El viento vuelve a generar problemas en el aeropuerto: desviado el vuelo de Valencia

La historia se repite, aunque este martes, al menos el primer vuelo de la mañana, el Iberia procedente de Madrid, ha podido tomar tierra en el aeropuerto Seve Ballesteros de Santander. No así, tan solo diez minutos después, el avión de Ryanair que volaba desde Valencia y cuyo piloto, tras un intento, ha decidido no aterrizar «por fenómenos atmosféricos adversos», quedando el vuelo desviado a la capital de España.

Por tanto, nueva odisea para los pasajeros que ya habían pasado el control de seguridad y que esperaban para poder embarcar. Constantito Peredo, familiar de dos jóvenes que iban a pasar una semana de Navidad a Valencia, confiaba en que hoy no se registraran problemas en el aeropuerto «después del lío de ayer»: «Creemos que va a salir. Si no saliera sería una puñeta». Y lo fue.

Peredo se refería a los cinco vuelos que ayer tuvieron que ser cancelados por las fuertes rachas de viento (Santander alcanzó los 102 km/h) en el Seve Ballesteros: el de Madrid, Viena, Londres, Barcelona y Roma. Aunque los problemas en el aeropuerto comenzaron la noche del domingo, cuando se canceló el vuelo de Edimburgo.

Los pasajeros afectados este martes, parte de ellos los que han aterrizado en Madrid, viajarán hasta la capital cántabra en autobús, mientras que los viajeros que estaban en Santander buscan ya una solución en los mostradores del aeropuerto cántabro. Por el momento, les han pedido que vuelvan a recoger su equipaje y les han ofrecido volar mañana a las 07.45 horas.

Aunque la compañía no ha tardado en plantear la alternativa, muchos pasajeros han explorado diferentes opciones para solventar el contratiempo. En el caso de la valenciana Ana Ferri, residente en Cantabria, encajó el retraso como un mal menor: «Viajo para pasar las fiestas con mi familia, pero al final parece que hoy no va a ser posible, explicaba con paciente resignación. »Yo tengo casa aquí y al final pierdo un día, es un mal menor, pero para la gente en tránsito va a ser más problemático«.

No fue la única que asumió la circunstancia con relativa tranquilidad. Un grupo de tres jóvenes asturianos que volaban a Valencia para enlazar desde allí con Viena también lo hicieron, aunque en su caso les sonrió la fortuna. «Íbamos a enlazar desde Valencia esta tarde pero nos han metido en un vuelo que sale desde aquí directo, así que dentro de la mala suerte que ha supuesto el viento la verdad es que nosotros hemos tenido bastante buena suerte, porque al final vamos a llegar antes a Viena de lo previsto y vamos a ganar medio día allí», explicaba Lito Rodríguez. Los tres eran conocedores de la situación provocada por las circunstancias meteorológicas: «Contábamos con que podía pasar una cosa así por el viento y tener que volver a Asturias hubiera sido una lata», añadió el joven asturiano.

Peor lo llevó la joven canaria María Rodríguez: «Nos acaban de decir que trasladan el vuelo a mañana a las 7.45 horas, que teníamos que pasar por el puesto de Ryanair para que nos asignasen un hotel para pasar la noche en Santander, desde el que mañana nos traerán de nuevo al aeropuerto para coger el avión», señaló. En su caso optó por una solución alternativa: «Antes de que anunciasen la solución he mirado vuelos y he podido coger uno barato para Valencia que sale el viernes». La joven, que viajaba a Valencia para reunirse con su pareja, reside en Santander, donde cursa sus estudios.

En una situación similar se vio la valenciana Fátima de León, otra joven que regresaba a Valencia para pasar las fiestas con su padre: «Pensaba que hoy no iban a cancelar ningún vuelo y al final nos ha tocado», reconocía con resignación. «Nos lo han retrasado a mañana a las 7.45 horas, han tardado una hora en decírnoslo pero en mi caso, dentro de lo que cabe, no me afecta tanto porque tengo casa aquí», señaló. «Viajo para ver a los amigos y pasar las fiestas, y si hay que retrasarlo un día qué se le va a hacer...».

Los otros dos vuelos que estaba previsto que aterrizaran en el Seve Ballesteros, tanto el de Ryanair procedente de Viena -que viajaba vacío para «llevar a los pasajeros del Santander-Venecia de ayer», según señalan desde la Asociación Amigos de Parayas- como el Wizz Air de Bucarest, lo han hecho en hora sin problemas.

Según los datos de observación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las rachas de viento de este martes en Cantabria han alcanzado de nuevo los 102 kilómetros por hora en San Roque de Riomiera, 94 en Alto Campoo, 92 en Reinosa y 82 en la zona del aeropuerto de Santander.

Desde el 112 Cantabria reconocen que la noche ha sido mucho más tranquila que la precedente, como demuestran la cantidad de incidencias atendidas en cada caso: frente a las 286 llamas y 147 incidencias registradas durante la noche del domingo al lunes, ayer el 112 atendió solo 13 llamadas y o incidencias. En todos los casos, los requerimientos se han debido a problemas menores relacionados con cubiertas, de chapa, mobiliario urbano, ramas caídas y contenedores desplazados por el viento.

El balance del Servicio de Emergencias del 112 desde que se activaron las alertas por viento -que ayer se ampliaron- suma un total de 329 llamdas recibidas, que se han traducido en 163 incidencias. Esta mañana Aemet ha dado por finalizadas tanto las alertas por viento como las relacionadas con el oleaje en el litoral.

• Temas
• Aeropuerto Seve Ballesteros-Santander
• Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)