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Raúl Alegría, dentro del tanque.
Raúl Alegría, el Houdini cántabro

Raúl Alegría, el Houdini cántabro

El mago, atado de pies y manos, escapó de un tanque lleno de agua y sellado herméticamente

Lola Gallardo

Viernes, 27 de mayo 2016, 23:08

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El mago cántabro Raúl Alegría volvió a superar el reto. Emuló al Gran Houdini, considerado para muchos el mejor ilusionista y escapista de la historia. Encadenado de pies y manos se introdujo en un tanque lleno con mil litros de agua y cerrado herméticamente. Fueron dos minutos y medio bajo el agua intentando quitarse las ataduras y salir del tanque y, aunque en el último momento parecía que iba a ser imposible y pensaron incluso en romper el acuario con un hacha, Raúl Alegría superó el reto, triunfó y salió del gran tanque.

Los escapismos de Houdini eran imposibles, como también este viernes parecía que lo era el de Raúl Alegría. No fue fácil. Ha sido el reto más peligroso y arriesgado del ilusionista cántabro. Pero lo consiguió. Alegría burló ayer a la muerte y consiguió escapar de un tanque gigante.

Pasadas las nueve y media de la noche, el público esperaba en la Plaza del Ayuntamiento el momento de ver el gran reto del joven mago cántabro. Llegó, fue encadenado de pies y manos, sumergido en un tanque de grandes dimensiones, cerrado herméticamente y cubierto por una tela. Durante algo más de dos minutos luchó por liberarse de las esposas. Pasado el primer minuto, que se hizo eterno para la mayoría del público, logró quitarse la esposa de una mano. La tela volvió a cubrir el gran tanque lleno de agua fría. El reloj seguía su ritmo y la tela volvió a dejar entrever que Alegría estaba a punto de ahogarse. Seguía atado, bajo el agua y sin apenas aire en los pulmones.

El tiempo se acababa. No podía permanecer más de dos minutos y medio bajo el agua. Y cuando se levantó el telón seguía encadenado. Parecía pedir ayuda y su equipo salió en busca de un hacha para romper el tanque y sacarle del agua. El telón se volvió a bajar y el público se quedó casi sin respiración. Cuando los ayudantes llegaron para romperlo, se levantó el telón y no fue ya necesario. Alegría estaba casi exhausto sobre el gran tanque. Lo había conseguido de nuevo.

Este es su séptimo reto. Raúl Alegría se supera cada año. En homenaje a Houdini ya consiguió liberarse de una camisa de fuerza a treinta metros de altura, colgado por los pies de una grúa. Y esposado en una caja cargada de explosivos, logró escapar y aparecer en el balcón del Ayuntamiento ante la mirada de miles de personas.

El año pasado entró en el Guinness por su hazaña de hacer aparecer a quince personas dentro de una caja vacía que emulaba un probador. Pero, sin lugar a dudas, este ha sido su reto más difícil. «Han sido dos meses duros de preparación», reconocía ayer el mago cántabro, que recibió asesoramiento de buceadores profesionales y expertos en ejercicios de respiración. «Uno de los retos más difíciles de mi vida», insistió quien en dos ocasiones pensó que no iba a conseguirlo. Una, por el frío, tuvo que ser rescatado del tanque. Y la segunda, al calentar el agua para evitar volver a tiritar de frío se le rompió la membrana del tímpano. Ayer, feliz sobre el gran tanque, saludó ilusionado al público.

El gran reto de Raúl Alegría es el inicio del Festival de la Magia y los Visual que durante dos días reunirá en Santander a los mejores magos del mundo. Espectáculos para todos los públicos de magia en la calle y en pequeñas salas amenizarán la vida de la ciudad hasta el domingo.

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