El turismo firma «un buen puente» en un agosto «todavía con incertidumbres»

El que lo explica es Javier Bedia, presidente de la Asociación de Hostelería. «Gente hay mucha», dice sobre el puente, aunque vuelve a sacar a relucir el asunto de las viviendas de uso turístico ilegales. «Una plaga, ves un ajetreo constante de maletas». Por ahí se les escapa mucha clientela y el lleno en la calle no se traduce siempre en los alojamientos. Con todo, repite lo de las «buenas sensaciones» estos días. Incluso, pese al tiempo. «Porque lo del frescor te lo agradecen los de fuera al venir y el primer día que llueve les hace hasta gracia. Pero si llueve el segundo y el tercero...». Y por ahí, por el tiempo, van también sus esperanzas para lo que queda de mes.

Bedia destaca, en todo caso, una clara «bajada del tique medio» en los restaurantes. Ya lo hizo al completar el balance de julio («a partir del día 15 la cosa se ha torcido») y lo mantiene. «Hay gente como nunca y ves los restaurantes llenos, pero yo hablo, por ejemplo, con la gente de los asadores de Somo, de mi zona, y me cuentan que en las mesas comen unas sardinas y poco más. Con agua del grifo. O una rueda de bonito para compartir entre cuatro. Cuando antes lo normal es que tomaran una botella de vino, algo para picar (las mismas sardinas) y luego bonito o un pescado. La realidad es la que es y con las subidas de precios o de las hipotecas la gente tiene el dinero que tiene». Destaca, de hecho, que «los que deben estar haciendo el verano son los supermercados». «Están llenos y el ajetreo de bolsas que veo esta vez en el hotel que suben a las habitaciones no lo he visto nunca». En ese panorama, «agosto es todavía un melón por abrir». Con los fines de semana cubiertos, pero aún mucha plaza libre entre semana. «Nos está costando llenar». De ahí esa bajada de precios en algunos establecimientos, «porque no hay habitación más cara que la que se queda vacía».

Anticipándose, de hecho, al balance que le tocará hacer allá por septiembre, con toda la temporada completa, ya tiene claro que el verano cántabro «está siendo irregular» y no cree «que vaya a pasar a la historia».

La descripción del panorama no es muy distinta de la que hace Jesús Blanco, de la Asociación de Turismo Rural –inmersos precisamente estos días en la campaña 'Nuestros desayunos y nuestros jardines'–. Ni en el puente ni en las dudas de agosto. «Del viernes a hoy, martes, ha ido bien. Sobre todo, la primera parte (las noches del viernes, sábado y domingo). Hemos estado prácticamente llenos. Pero a partir del día 15 (hoy mismo) baja un poco el volumen de reservas. Volverá a recuperarse el fin de semana y no está nada claro cómo irán las cosas a partir del 22, 23... De hecho, siempre hay dudas respecto a esas fechas, pero esta vez hay más que otras veces. Porque la última semana determina el mes», resume. Puestos a pedir como reclamo para que los turistas elijan Cantabria y los establecimientos de turismo rural, otra «ola de calor» en el resto del país y que aquí, claro, «no llueva».

¿Y la perspectiva de alargar la temporada en septiembre, como el año pasado? «De eso –responde Blanco– no se puede decir nada. Habrá que verlo sobre la marcha, sería más de fin de semana que otra cosa y dependiendo mucho del sol».

El más optimista de los tres en el análisis es Eneko Valle, de la Asociación de Empresarios de Campings de Cantabria, aunque no difiere demasiado de los anteriores. «Va bien agosto, ha empezado bien, con bastante gente y se está trabajando», dice después de hablar de un julio «irregular, que ha sido más bajo». Él sí que cree que lo que queda de mes tiene «buena pinta», pero insiste –como hacían antes Bedia y Blanco– en el tiempo como un factor determinante.

«Si acompaña, si tenemos sol estas semanas, las perspectivas son buenas, pero si acaba haciendo el tiempo que ha hecho en julio, el turista de paso –el que para casi sobre la marcha o como descanso en una rata más larga, que es un cliente habitual del camping– se resentirá».