Sanidad no ha podido determinar cómo se infectó de listeria el hombre fallecido en Torrelavega
El consejero insiste en que «no se puede aventurar la causa» de este contagio, que «es un caso aislado» y ajeno al brote andaluz de la carne mechada
La Consejería de Sanidad desconoce cómo se infectó de listeria el paciente que falleció el pasado miércoles en el Hospital de Sierrallana (Torrelavega). Y ... por las palabras del propio consejero, Miguel Rodríguez, las probabilidades de llegar a determinar el origen de la infección parecen remotas. «No se puede aventurar» cuál ha sido la causa, señaló durante su visita al Hospital de Laredo, puesto que lo pudo originar «cualquier alimento consumido en las tres semanas anteriores al inicio de los síntomas». Es más, tal y como han explicado desde la Dirección General de Salud Pública, el periodo de incubación de la enfermedad puede exceder ese tiempo y no dar señales hasta dos meses después de la ingesta de la comida contaminada. Un margen que complica aún más las posibilidades de saber con certeza cuál de los alimentos más frecuentemente asociados con la listeriosis (entre los que figuran los productos cárnicos envasados, los de pesca ahumados, ensaladas y frutas preparadas y envasadas, patés refrigerados, leche cruda y quesos frescos o de pasta blanda) es el responsable de las complicaciones en el estado de salud de este hombre de 62 años afectado por múltiples patologías graves hasta desencadenar su muerte.
Rodríguez reiteró que «se trata de un caso puntual», lo que hace «muy difícil» poder realizar un análisis de las causas de la infección (sería preciso, de entrada, acceder al alimento sospechoso), e insistió en que «no hay nada demostrado y por tanto no podemos achacar la infección de listeriosis a ninguna causa concreta». Lo que sí ha podido descartar la Consejería es que este afectado tuviera algo que ver con el brote de listeriosis originado en Andalucía por consumo de carne mechada de la marca 'La Mechá', ya que la víctima no había viajado al sur del país ni había consumido ninguno de los productos señalados por la alerta sanitaria. «Ha sido un caso aislado», aclaró el titular de Sanidad, que lamentó el fallecimiento de este paciente y trasladó el pésame a sus allegados.
La listeriosis es una patología mucho menos conocida que la salmonelosis porque también es menos frecuente, aunque «convive con nosotros», como apunta el jefe de Vigilancia Epidemiológica, Luis Viloria. La razón de que no sea tan popular es que la mayoría de las veces ocasiona una sintomatología gastrointestinal leve que puede hacer que pase desapercibida entre la población sana y no precisar ni siquiera asistencia médica. En los registros de Salud Pública de las enfermedades de declaración obligatoria en Cantabria la listeria aparece en una media de entre dos y diez casos anuales (frente a alrededor de 150 salmonelosis), de los cuales «la mayoría responden favorablemente al tratamiento antibiótico». Sin embargo, admite Viloria, esos casos son sólo «la punta del iceberg»: las infecciones con complicaciones graves que terminan en el hospital y de los que es posible hacer un diagnóstico tras la correspondiente analítica de sangre.
En España, en 2018, se notificaron a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica 377 casos de quince comunidades autónomas. Sólo el brote de Andalucía ha ocasionado más de 180 enfermos confirmados, la mayoría en Sevilla, que es la provincia en la que se ubica la fábrica en la que se originó el foco de contagio. La población más sensible a los efectos de esta bacteria (Listeria monocytogenes) son los pacientes inmunodeprimidos, las personas de edad avanzada, los niños y las embarazadas, que pueden presentar cuadros graves que incluyen meningitis, septicemia y abortos.
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