«Está bien que los libros recuerden que las mujeres de más de 50 años existen»
La autora de 'Amores que matan', que presentará el próximo jueves en Gil, reivindica, en la segunda entrega de su serie negra, el papel olvidado de las artistas
ROSA M. RUIZ
SANTANDER.
Viernes, 7 de abril 2023, 02:00
Elia Barceló (Elda, Alicante, 1957) que lleva años viviendo en Austria, estaba tan aburrida del frío y de las gélidas novelas negras nórdicas que decidió ... abandonar, momentáneamente, la ciencia ficción para inventar un nuevo escenario criminal en el cálido y luminoso Mediterráneo. Así surgió 'Muerte en Santa Rita', primera de cuatro entregas que al tiempo pretenden ser un homenaje a los distintos géneros criminales. El próximo jueves llegará a Santander con el segundo título de la serie, 'Amores que matan', que presentará a las 19.00 horas en la librería Gil acompañada de la poeta Ana García Negrete y la presidenta de la Sociedad Cántabra del Fantástico, Carmen Pila Fernández.
-Su nueva novela se desarrolla en Santa Rita, ese lugar mediterráneo que elige como escenario de la saga. Ya que vive en Austria, ¿no le hubiera sido más fácil inspirarse en esas tierras tan habituales en novela negra?
-Pues mira, elegí un lugar cálido y mediterráneo porque estoy ya muy harta de fríos y nieblas y no solo en la vida real, también en las novelas que leía. Se puso tan de moda lo de la novela nórdica que uno se pasaba la vida leyendo obras en las que siempre era de noche. Además, quería hacer una declaración de amor a mi tierra, a mi luz, a las plantas, a la comida... A un sitio en el que pasan cosas malas, como en cualquier lugar del mundo, pero que llevamos con otro ánimo. Incluso los asesinatos.
-¿Qué se va a encontrar el lector en esta ocasión?
-El lector se va a encontrar un crimen actual que se va a resolver frente a sus ojos y que investigará la policía local, la del pueblo, y otro del pasado. Mi idea es que en cada novela de la saga haya una muerte del pasado, que no tiene porque ser un asesinato, y otra del presente que esa sí que será siempre un crimen. Y así entre los dos tiempos habrá una serie de ecos, una especie de cueva de reflejos, cosas similares de las dos épocas con la idea, al menos eso espero, que el lector se deje envolver por ellos.
-Además presenta a un artista, Marianne von Werefkin, que existió en la vida real y que pese a su importancia no es muy conocida. ¿Cómo dio con ella?
-Me gusta mucho el arte y visitar museos allá por donde voy. Además, mi hija es historiadora del arte y también trabaja en un museo, así que cuando descubrí por casualidad un cuadro de esta artista, y mi hija me contó algo de ella, me puse a estudiar algo más y me di cuenta de que su vida sí que fue un auténtico novelón. Si no hubiera sido porque ya estaba metida en Santa Rita, la vida de Marianne daría para una novela de ella sola.
-Cuénte algo de ella.
-Era una aristócrata rusa, que se crió siempre con cuchara de plata en la mano, que quiso ser pintora desde pequeña y, como su familia era muy rica, pudo estudiar con el mejor pintor del momento al que llamaban en Rusia el nuevo Rembrandt, de hecho a ella la apodaron la joven Rembrandt. Estaba llamada a ser una artista destacada, pero tuvo un accidente en la mano que le impidió pintar durante muchos años. En ese tiempo dio clases y se enamoró de uno de sus alumnos, Alexej von Jawlensky, bastante más joven que ella. Vivieron una pasión loca, pero él no estuvo a la altura de las expectativas. Es la clásica historia de una mujer que abandona todo lo que podía hacer para que fuese el hombre el que lo realizara. Lo puso en un nivel muy alto y cuando se fueron a Alemania formaron, con Kandinsky, la Escuela del Jinete Azul. Con ellos tres comenzó el gran momento del expresionismo alemán. Ella fue una de las primeras en teorizar sobra la abstracción, y Kandinsky se quedó con sus ideas. En el momento en que ella se queda sin dinero su pareja no se resignó a vivir pobre y la abandonó.
-En sus novelas, además de entretener al lector le suele dejar una profunda reflexión, ¿cuál es en este caso?
-Varias, una que es constante en mi obra, es que las mujeres existimos, no somos inferiores y tenemos mucho que decir, sobre todo las que no somos jovencitas. Me parece muy importante que los libros den voz a las mujeres, sobre todo, a partir de los 50. Cuando empezamos a ser sistemáticamente inivisibilizadas. Tanto las artistas como el resto.
-¿Y algún otro mensaje?
-Sí. Mi idea con esta serie es hacer una suma de homenajes y guiños a diferentes tradiciones de la novela negra. La anterior estaba inspirada en el estilo Agatha Christie y esta, en la que desde el principio se sabe quién es el asesino y quién la víctima, es un guiño a las películas de Colombo. Es intencionado que el asesinato se produzca delante de los ojos del lector y el pulso está en saber cómo lo va a resolver la policía.
-Fue la primera mujer en ganar el premio UPC de ciencia ficción. ¿Ha dejado este género por los asesinatos mediterráneos?
-Que va. La ciencia ficción me sigue apasionando, pero como me he metido en esta serie noir, que incluye cuatro novelas, no tengo tiempo para escribir todo lo que quisiera. Cuando la acabe recuperaré la ciencia ficción. Tengo ya una cosa pensada y con bastante apuntes tomados. Será una historia utópica distópica. Pero primero tengo que terminar la tercera novela de Santa Rita y cerrarlo todo en una cuarta. Luego ya volveré a otros géneros que también me apasionan.
-Como la novela juvenil. (En 2020 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Infantil y Juvenil por 'El efecto Frankenstein').
-Eso es, como la novela juvenil, en la que también hago ciencia ficción. Pero de esto sí te puedo adelantar que pronto habrá novedades. Es una pena que el día tenga solo 24 horas y ocho sean para dormir porque no me da la vida con todo lo que quiero hacer.
-¿Qué lee cuando no escribe?
-De todo. Mucha ciencia ficción y novela fantástica que me sigue encantando. Terror, novela negra... Hago como los osos; como de todo. La última novela que he leído, que me ha encantado y que se acaba de editar en español es 'Retrato de casada' de Maggie O'Farrell. Es una novela histórica pero con un componente criminal y basada en unos hechos reales. La autora lo escribe desde el punto de vista de ella y es muy muy interesante.
-Ya lleva mucho tiempo residiendo en Austria, ¿cómo se ve la literatura española desde allí?
-Pues se lee muy poca literatura española para lo que a mí me gustaría. Da la sensación de que cada vez se traduce menos, si bien es verdad que en la última Feria del Libro de Frankfurt se le dio un impulso. No sé muy bien por qué los alemanes y a los austríacos se obsesionaron muchísimo con lo latinoamericano en la época del boom y luego perdieron interés. Javier Marías y Carlos Zafón, sobre todo con su primera novela, 'La sombra del viento', tuvieron un gran éxito. Pero desde entonces, la literatura española no se recibe tan intensamente como a mí me gustaría.
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