La segunda autopsia del crimen de Escalante determinará si hubo una pelea previa al asesinato
El informe forense preliminar confirma las heridas de arma blanca del presunto agresor pero no aclara si fueron autoinfligidas
La Guardia Civil iba bien encaminada desde que en la tarde del lunes comenzara la investigación por el asesinato de una mujer en Escalante ... y la posterior muerte de su pareja en un accidente de tráfico a menos de un kilómetro de la vivienda familiar en la que ocurrieron los hechos. La autopsia preliminar que ha realizado el Instituto de Medicina Legal de Cantabria confirma que María José Rodríguez, de 52 años, murió antes que su esposo, y subraya que todos los indicios forenses apuntan al hombre como el autor del segundo crimen machista del año en Cantabria. Lo mismo que ya adelantó la Policía Judicial de la Benemérita desde el primer momento. Es decir, que no hubo terceras personas implicadas y que Juan Francisco Aured, el marido de Maruchi –así la conocía todo el mundo en el pueblo– durante un cuarto de siglo, es el único responsable del homicidio.
Un extremo que también había asumido el mismo martes el Ministerio de Igualdad, cuando sumó este acontecimiento que ha conmocionado a Escalante a la lista de casos de violencia de género. En cambio, la Delegación del Gobierno en Cantabria, ante las numerosas dudas e interrogantes que han envuelto a este trágico episodio, prefirió poner toda esa información en cuarentena hasta que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Santoña levantara el secreto de sumario. Fue ayer al mediodía solo unas horas después de que Eduardo Echevarría, representante del Estado en la comunidad autónoma, insistiera en pedir «prudencia» y dijera que «aquí no se puede descartar nunca nada».
Ahora ya sí algunas incógnitas comienzan a despejarse con el levantamiento del secreto de las investigaciones, que ha destapado no sólo el resultado del análisis forense, también el atestado elaborado de la Policía Judicial, que asumió la investigación desde el inicio.
Lo primero, pone el foco en que Maruchi murió a consecuencia de las puñaladas recibidas por el autor del crimen y que él falleció a causa del fuerte impacto que sufrió cuando su Mercedes se estrelló contra un árbol en el punto kilométrico 0.800 de la carretera autonómica CA-460. El golpe le provocó un traumatismo torácico y otro abdominal, ambos severos e incompatibles con la vida. Cuando los sanitarios del 061 llegaron a aquel lugar del barrio Baranda ya no pudieron hacer nada para salvarle.
El segundo documento, el elaborado por la Guardia Civil, vuelve a mirar a la causa de ese accidente mortal. «Ahora se investiga si la colisión del vehículo que conducía el esposo fue voluntaria o no», apunta el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) en una nota de prensa. De manera extraoficial, los expertos afirman que su intención no era quitarse la vida, sino que sufrió algún tipo de contratiempo y perdió el control del turismo cuando conducía hacia algún lugar fuera de Escalante y en dirección a Noja. «Que no llevara puesto el cinturón de seguridad no quiere decir necesariamente que se quisiera suicidar», opina uno de los agentes que estuvo presente durante el levantamiento del cadáver del hombre, de 56 años. Tampoco se han detectado restos de frenada en el asfalto.
Desde los ojos de los profesionales, tiene más relevancia el hecho de que toda la parte delante del vehículo estuviera llena de sangre. No a consecuencia del violento impacto contra uno de los plátanos de sombra situados a los márgenes de la carretera, sino por las heridas de arma blanca que también presentaba el cadáver de Juan Francisco. La hipótesis que sigue sobre la mesa es que sufriera un desvanecimiento a consecuencia de la pérdida de sangre –el hombre también había tenido en el pasado problemas cardíacos y, evidentemente, podría encontrarse en un momento de estrés extremo después de cometer el crimen– y esto desencadenara el mortal accidente.
Sobre estas heridas, la autopsia preliminar no es clara. Sí afirma que fueron por arma blanca, pero también que «ninguna lesión era de importancia vital». Lo que no es capaz de determinar es si estos daños se produjeron antes del crimen machista a consecuencia de un enfrentamiento entre la pareja –quizás la mujer trató de defenderse– o si fueron autoinfligidas por el marido. Desde el TSJC avanzan que habrá que esperar hasta el informe forense definitivo y completo para resolver esa incógnita, una de las últimas que faltan por aclararse de un caso de violencia machista «complejo» que se desencadenó cuando los agentes fueron a la vivienda familiar para avisar a Maruchi de que su esposo había fallecido. Allí, se encontraron su cuerpo sobre un charco de sangre.
Concentración en Escalante
Para condenar los hechos, la corporación municipal de Escalante convocó ayer una concentración frente al consistorio a las 20.30 horas. Fueron cinco minutos de silencio en los que participaron muchos de los que fueron vecinos de la pareja en los últimos dos años, cuando vendieron su negocio en La Muela (Zaragoza), compraron una vivienda aquí y comenzaron a pasar largas temporadas en Cantabria, donde estaban plenamente integrados.
El caso ha pasado ya al Juzgado de Violencia de Género de Santoña –la jueza es la misma– y están llamadas como testigos dos personas:un hombre que comió con la pareja unas horas antes de que ocurrieran los hechos, y otro que acompañó a los guardia civiles cuando estos entraron en la casa al ver que la víctima no respondía.
Las novedades
1
Después de tres días, el juzgado de Santoña levantó ayer el secreto de sumario del caso.
2
La investigación confirma que fue un crimen machista y que no hubo más implicados.
3
La autopsia dice que Maruchi fue apuñalada antes de que su marido se estrellara con el coche.
4
Él también presentaba heridas de arma blanca, pero no eran mortales y su origen se desconoce.
5
No llevaba puesto el cinturón de seguridad y murió a consecuencia de los fuertes traumatismos.
6
La parte delantera del coche estaba llena de sangre. Juan pudo perder el conocimiento y posteriormente salirse de la vía.
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