Muere Agustín Ibáñez, exdelegado del Gobierno, en un accidente de moto en Meruelo

Pese a que estuvo más de siete años al frente de la Delegación del Gobierno en Cantabria, uno de los mandatos más largos de toda la historia de la autonomía, es difícil encontrar en la hemeroteca de El Diario Montañés una fotografía suya fuera de su posición institucional. Quienes le trataron durante su paso por la política cántabra decían este sábado que fue ejemplo de sensatez, solvencia, sentido de Estado y responsabilidad.

Frente a la imagen del hombre serio, la alegre y festiva que mostraba en el Carnaval de Santoña, su pueblo, donde fue uno de los responsables de convertir esta fiesta en referencia en el norte de España. Este sábado se ha conocido la noticia de la muerte de Agustín Ibáñez a los 72 años. El político socialista falleció a última hora del viernes a consecuencia de un accidente de moto en Meruelo, solo seis días después de su mujer, María del Carmen Ruiz, a la misma edad y víctima de una enfermedad. El funeral por Agustín Ibáñez se oficiará este lunes, día 15, a las 17.30 horas en la iglesia de Santa María del Puerto de Santoña y después sus cenizas serán enterradas en el cementerio de la villa.

El que fuera delegado del Gobierno en Cantabria entre los años 2004 y 2011 –durante toda la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa– perdió la vida en una salida de vía en la CA-455. Según informó la institución que él mismo dirigió, el siniestro tuvo lugar sobre las 20.15 horas cerca del punto kilométrico 1 de esta carretera autonómica que une Omoño y San Miguel de Meruelo. Hasta el lugar del accidente se trasladaron agentes del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, así como una ambulancia del 061, aunque los sanitarios solo pudieron confirmar el fallecimiento de Ibáñez. Por el momento se desconoce la circunstancia exacta del accidente, pero se baraja que antes pudo haber sufrido una indisposición.

Hasta su jubilación, Ibáñez fue funcionario de prisiones en la Administración del Estado y a lo largo de su carrera política desempeñó los cargos de teniente de alcalde de su localidad, Santoña, diputado autonómico por el PSOE y presidente del Consejo Asesor de RTVE en Cantabria. En las elecciones generales de marzo de 2003, antes de ser nombrado delegado del Gobierno, se presentó como número 3 de la lista de su partido al Congreso, pero no resultó elegido ya que el PSOE sólo obtuvo dos diputados en Cantabria. Antes de que Zapatero le eligiera como delegado en la comunidad autónoma en sustitución del popular Pedro Nalda, acompañó a la exvicepresidenta Dolores Gorostiaga durante casi un año como su jefe de gabinete.

«Dejó una huella imborrable por donde pasó. Qué suerte hemos tenido quienes hemos compartido con él su pasión política, su defensa de los ideales socialistas, su compromiso y su capacidad de trabajo, su honestidad e integridad con todo el mundo, su bondad sin límite, y su permanente lucha por sacar adelante aquellos proyectos que mejoraran la vida de los ciudadanos. Era el hombre tranquilo, ponderado, siempre con una sonrisa y una palabra amable y cariñosa», cuenta a este periódico la propia Gorostiaga en una carta remitida a este periódico junto a la también exsecretaria general socialista Eva Díaz Tezanos. Ambas recuerdan su meticulosidad hasta en los asuntos más nimios y cómo aportaba «un enfoque distinto con esa mesura y esa prudencia que le ha caracterizado».

En su etapa como delegado del Gobierno, a Ibáñez «le tocó trabajar de forma incansable e inquebrantable junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el Ministerio del Interior en la lucha contra la banda terrorista ETA», tal y como recuerda Pedro Casares, actual líder del PSOE. «En aquellos difíciles años de lucha contra el terrorismo siempre estuvo a la altura de las circunstancias, anteponiendo el interés general, trabajando contundente e incansablemente contra el terrorismo y con un compromiso firme con las víctimas de ETA y sus familias en Cantabria», destaca. Durante su mandato también se pusieron en marcha los principales tramos de la Autovía de la Meseta, arrancó la obra del bitrasvase Ebro-Besaya, el Ministerio de Fomento prolongó el Distribuidor de la Marga, se avanzó en la primera fase de las obras de Valdecilla y se llevó a cabo el grueso de las obras de la S-30.

Al recuerdo de Ibáñez se ha sumado también el Gobierno de Cantabria y la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, que le destacaba como «un político dialogante y un profesional que siempre destacó por su trato cercano; un hombre educado y muy comprometido con el interés público». «Su ejemplo debe hacernos reflexionar al conjunto de la clase política cántabra porque él siempre supo hacer prevalecer el interés general, el diálogo, el acuerdo y el entendimiento por encima de cualquier otro interés», añadía la también exdelegada socialista Ainoa Quiñones.

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