Jacobo Vidal declaró que Novo Banco ya sabía en junio de 2019 que existían irregularidades
El único investigado por la presunta estafa dice que la entidad estaba al tanto y esta solicita que se impute a otros tres trabajadores de la sucursal de Santander
Novo Banco sabía que algo olía a podrido en su oficina de Santander antes de que la Justicia comenzara a investigar a principios de este ... año una presunta estafa de alrededor de 50 millones de euros y 76 afectados. Eso es, al menos, lo que defendió Jacobo Vidal ante la jueza el pasado mes de febrero, cuando comenzó la instrucción del caso. El único imputado y la persona que durante tres lustros se ganó la confianza de los inversores para que dejaran los ahorros en sus manos con la promesa -cumplida hasta que todo saltó por los aires- de intereses superiores a la media del mercado señaló que la entidad financiera no era ajena a la existencia de irregularidades en la oficina de la calle Hernán Cortés.
En la que hasta hoy es su primera y última declaración, ya que la crisis sanitaria ha retrasado las siguientes citaciones en el complejo judicial de Las Salesas, Vidal subrayó que Novo Banco realizó una auditoría interna en junio de 2019 y ahí detectó lo que meses después llevó a los clientes a sospechar que una parte importante del dinero se había esfumado: que las posiciones que el asesor entregaba puntualmente a los inversores para que estos comprobaran cómo su capital seguía creciendo no eran las reales. Que los números no encajaban. Las cifras eran muy altas sobre el papel, pero en la realidad algunas cuentas con decenas de miles de euros estaban ya a cero y otras habían retrocedido sustancialmente.
En torno a ese aspecto gira toda la estrategia de defensa de Jacobo Vidal. Lo hace desde que su abogado se presentara -a petición del defendido- de manera voluntaria ante las autoridades judiciales para dar cuenta de unos hechos presuntamente delictivos. Posteriormente, ya en persona, el 13 de febrero, el encausado repetía que la pérdida del dinero se debía a «malas inversiones». Nada intencionado.
Vidal aseguró que una auditoría descubrió hace ya un año que las posiciones que notificaba a los clientes eran falsas
El banco ha realizado una investigación interna y ahora también apunta al exdirector de la sucursal y a las dos interventoras
Porque Vidal entiende que él no sería, al menos, el único responsable de los tres delitos que se investigan actualmente: estafa, falsedad documental continuada y administración desleal. Todo ello a la espera de los resultados de la investigación que el juzgado ha encargado a la Agencia Tributaria y otras administraciones especializadas en la detección de blanqueo de capitales. Hay sospechas en este sentido y por eso la primera instructora, una jueza sustituta que pasó los bártulos a la titular hace escasas semanas, abrió camino en esa dirección.
¿Y qué dice el banco? Pues todo lo contrario. En resumen, circunscribe el asunto y cualquier responsabilidad a su oficina de Santander, que cerró el pasado mes de diciembre a causa de un ERE. Un cierre que nada tiene que ver con estas presuntas irregularidades, pero que pudo ayudar a que se destapara el asunto. Novo Banco no se conforma con apuntar a Jacobo Vidal, sino que cree que las responsabilidades son compartidas con otros integrantes del equipo de la sucursal.
Junto a los 700 folios aportados en un 'pen drive' con la documental solicitada por el juzgado se adjuntaba también un escrito para que el director de la oficina y dos interventoras se unan a Vidal como investigados. La compañía, con sede en Portugal, da este paso después de llevar a cabo un informe forense con el fin de «determinar el alcance de la actuación ilícita del exempleado contra clientes y el propio banco». De momento, el juzgado no se ha pronunciado al respecto de esta petición.
Este punto es importante para el avance de la investigación. En un principio, estos tres profesionales iban a ser llamados a declarar como testigos. Y como testigos tienen la obligación legal de decir la verdad. En cambio, como investigados, sus garantías procesales son mayores y no tendrían por qué declarar nada que fuera contra sus intereses particulares. No pudieron acudir como consecuencia de los retrasos que ocasionó la crisis sanitaria del covid-19. Tampoco otros testigos -incluidos afectados de la presunta estafa- cuya información se considera de relevancia para conocer detalles sobre el elevado nivel de vida de Vidal.
Sí se pronunció el juzgado sobre la situación procesal de Novo Banco. La entidad es ya responsable civil de los hechos, por los que podría tener que hacer frente a los perjuicios ocasionados por su exempleado. La duda ahora es si se puede personar como afectada o es también responsable penal. Ese asunto está ya en instancias superiores y será la Audiencia de Cantabria quien lo decida.
La espera
Mientras tanto, los inversores perjudicados se quejaban ayer en este periódico de la falta de agilidad en la investigación del caso. Los representantes de uno de los grupos que se han conformado para tratar de recuperar cuanto antes su dinero denunciaban que la actitud del banco es totalmente pasiva y que judicialmente «no se ha movido nada», mientras que fuentes del juzgado reconocían retrasos a causa de la pandemia, pero afirmaban que «ni está ni ha estado parado».
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