«La industria de la salud es una vía de desarrollo regional si remamos juntos»
Galo Peralta | Director de gestión de la Fundación Idival en Valdecilla ·
Cuatro años después de su creación, el Instituto de Investigación Sanitaria alcanza su récord de presencia internacional: «Se puede hacer algo ambicioso con financiación estable»Galo Peralta (Madrid, 1964) habla de investigación, pero en vez de mencionar las siglas I+D+i recurre a los pasillos de un hospital para ... poner en su contexto los hallazgos científicos que a «medio y largo plazo» empiezan a dar resultados con un fin claro: «La ciencia persigue salvar vidas», dice, y para ello, cita los ensayos clínicos que evalúan la efectividad o no de tratamientos, la reacción de cada paciente, la evolución de una enfermedad. Esa es la ciencia de la que habla el Idival, la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla que la pasada semana celebró la reunión del Patronato en la que cuadraron las cuentas de 2018 y también sumaron logros. Con 450 artículos publicados, en cuatro años han pasado «de 1.795 puntos de factor de impacto a 2.296», dice en alusión al ritmo de crecimiento de una institución con 120 personas contratadas.
–¿Qué significa que el Idival supere «por primera vez» los 2.200 puntos de factor de impacto?
–Es una referencia a la cantidad de veces que otras instituciones a nivel mundial referencian lo que tú haces y señala en qué medida resulta relevante desde un punto de vista científico porque lo nombran. Es un indicador de visibilidad, de presencia internacional, aunque es imperfecto, porque el indicador final es el de salvar vidas que es lo que queremos con la ciencia.
–¿Es posible medir ese indicador final, el de salvar vidas?
– Esto es muy difícil de medir, ninguna institución tiene ese dato real. No se puede saber cuántas vidas salvamos porque los efectos que va a tener una investigación sobre los pacientes es a medio largo plazo, o incluso a larguísimo plazo. Desde que empieza una investigación y publica sus primeros hallazgos de impacto hasta que llega a los pacientes pueden pasar 20 años para salvar una vida. Por eso se utilizan marcadores subrogados, que son la importancia que le dan los demás a lo que tú haces.
«Desde que empieza la investigación hasta que llega al paciente pueden pasar fácilmente 20 años»
–¿En qué materias está trabajando el Idival?
– Es una suma de partes. Es una fundación con personalidad jurídica que contrata gente y gestiona fondos. Hay 120 personas contratadas, y forman parte el sistema sanitario público de Cantabria y la Universidad de Cantabria, y ahí se congregan muchas personas y de proyectos. En total, sumando los grupos de investigación, Idival vincula a 650 personas, de las cuales 120 están contratadas por Idival y el resto provienen de la UC y fundamentalmente del Hospital Valdecilla.
–En campaña electoral, los candidatos proponían crear un gran centro de referencia basada en la industria de la salud, en el entorno de la Residencia Cantabria. Esta idea, más allá de estar en programa electorales, ¿la ve viable?
–Uno de los ejes del movimiento económico y social que tiene Cantabria es la salud y es Valdecilla, que se lleva el 15% del presupuesto de la comunidad autónoma. Hay que rentabilizar ese conocimiento y esa actividad, y explotarla al máximo con el fin último que es salvar vidas y cuidar pacientes, pero también en todo aquello que va alrededor y la generación de conocimiento es un valor importante que puede generar dinero. De hecho, 120 personas están contratadas con ayudas y subvenciones que vienen de fuera.
–¿Hasta qué punto es viable darle más dimensión como algo empresarial o centro de innovación?
–La pregunta es compleja porque requiere estrategias muy bien articuladas e inversiones. En otros países se ha hecho, está el modelo Singapur, el modelo holandés, Boston, el de Sillicon Valley y a veces en sitios no tan grandes. Si todos nos ponemos a remar en la misma dirección y con recursos estables en el tiempo se puede hacer cosas ambiciosas. Hasta dónde se puede llegar, no tengo toda la capacidad para contestar a esa pregunta, pero sí creo que es una posible vía de desarrollo para Cantabria y en cierto modo es viable.
«Hay muchas líneas, pero destacaría las dedicadas a hematología, trasplantes y neurociencias»
–La financiación ha superado este año los dos millones de euros entre fondos públicos y privados. ¿Cuál es la perspectiva para el curso 2019-2010?, ¿son autosuficientes para mantener ese nivel de investigación?
–En el 2018 ha sido cinco millones de euros; de estos, dos millones provienen del Gobierno de Cantabria y el resto de financiación externa, son contratos, donaciones y subvenciones. Es decir, que por cada euro que aporta el Ejecutivo, aproximadamente vienen dos de fuera.
–¿Qué líneas de investigación mantienen abiertas ahora mismo?
–Hay que aclarar un poco esto, porque en realidad el centro físico es el Hospital Valdecilla y ahí se está investigando constantemente: producen mucha ciencia con una visión aplicada a los propios pacientes; cómo se manifiestan las enfermedades, cuál es el mejor sistema diagnóstico, porqué se mueren o porqué sobreviven, cual es la mejor terapia para determinados pacientes... sólo así se puede entender la enorme diversidad de líneas en la medida que se investiga en todo el hospital. Hay líneas muy potentes, pero para resumir destacaría el área de trasplante, ya que es el hospital de referencia de toda España y el número 1 del mundo. Destacaría también otro gran área que es la de neurociencias, con una trayectoria de gran recorrido, y por último, en el área de hematología, con investigación en los cánceres de la sangre y tejidos sanguíneos. Hay muchos proyectos clínicos y me dejo muchas cosas fuera, pero por identificar las principales hablaría de esas tres.
–La financiación es uno de los grandes límites de la ciencia, pero ¿y el límite de la ética?
–La ética en la ciencia es un tema crítico porque afecta tanto a lo que se puede y no se puede hacer en ciencia. La experimentación en personas es delicadísima, el uso de sus datos, las muestras biológicas, el balance beneficio-riesgo, la modificación genética que tiene consecuencias que aún no conocemos. En qué investigamos y cómo investigamos es la pregunta que siempre hay que hacerse.
–La ciencia ejerce la investigación en ese uso de datos, ¿en España se respeta?
–En España tenemos un sistema enormemente garantista con la investigación y siendo todo mejorable, tenemos muchas garantías y respetando los derechos de los pacientes, informando y manejando las muestras adecuadamente. En países con nivel menores de regulación o protección es distinto.
–El caso de China, por ejemplo, donde sí está permitido investigar con embriones, mientras que en España está prohibido...
–Efectivamente, esto en España no se da de ninguna de las maneras. Tenemos un buen sistema sanitario y garantista desde un punto de vista legal desde el ámbito de la ciencia. A veces, incluso, demasiado duro en cuanto al rigor.
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