«Antes un buen galerista era el que sabía ver lo que otro no veía, ahora lo es el que tiene más dinero»
La fundadora de ARCO, que fue objeto el lunes de un homenaje en Cantabria, reconoce que su oficio ha cambiado y que el arte es «mucho más mediático»
Juana de Aizpuru, (Valladolid, 1933) es toda una institución en el campo del arte contemporáneo. A punto de cumplir 50 años como ... galerista, es además una pionera del coleccionismo y la fundador a principios de la década de 1980, de la feria internacional ARCO, su proyecto más personal. El lunes visitó Santander como principal invitada de las galerías de Cantabria que le hicieron un homenaje por tantos años de trayectoria. Previamente visitó Artesantander.
–Se debe sentir una muy feliz cuando sus colegas le homenajean.
–Sí y es algo maravilloso. El año que viene cumplo cincuenta años como galerista. Abrí en el año 1970 en todo este tiempo he recibido muchos premios y medallas, pero no exagero cuando digo que este es el que más ilusión me hace. Yo tengo un sentido del compañerismo muy arraigado y para mí este es le mejor premio.
–¿Los galeristas están bien avenidos? ¿Se notan muchas envidias?
–No sé lo que es la envidia. Al revés me alegro de que les vaya bien a todos mis colegas. Las envidias deben de hacer sufrir una barbaridad.
–¿Me está diciendo que en estos 50 años de carrera no ha tenido ninguna zancadilla?
–Alguna. Sobre todo en Madrid, pero en el resto de España no. En Barcelona también me hicieron un homenaje y tengo muy buenos amigos en todas las partes. Muchos de ellos me acompañaron el lunes. Pero sí es cierto que en Madrid la cosa ha sido más complicada.
–¿Y siendo mujer esas zancadillas han sido más fuertes?
–Pues mira no. Nunca he notado ninguna discriminación. Creo que en el mundo del arte prácticamente todas las reivindicaciones feministas hace mucho que están conseguidas. En mi caso nunca me han mirado mal por ser mujer. Te diría que igual ha sido al revés.
– ¿Cómo ha cambiado el oficio de galerista desde sus inicios hasta ahora?
–Muchísimo. Cuando yo empecé el mundo del arte era mucho más reducido. Todo estaba concentrado en Nueva York y en el resto de Europa. En la actualidad, el mundo del arte es mucho más amplio y también más complicado. También las galerías han cambiado, entonces un buen galerista era el que sabía ver donde no otro no veía mientras que ahora el mejor galerista es el que tiene más dinero. El arte contemporáneo se ha vuelto muy mediático. Hace unos años apareció un grupo de galeristas muy poderoso que comenzó a apoyar a artistas estrellas con la complicidad de coleccionistas que aprovechan el arte para promocionar sus empresas o sus países y eso lo cambió todo.
–¿Las ferias de arte también han cambiado?
–Algunas sí. Hay ferias que ya no se reconocen por ejemplo la de Basilea. Llevo yendo allí desde 1982 y las ediciones del principio no tienen nada que ver con las de ahora. A veces pienso que muchos galeristas estamos de comparsa allí.
–¿Pasa lo mismo en ARCO?
–La esencia sigue siendo la misma, aunque es cierto que ha habido cambios porque la España de ahora no es la España de cuando yo hice Arco y lógicamente ha evolucionado.
–¿Y no le parece que en ARCO abundan los artistas que buscan la provocación? Me estoy acordando, por ejemplo, del ninot del Rey que expuso el año pasado la galería Prometeo.
–Pero eso no tiene que ver con ARCO ni con la feria. Es el arte en general. Mi opinión sobre esas obras es que cada uno haga lo que quiera. Esta claro que la gente debe de tener un criterio y debe formarse para saber colocar las cosas en su sitio.
–¿Qué tipo de arte prefiere?
–A mí me gusta todo tipo de arte siempre que tenga calidad. Soy muy ecléctica y me encanta la fotografía, la pintura, la escultura... Bueno, todo. En mis preferencias no hay diferencias entre el arte figurativo y el abstracto.
Una visita guiada del programa 'Espora', en la clausura de la Feria
Artesantander se clausura hoy, miércoles, tras cinco días de actividad en los que el público, además de poder disfrutar de las obras de los 42 estands que han participado este año procedentes de cinco países, han asistido también a un programa cultural. Entre las últimas propuestas de esta edición está, esta tarde a las 19.30 horas, una visita guiada organizada dentro del programa 'Espora' a cargo de María von Touceda que efectuará un recorrido por los proyectos pictóricos de la feria. Se trata de una visita recomendada para aquellos que deseen acercarse a esta disciplina y ver una buena selección de pintura contemporánea. Hoy también se llevarán a cabo los últimos talleres.
–Proliferan las galerías en distintos espacios públicos o incluso comparten espacio con otros negocios que no tienen nada que ver con el arte. ¿Qué le parece?
–La gente está obligada a tener un criterio. Como te decía antes el arte contemporáneo ahora mismo es muy mediático y atrae a mucha gente. Una prueba está en que a las ferias van ahora miles de personas así que lógicamente, al ser algo tan mediático, a su alrededor pululan muchas cosas. Algunas son buenas, otras malas y también las hay regulares.
–¿Le resulta más difícil ahora seguir siendo coleccionista?
–Mi relación con el arte contemporáneo comenzó en Sevilla con una discretísima colección. Acababa de casarme y me fui a vivir a esa ciudad. Por entonces había una generación de artistas muy potente que rompió con lo establecido. Los que conocí y empecé a comprar. Ahora sigo comprando, pero no sé si me puede considerar coleccionista porque lo que adquiero principalmente son obras de los artistas que represento. Hace poco hicieron una exposición con parte de mi colección en el Patio Herreriano y quedó muy bonita. Me hizo mucha ilusión.
–¿Qué le parece Artesantander?
–Me gusta. De entrada la presentación es estupenda ya no quedan ferias con parqué como esta y eso me ha sorprendido. También le da mucho caché que todos los estands sean igual de grandes y me resulta sumamente interesante que en cada uno de ellos se represente a un único artista. La selección está muy bien planteada porque los proyectos se pueden ver de una forma clara y reposada. El planteamiento es maravilloso lo que hace falta ahora es que vengan muchos coleccionistas y vayan comprando cada vez más.
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