fiestas patronales y Carnavales. De hecho, sólo en lo que va de 2024 ha logrado llevarse cinco premios, uno por semana.

Por supuesto esa huella creativa, ahora puesta en duda, ha pasado por Cantabria. No con los controvertidos diseños de las últimas fiestas carnavalescas, pero Rubén Lucas es un viejo conocido en los ayuntamientos cántabros. Un vistazo rápido a la hemeroteca basta para encontrar al menos 12 premios en los últimos diez años en Cantabria, con los que ha ganado casi 10.000 euros, 9.900 euros en concreto. El último que acabó en sus manos fue el de los Carnavales de Santoña en 2023. Todo después de arrasar en las fiestas de 2022: primer premio en los carnavales de Santoña, también en los de Laredo, Fiestas de la Virgen Grande en Torrelavega y las patronales de Noja.

Y de no ser por esta controversia, su trayectoria hubiera quedado en la sombra, ya que hasta ahora ha mantenido un perfil muy discreto. De hecho, no tiene cuentas de redes sociales y ha demostrado su carácter reservado al no hacer declaraciones tras la avalancha de mensajes y críticas recibidas.