Los médicos desconvocan la huelga tras dar por «ganado el respeto» de Sanidad

Y se hizo a sabiendas de que «todo es mejorable y de que este acuerdo puede tener deficiencias, pero es una forma de empezar ganando» (de cara a la siguiente legislatura), como señaló Roberto de la Fuente, presidente del Sindicato de Anestesistas. Ante un salón de actos abarrotado, los médicos, que la semana pasada protagonizaron cinco días de paros parciales que trastocaron el ritmo de las cirugías y supuso la cancelación de cientos de consultas, tanto en los centros de salud como en los hospitales, escucharon los términos de lo negociado con Sanidad para zanjar el conflicto. Para Óscar Pascual, portavoz del Sindicato Médico encargado de la exposición, «se ha conseguido que se nos vuelva a tener respeto», que era el lema que encabezaba esta movilización. «La unión del colectivo médico ha hecho posible no sólo que la Administración claudicara en prácticamente todos los puntos planteados, sino además con garantías que jamás se han obtenido en ningún otro acuerdo», dijo.

Así, el SCS se ha comprometido -como hizo en el acuerdo de febrero que se «descafeinó al satisfacer los intereses planteados por otros gremios»- a hacer cumplir las instrucciones de la Gerencia de Atención Primaria sobre gestión y atención de la demanda no demorable, lo que incluye agendas de 28 pacientes al día (en caso de autocobertura, el máximo será de 35) y un filtro de la demanda que llega al centro de salud sin cita. Un punto este último que tiene que encajarse con el posicionamiento de la enfermería, que se niega a hacer un triaje que no sea de sus competencias, y de los administrativos de los mostradores.

Para velar por «la adecuada organización» que se pretende, el documento apunta que «se reforzará la figura de los médicos coordinadores de equipo». Precisamente, uno de las presentes en la asamblea puso en duda que vaya a conseguirse: «¿Por qué creéis que ahora se va a cumplir? Creo que este acuerdo puede ser papel mojado, igual que lo fue en febrero». Aunque Vicente Alonso, secretario general del Sindicato Médico, que ha llevado las negociaciones en primera persona, se mostró «terriblemente optimista». Entre las virtudes del acuerdo, se destacaron también los «avances» en materia de carrera profesional, donde computará el tiempo de MIR para acceder al grado I, al tiempo que a los interinos que saquen plaza en las oposiciones se les tendrán en cuentan los servicios prestados, «sin tener que esperar los cinco años pertinentes» para pasar de nivel.

Respecto a las demandas de los facultativos de atención hospitalaria, el documento de salida de huelga, que este martes por la mañana se firmará con el SCS, establece que el programa de optimización del rendimiento quirúrgico, que incluye las operaciones que exceden del horario habitual (más allá de las 15.00 horas), será «de carácter voluntario» y conllevará una retribución de 90 euros la primera hora y 70 la segunda y sucesivas. Además, se eliminan las condiciones que había enviado la Dirección semanas atrás en las que se fijaban cuándo un parte quirúrgico podía ser considerado dentro ese programa especial, que fue uno de los detonantes de la protesta entre los médicos de Valdecilla.

Durante la asamblea se escucharon quejas por la «mañana de desconcierto» a la que se habían enfrentado por la desconvocatoria en falso de la huelga apenas 24 horas antes. Aunque quienes más críticos y «defraudados» se mostraron fueron los residentes (MIR). Tanto es así que expresaron su malestar levantándose en bloque de la reunión, no sin antes poner de manifiesto «la falta de apoyo» del Sindicato Médico en sus reivindicaciones. En su defensa, el comité de huelga señaló que el incremento retributivo acordado para el personal estatutario no se puede extender a los MIR por tratarse de personal laboral. «Queda pendiente porque no se negocia en mesa sectorial, sino en el comité de empresa, y ahora justo está paralizado también por el conflicto abierto (huelga) en el Gobierno de Cantabria», apuntó Pascual.

Al final, la mayoría de la asamblea juzgó que el acuerdo era «bastante razonable» y destacó el éxito de «la demostración de fuerza» realizada por el colectivo médico, entendiendo que «la lucha no acaba aquí, esto sólo es un punto y seguido», en palabras del pediatra Adrián García, que secundaron los compañeros con sus aplausos.