«A los actores nos apasiona hacer de malotes, son personajes difíciles»
Daniel Albaladejo invoca a los personajes más despiadados de Lope de Vega, Calderón de la Barca y Ruiz de Alarcón en 'Malvados de Oro', en el Palacio de Festivales
Daniel Albaladejo (Cartagena, 1971) es un actor con una reputada trayectoria dentro del teatro español, especialmente con los textos de los Siglos de Oro. Acaba ... de interpretar a Otelo y mañana estará en Santander con 'Malvados de Oro', en el Palacio de Festivales, donde se introduce en la piel de los personajes más despiadados de Lope de Vega, Calderón de la Barca y Ruiz de Alarcón. «Los actores adoramos ser malotes», reconoce quien se pregunta si ser buena persona también vende. «Antes veíamos 'La casa de la pradera', hoy la sociedad pide series de malos».
–¿Qué presenta mañana en el Palacio de Festivales en 'Malvados de Oro'?
–Es un repaso a nuestro teatro del Siglo de Oro, una idea que surgió viendo una obra sobre los villanos de Shakespeare. José Bornás, Jesús Laiz y yo, la compañía Apata Teatro, vimos esta función y salimos fascinados y pensamos en hacer algo con nuestros malos malísimos.
–¿Es difícil interpretar a los malos en la ficción?
–Hacer de malote es algo que nos apasiona a los actores. Son personajes llenos de aristas y matices. Aunque los malos nunca son tan malos, siempre tienen un punto bueno. Como actor me encanta hacer de malo.
–¿Pero no es difícil meterte en la cabeza de un malo?
–Es muy complicado, incluso yo diría que perturbador, porque hacen verdaderas atrocidades. Recuerdo un Otelo que hice hace años y me resultó difícil meterme en su cabeza y entender por qué mataba a su mujer. Tienes que acabar entendiendo a tu personaje para poder defenderlo en el escenario y que no te cause ningún perjuicio moral. Son actos abominables y no comparto su maldad, pero cuando me meto en su piel los trato de defender le pese a quien le pese.
–¿Es más fácil hacer de malo en la realidad?
–El que es malo en la realidad tiene un serio problema. Cuando interpreté a Otelo estuve con gente en tratamiento por malos tratos, hablé con psiquiatras y es terrible. Hay gente enferma, pero otros se ven fuera de su cuerpo cuando cometen una maldad. Es terrible escucharlos, impresiona. Psicológicamente ser malo es complicado.
–¿Harán también una obra sobre personajes buenos, o ser bueno no vende?
–Yo creo que también vendería. Hoy he visto un cartel de la serie de Netflix Marcos México y pensaba lo que vende el mundo de los malos, los deshonestos, los que cometen brutalidades... y pensé si vendería una serie de personajes que hacen el bien y no me refiero a 'La casa de la pradera' o 'El Ángel'. Antes se hacían series que hablaban de gente que hacía el bien y ahora la sociedad pide series de malos. Todas las series hablan ahora de droga, abusos y personajes muy malvados. Es una pregunta maravillosa, ¿el bien vende? o ¿el ser buena persona vende?
«Si la gente fuera a ver 'Malvados de Oro', habría menos corrupción y menos maldad en el mundo»
–¿Cómo llegó al mundo de la interpretación?
–Son casualidades de la vida, porque yo iba para biólogo, cuando el mundo del escenario se cruzó en mi vida, dejé la carrera y me centré en ser actor en Murcia. Me vine a Madrid y estoy aquí desde 1997.
–¿Y qué ha aprendido del teatro?
–El teatro me ha enseñado a ser mejor persona, conocerme y corregir los defectos que tengo. Mi oficio también me ha enseñado a ser un poco más feliz. Ese es mi objetivo, no ganar un Goya, un Oscar o hacer una serie que vean millones de personas. Sólo quiero ser feliz y mejor persona.
–Es curioso, hace papeles de malo y aprende a ser mejor persona...
–Es cierto, veo a mis personajes, por qué han llegado a esa situación y aprendo a no hacer lo que hacen ellos. El teatro no debe perder esa parte de enseñar al público, que sepa que si es malo le ejecutan o le castigan. Así, al salir del teatro eres mejor persona.
–Lleva muchos años haciendo teatro y series, ¿quién gana?
–Me encanta la interpretación, me encanta el teatro y me encanta el cine y la televisión. Me da igual el medio. Reconozco que se están haciendo grandes series en televisión, y que España a nivel de cultura y arte está a la cabeza de Europa y rozando a los americanos.
–¿Se cuida la cultura en España?
–Para nada. Mira como estamos porque no le hacemos caso a la cultura. Si la gente fuera a ver 'Malvados de oro' habría menos corrupción y menos maldad en el mundo. Este no es un país de rosas para la cultura, es todo lo contrario. La gente se ha vuelto consumidora de pantallas de móvil y ordenador y no de teatro, y esto no ayuda a crear una sociedad mejor. Ocurren cosas terribles en la sociedad y es porque la gente deja de abrazar a la cultura.
–Terminemos en positivo, ¿qué le regala al teatro?
–Le regalaría que el público volviera a las salas, que confiara en los actores que estamos sobre el escenario trabajando. Me encantaría tener una máquina que fabrique público y llene las salas.
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