La Policía ha puesto 337 multas por no usar mascarilla, la mayoría en el botellón
Los agentes de Santander también sancionaron en la última semana a usuarios que no llevaban la protección en las playas y en vehículos
Desde el 25 de junio al 1 de julio la Policía local de Santander ha abierto 337 expedientes por no utilizar la mascarilla y ... no respetar la distancia de seguridad de metro y medio con el resto de ciudadanos. En la mayoría de los casos, se trata de jóvenes haciendo botellón, una práctica ilegal siempre, pero especialmente en el contexto actual de crisis sanitaria por el covid-19, en el que es obligatorio limitar el aforo de las reuniones.
«A las personas que se les abre expediente por botellón, se les pone doble sanción, también por no llevar mascarilla estando en un grupo donde no se guarda la distancia de seguridad», según informaron fuentes de la Oficina de relaciones externas del Ayuntamiento de Santander.
El botellón no fue el único contexto en el que los ciudadanos fueron denunciados por incumplimiento de la orden ministerial. También se abrieron expedientes en controles de documentación de vehículos, «cuando sus ocupantes no llevaban la mascarilla puesta sin pertenecer al mismo familiar». Del mismo modo, la Policía local abrió expediente a varias personas que «estaban en la playa sin hacer uso de la mascarilla al tiempo que no guardaban una distancia de seguridad con otros ciudadanos», añadió el portavoz que, además, señaló que las sanciones en las playas «se han producido en diversos arenales de la ciudad».
La sanción que se establece es doble, por beber alcohol en la calle y no llevar la mascarilla sin guardar la distancia social
El pasado fin de semana, la Policía denunció a 200 jóvenes en distintos grupos, que se habían reunido para hacer botellón en la zona alta de Río de la Pila, en la calle San Sebastián, en las escaleras de Reina Victoria, en el aparcamiento de la playa de El Camello y la plaza Juan Carlos I.Desde el pasado 20 de mayo, que entró en vigor la obligatoriedad del uso de la mascarilla, los ciudadanos lo han cumplido «mayoritariamente», según los agentes. Pero la llegada del calor y las vacaciones ha hecho que se detecte un relajación al respecto y se ha intensificado la vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad.
La excepción al cumplimiento de la norma son los menores de seis años, las personas que están practicando deporte y aquellas que presenten problemas respiratorios, siempre que justifiquen su situación médica. Se mantiene su uso obligatorio en los espacios cerrados y en el transporte público, incluida la pedreñera que enlaza por vía marítima Santander con el puntal, Somo y Pedreña.
La Policía Local recuerda que su uso es obligatorio en todos los transportes privados particulares de hasta 9 plazas, incluido el conductor, si los pasajeros no conviven juntos están obligados a llevar la mascarilla en el vehículo. La sanción por incumplimiento de la orden varía desde los 100 euros, 600 o 3.000 y se establece en función de «la desobediencia o la resistencia a la autoridad o a sus agentes».
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