«La ortopedia en España está obsoleta»

–¿Cuáles son sus objetivos desde la presidencia de Andade?

–Como presidente, trabajaré para mejorar la calidad de vida de los amputados promoviendo que reciban apoyo psicológico en el hospital desde el mismo momento de la operación. Otro objetivo es facilitar el acceso a prótesis modernas, que les produzcan bienestar. Una de las demandas de Andade es un modelo único mediante copago para el acceso al catálogo ortoprotésico de la sanidad pública. Con ello, se equiparán las comunidades autónomas para evitar que el ciudadano amputado no sea igual si vive en Santander o en Vizcaya. Queremos para todo el colectivo el mismo bienestar y calidad de vida.

–¿Por qué dice sentirse más afortunado que otros amputados?

–Tras el atropello, sufrí la amputación femoral de la pierna derecha y la izquierda se salvó tras once cirugías y 36 meses de rehabilitación. A día de hoy, camino con dolor y sin sensibilidad. Gracias a que fue un accidente laboral, la Mutua ha cubierto todos los gastos y he tenido acceso a una prótesis moderna que me permite mucha más calidad de vida que otras. Soy un privilegiado porque mi prótesis está 10 veces por delante de las prótesis que costea la Seguridad Social. El catálogo ortoprotésico de Sanidad permanece invariable desde 2001, e incluso algunos precios aparecen en el web en pesetas.

–¿Hay mucha diferencia entre modelos de prótesis?

–En mi caso, mi prótesis me permite flexionar la rodilla, no castigar la otra pierna y estar equilibrado. El catálogo ortoprotésico es el mismo desde hace 19 años. En este tiempo, la evolución de la ortopedia a nivel internacional ha sido enorme. Es injusto que los amputados en España no se beneficien de estos avances y que convivan con el dolor que les causa una prótesis anticuada, o que al ser rígidas no les permita la flexión necesaria para recoger cosas del suelo o subir escaleras y tengan que hacerlo a gatas, como un niño. El catálogo está obsoleto y es urgente renovarlo.

–¿Cómo está la ortopedia en Cantabria?

–En Cantabria, y en general en España, la calidad de la ortopedia es discutible. Existe una escasa cualificación entre los profesionales. Los técnicos ortoprotésicos no precisan de un título universitario. En la asociación creemos que debería exigirse un título superior. Queremos profesionalizar el sector para que adquiera una formación más amplia en anatomía y que estén colegiados. Es importante destacar que una prótesis moderna no es un gasto sino un ahorro porque no prescribe, se puede utilizar en un ciclo de vida más largo. En el Hospital de Valdecilla se calcula que se hacen cerca de 60 amputaciones cada año, pero el dato es a ojo porque no queda registrado en ningún documento. No existe un control que contabilice los casos. Esto es otro ejemplo de lo invisible que es el colectivo.

–¿Cómo le comunicaron la pérdida de la extremidad?

–Recuerdo estar en la cama hospitalaria durante horas muy confundido. Había médicos en la habitación, pero no me dijeron nada. Fue un familiar quien finalmente me lo contó de una forma muy improvisada. Para que esto no le ocurra a otros pacientes, desde Andade hemos firmado un convenio con la Consejería de Sanidad para que Valdecilla avise a la asociación y podamos acudir a dar apoyo a los amputados en el hospital. Este acuerdo que hemos firmado con la consejera María Antonia Real, podría consolidarse antes de final de año. Es importante destacar que al despertar de la operación, la persona que ha sido amputada está muy confusa. Con este servicio desde Andade queremos evitar que el amputado y sus familiares reciban informaciones difusas.

–¿Qué mensaje habría que transmitir a un recién amputado?

–Que la vida no termina aquí y que merece la pena intentarlo. La vuelta a caminar para un amputado es un proceso largo en el que el paciente está irritable, confuso, desconcertado. Te caes incontables veces hasta que aprendes a caminar de nuevo. Esta frustración la contagias a tu entorno, por eso son frecuentes las rupturas familiares, como pasó en mi caso, que se rompió mi matrimonio. Por otro lado, la prótesis definitiva puede tardar más de un año en llegar. Todo este tiempo es crítico. No sabes que será de tu futuro. En Valdecilla te visita un psicólogo, pero no hay continuidad. Es conveniente estar alertado sobre todas estas etapas para afrontarlo de la mejor manera posible.

–¿Cuáles son los principales miedos que surgen en el hospital?

–Cuando estás en la cama del hospital necesitas recibir mensajes reales y no que te hablen de deportistas paralímpicos o héroes amputados que han escalado montañas; de esos, hay pocos en el colectivo y la mayoría de los amputados no tenemos medallas. Es útil que un veterano amputado, que ha pasado por lo mismo, te diga que: si tiene hijos vas a poder seguir cuidando de ellos perfectamente; que podrás incorporarte a tu trabajo, quizás en un puesto diferente o de otra manera; que adelante lo que va a venir y de información sobre fabricantes de ortopedia y redes hospitalarias.

–¿Qué servicios ofrece Andade?

–La asociación, declarada de Utilidad Pública por el Ministerio de Interior y sin ánimo de lucro, fue creada en 2007 para dar apoyo psicológico y asesoramiento al colectivo de amputados en España. Atendemos a todas las personas que nos llamen, con independencia de que sean socios. Tenemos un equipo fantástico de profesionales, psicólogos, trabajadores sociales, servicio jurídico. Además, organizamos eventos formativos de fisioterapia para profesionales.

–¿Cuál será el gran cambio para el colectivo de amputados?

–Sueño con el día que vaya a la playa con mi hijo y disfrute de un baño sin miles de miradas indiscretas sobre mí. A muchos amputados nos cuesta dar el paso al pantalón corto, pero es importante darlo para normalizar la situación y no ponernos más barreras. Para sensibilizar a la sociedad, desde Andade queremos establecer relaciones con grandes entidades públicas y privadas. También nos gustaría participar en estudios con la Universidad de Cantabria y dar charlas en colegios. En definitiva, trabajaremos para dejar de ser un colectivo invisible.