Perros para ganar en salud
Buscando Sonrisas y la asociación Apettece ofrecen por primera vez en Valdecilla terapia con animales a niños en tratamiento, «una experiencia inolvidable»
CAYETANO GUERRA LAVID
Santander
Jueves, 11 de julio 2019, 07:21
Nala, Joy y Bali han regalado a cuatro niños del hospital de día de Valdecilla «una experiencia difícil de olvidar», según sus propias palabras. En ... ella, los pacientes mostraron su mejor sonrisa durante el tiempo que compartieron con estas tres perritas guiadas por sus dueñas, voluntarias de Apettece, asociación de especialistas en intervenciones asistidas con animales. Se trata de una iniciativa impulsada por Buscando Sonrisas, la organización sin ánimo de lucro encargada de la humanización del hospital. Este programa terapéutico, en el que participan animales entrenados para estimular a personas con afecciones psicológicas, se puso en marcha la mañana del martes con un reto por delante: «Hoy vais a salir de aquí hechos unos entrenadores de perros». Y a continuación, las puertas de la sala se abrieron y las tres perras aparecieron frente a los jóvenes, que, en unos instantes, olvidándose de por qué estaban allí, se veían acariciando a las mascotas, ejecutando órdenes como «sienta» o «quieto» y levantando la mano para probar por primera vez y sin que les temblase el pulso el 'luring', que consiste en guiar al perro con comida.
«Se trata de una terapia no farmacológica y es una pena que no se explote más, porque es beneficiosa para paciente y animal»
Ana Riaño | Doctora en Psicopedagogía
«Los profesionales son quienes marcan los objetivos y nosotros nos encargamos de diseñar las actividades, de forma que repercutan en los aspectos cognitivos, afectivos y emocionales. Está más que probado que, con estas actividades, se garantiza la atención y la motivación, motores necesarios para conseguir cualquier objetivo», explica la doctora en psicopedagogía Ana Riaño, responsable de esta Unidad Funcional de Intervención a cargo de Apettece. Y es que no se trata solamente de adiestrar a los perros. Tampoco es clave el hecho de que vayan a poder jugar con ellos a las cartas, al dominó, con los aros o al pasapalabra perruno. El objetivo es trabajar la paciencia y la autorresponsabilidad, mejorar el estado de ánimo del paciente y superar miedos personales. Todo a través de las acciones básicas para interactuar con los animales. «No es lo mismo estirar un brazo en rehabilitación que hacerlo para darle un premio a un perro», añade Riaño.
«Sabemos que no vamos a poder llegar y curar todos sus problemas, pero al menos buscamos sonrisas y sonreímos con ellos»
Encarna Fernández | Buscando Sonrisas
La satisfacción de disfrutar mientras progresan en sus dificultades personales casi sin darse cuenta y pasarlo en grande sin perder esa expresión de alegría es lo que estos jóvenes repetirán la próxima semana y cada martes durante el verano gracias a Apettece y Buscando Sonrisas, quienes han organizado estas sesiones «con resultados más que probados a nivel internacional», destacan.
Sonreír es beneficioso
Estos niños asisten cada mañana al hospital de día de salud mental infanto-juvenil de Valdecilla y, a la vez, tienen la posibilidad de participar en los talleres que organiza durante todo el año el equipo de voluntariado de Buscando Sonrisas: golf, ajedrez, gimnasia, psicoterapia... Desde la asociación aseguran que están «muy entusiasmados» porque han comenzado a programar visitas con estos pacientes fuera del centro. La primera ha sido al Museo Marítimo, pero pronto habrá un bautismo de mar y una salida a un parque forestal. La coordinadora de la entidad, Encarna Fernández, valora y agradece «la generosidad de empresas, colegios e instituciones que, mediante sus donaciones, hacen que día a día sea posible preparar todas estas actividades pensadas para los pacientes». Sin ir más lejos, para que el taller de adiestramiento canino siga adelante más allá del periodo estival, Fernández reconoce que es necesario el apoyo económico de la sociedad cántabra, aunque es consciente de las dificultades actuales: «Somos conocedores de que las instituciones no tienen suficiente dinero por lo que agradecemos la inmensa generosidad y el buen hacer del hospital y de su Gerencia por habernos acogido aquí».
Durante la hora que duró la actividad, otro grupo de voluntarios compartía juegos con los niños hospitalizados en planta. Los que disfrutaron de un rato con Nala, Joy y Bali se despidieron conociendo un poco mejor el mundo canino. Descubrieron, por ejemplo, que el 'luring' es un método muy eficaz o que la nariz de los perros se llama 'trufa', pero, sobre todo, acabaron la experiencia deseando repetir la semana próxima, para seguir convirtiendo en alegría lo que, sin estos animales y los especialistas, completamente voluntarios, sería algo mucho más triste: «Sabemos que no vamos a curarles, pero queremos seguir buscando sonrisas y seguir sonriendo con ellos».
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