Elena Camacho indaga en la geografía humana con su novela 'El camarero de El gato que ladra'

La poeta y profesora Elena Camacho (Santander, 1964) protagoniza hoy esta velada que certifica una trayectoria ligada al hecho poético y al ámbito literario y creativo. Los sentimientos, la psicología, la educación de las emociones, y, en especial, una mirada sobre el mundo que va destilándose bajo la capa epidérmica de la trama, son señas de identidad de su narrativa. Una geografía humana, un microcosmos plasmado en un bar, 'El gato que ladra', esencia que vertebra la ficción, a modo de sencillo thriller, pero que escapa de etiquetas, géneros y encasillamientos. Bajo el misterio, Camacho afronta la construcción de un enredo en el que subyacen matices, lugares y hechos para el asombro y un entramado de relaciones, de encuentros y desencuentros, donde el lector es un invitado más de un local que se postula como epicentro de una visión del mundo.

La poeta santanderina estudió Filología Hispánica en la Universidad de Oviedo, donde sacó el grado de doctora con la tesis 'El lenguaje no verbal literario en El Jarama y El día señalado' y publicó varias reseñas literarias. Dedicada a la docencia desde el curso 1989-1990 en diversos centros públicos de enseñanza secundaria de Asturias, León, Madrid, Burgos y Cantabria, fue finalista de los Premios José Hierro y Alegría.

'El gato que ladra', ahora 'El camarero.. .'y 'El dueño del gato que ladra', su tercera novela en ciernes, constituyen un territorio definido de su ficción, más que una trilogía. La primera se iba a presentar en abril pero el confinamiento dejó su presentación aparcada. La segunda, protagonista del acto de este jueves, ha visto la luz en la editorial Alféizar. Curiosidad, indagación, búsqueda de espacios no tan visibles, interrelaciones, apariencias, corrección política ...alimentan la disección de estas novelas «con personajes entrelazados pero con historias independientes».

Autora de poemarios como 'La escala de Jacob', 'Ars adivinatoria' y 'Trizas y trazos', 'Metamorfosis. Bodegones y otras naturalezas vivas', el latido poético sigue vivo en su escritura. Su reciente último volumen en realidad acoge tres poemarios tan diversos como plurales: 'Colección de flores raras', 'Las noches y los días' e 'Itinerario: Biblioteca' (editorial Caligrama).

El primero juega con enfermedades raras y «rarezas» que algunos seres humanos sufren y de las que añade un glosario. Poemas que Camacho lleva a su terreno, la comunicación o el paso del tiempo, pero que están dedicados a la altrofagia, el síndrome del Dr Strangelove, o los síndromes de Fregoli, Capgras, de Taijin Kyofusho, Proteus, Moebius, entre otros. Lo opuesto, en apariencia, a lo poético que acaba mutando en una mirada de extrañeza. El segundo 'Las noches y los días' juega al espejismo de las horas y se desenvuelve en esa franja mínima que divide como una gasa que se rasga el sueño y la vigilia. Y el tercero se concibió como un homenaje a sus lecturas en que, a partir de sus títulos, recrea sus impresiones.