«El arte es un buen lugar donde curarse»
Paula Bonet, ilustradora y escritora, presenta en la librería Gil de Santander 'Roedores' y 'Cuerpo de embarazada sin embrión', un cuento y un diario que nacen de la reflexión de haber sufrido dos abortos
Pintora, ilustradora y escritora Paula Bonet (Vila-Real, 1980) presenta hoy en la librería Gil de Santander (19.30 horas) 'Roedores' y 'Cuerpo de embarazada ... sin embrión', un cuento ilustrado y un diario que nació de la reflexión de haber sufrido dos abortos espontáneos. Un acto en el que intervendrá la periodista de El Diario Montañés, Marta San Miguel para hablar de un tema tabú que la ilustradora aborda desde la creación artística y literaria. Reconoce que el arte es un buen lugar donde curarse y aunque ve todavía muy lejos la igualdad real –«no creo que nuestra generación ni la siguiente lo viva», declara– anima a no dejarse llevar por la inercia porque «aunque tenemos la voz y la fuerza, todavía hay mucho trabajo».
– 'Roedores' y 'Cuerpo de embarazada sin embrión' surgieron durante los embarazos, ¿qué le impulsó a escribirlos y publicarlos?
–Es un cuento ilustrado que dibujé para la que iba a ser mi hija y un diario sobre los abortos. El objetivo era nombrar uno de tantos tabúes que afectan a lo femenino, a nuestro cuerpo. Los escribí porque es mi forma de relacionarme con el mundo. Y decidí publicarlos al comprobar que la segunda vez lo gestioné de forma más sana a nivel intelectual y emocional. Eso me hizo ver que la primera vez había formado parte del silencio colectivo que nos impone el contexto. Había una parte, la que tenía que ver con el tabú o con el no poder vivir un duelo por alguien que no existe... Y yo necesitaba nombrar lo femenino. Mi primera vez, si hubiese tenido la experiencia literaria, lo hubiese gestionado mejor.
–Usted ha leído mucha literatura escrita por mujeres estos años.
–Sí, llevo años leyendo básicamente literatura escrita por mujeres porque me he dado cuenta de que nuestra formación intelectual y emocional, tanto de hombres como de mujeres, parte de la experiencia masculina. El sujeto es masculino, leemos libros masculinos, el personaje principal es hombre y nosotras aparecemos cuando necesita que lo cuiden o enamorarse. El encontrar obras de mujeres que ponen lo femenino en el mismo sitio que lo masculino y nos hacen ver que lo femenino también es universal, me sirvió mucho. Leyendo a la poeta Anne Sexton y cómo aborda la locura o el placer físico femenino, el hecho de parir un hijo... me di cuenta de que si tenía un hijo y lo rechazaba me sentiría menos monstruo porque es una realidad que ya existe.
–¿De qué manera escribir le ayudó a superar una situación tan dura y difícil?
–La situación dura es la que tienes que superar sin herramientas. Escribía ya antes de quedarme embarazada y en ese proceso me di cuenta de que el contexto nos vende una idea única de maternidad y no es así, hay muchas maternidades. La escritura y la pintura es el lugar en el que me hago preguntas que no podría verbalizar sin esa intimidad que me da la pintura y la escritura. Aunque no sé si al final lo superé.
–¿Cómo surgieron los títulos de los libros, 'Roedores' y 'Cuerpo de embarazada sin embrión'?
–'Cuerpo de embarazada sin embrión' surgió de la mano de cómo te juzga el contexto. En el segundo aborto estaba aparentemente embarazada pero sin embrión y llegas a una situación en la que sin tener el cuerpo deformado no te quieres. Mi primer impulso fue vestirme muy ancha, pero luego pensé en que tenía que poder abrazar este cuerpo que me estaba contando una historia. Me dolía mucho ver que no se me permitía vivir un duelo y tampoco podía estar en armonía con el cuerpo que tenía. Eso es lo que quise hacer evidente en el título. Y 'Roedores' es más anecdótico. Llamaba a mi futuro hijo o hija ratón o ratona. Desde los 18 años fui acumulando libros infantiles para armar una biblioteca a mi futuro hijo o hija. En el segundo embarazo observé que no había ninguno mío y por eso ilustré 'Roedores' que nació de mi intimidad más privada porque pensé que no se iba a publicar.
–Pintora, artista, ilustradora y escritora... ¿el arte es bueno como terapia?
–El arte es un buen lugar en el que curarse. Allí encuentro respuestas como consumidora y como autora. Nunca hablaría de arte terapia, pero sí del arte como cura.
–¿Cuál es su próximo proyecto?
–Ahora estoy en plena campaña de promoción y eso me lleva mucho tiempo. No es un libro que busca consuelo o victimiza a la mujer, es un libro que nombra y pone el tabú sobre la mesa para abordar el tema de la maternidad, el aborto espontáneo o cuando es algo decidido. Está siendo muy satisfactorio, emocionante y bonito porque veo que las mujeres hemos despertado en masa y queremos hablar de nuestras cosas y que se entienda que lo femenino es igual que lo masculino. No hablamos de cosas de mujeres solo para mujeres, sino que hablamos de cosas de mujeres para todos igual que los hombres hablan de cosas de hombres para todos. Acabo de inaugurar un mural en la Cárcel Modelo de Barcelona en línea con el tema de las maternidad, la relaciones madre-hijo o hija que muchas veces se utiliza para controlarnos o para no ascender en el campo laboral. Y estoy preparando una exposición para el año 2020 sobre maternidades
–Es usted una de las principales embajadoras del feminismo, ¿cómo ve el panorama actual?
–El último 8-M ilustra perfectamente que hemos despertado en masa y queremos nombrarnos. Estamos empezando a denunciar y a movernos, pero todavía estamos muy lejos de una igualdad real. Está bien que exista una ley por la igualdad pero si no se penaliza que no se cumpla no tiene ningún sentido. Tenemos la fuerza y la voz, pero no tenemos que dejarnos llevar por la inercia porque hay mucho trabajo. Buscamos la igualdad, que no es la lucha de géneros.
–¿Llegará la igualdad algún día?
–Llegará... pero como tú dices, algún día. No creo que nuestra generación ni la siguiente lo viva.
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