Intimismo, deseo, pausa
Un debut que se fragua en la honestidad y en la sencillez nada engañosa de su luminosa travesía por los afectos, a través del mapa turbulento de la adolescencia
Película: Alemania. Año: 2023. 87 min. Argentina. Dirección y guion: María Zanetti. Música: Sergio de la Puente. Fotografía: Agustin Barrutia. Reparto: Maite Aguilar, Miranda de ... la Serna, María Ucedo, Walter Jakob. Género: Drama. Salas: Groucho.
El término coming of age nombra una especie de subgénero frecuente en lo literario y en lo cinematográfico. En realidad el anglicismo sobra, porque esta corriente, señal, tendencia no es más que el reflejo emocional, la creciente proyección de lo personal moldeado en el tiempo, sobre todo lo que rodea a la iniciación adolescente. Además, su intento de fijación narrativa ha existido siempre, desde 'El guardián entre el centeno' a 'Las vírgenes suicidas'. La adolescencia, desbordante, exacerbada, hasta barroca en su caudalosa búsqueda es la esencia del órgano que late cardiaco en el filme argentino. Tres factores destacan en la enésima incursión en ese estado. El certificado una vez más de la intensidad interpretativa que pulula en el cine argentino y que supone destilar siempre algo especial. Segundo, que 'Alemania', pese ser una ópera prima, de María Zanetti, desprende madurez, una extraña serenidad y un equilibrio entre el intimismo, mostrado en sutiles pausas, y lo colectivo, familiar, social..., hasta que ambos estratos confluyen a través del conflicto o de la celebración de su personaje. Y tercero, el oscilante viaje que puede trazarse en las dos geografías morales, vitales y existenciales opuestas: la de la adolescente encarnada con excelencia por Maite Aguilar y la presencia de la siempre magistral Vicky Peña, en ese diálogo generacional. El filme argentino es simple en lo argumental. Adolescente que desea fundir viaje y estudios y fija Alemania como su objetivo: en realidad, un lugar en el mundo para proyectar deseos, futuro, experiencias y esa exploración sonámbula a veces, efervescente otras, que conlleva la ansiedad adolescente. «Cuando tu cabeza es un incendio, el amor no alcanza», se escucha en el filme. Zanetti maneja bien los tiempos para evitar fugas o que la película se le escape de las manos. Mide los enfoques, equilibra las sensaciones, emociones y discursos enfrentados y deja que su protagonista vaya transparentando esa tela envolvente que teje el despertar, la culpabilidad, la indecisión. No descuida el factor social, la estrechez económica condicionando lo cotidiano e introduce un sensible acercamiento al trastorno mental de uno de los personajes, lo que otorga más dramatismo, nada gratuito, al conjunto. Como en varias películas españolas de la última hornada, el mundo femenino prima en este retrato de adolescente escapista, pero perseguidora de ella en el entorno. Hay melancolía, pero también vitalismo, resistencia. Triunfa la lucidez de la pausa con la que el filme aborda las distancias cortas.
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