«Estoy esperando a cumplir setenta años para desmadrarme»

-¿Es verdad que 'Estamos mejor que nunca'?

-Sí, aunque parezca mentira.

-Entonces piensa que no es cierto eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor...

-Puede ser, pero cualquier tiempo futuro igual es peor.

-¿En que ha notado entonces que 'Estamos mejor que nunca'?

-El título de nuestro montaje es una reflexión porque vamos cumpliendo años, nos vamos haciendo mayores... Yo tengo 49 años y me acerco a los cincuenta. Mi percepción, cuando tenía 18 años de la gente de cincuenta no es la que tengo ahora. Esta situación me hizo reflexionar sobre que me acerco a los cincuenta años y para nada estoy acabado como yo pensaba que iba a ser. El espectáculo habla de esto: nos hacemos mayores y nos sentimos bien, incluso mejor que nunca. El problema llega cuando tu percepción no corresponde con la que tienen los demás y se crea una disfunción.

-¿Por qué cree que esta es la mejor etapa de la vida?

-No sé si llegar tan lejos, pero es cierto que me imaginaba una cosa y ahora veo que no está tan mal tener cincuenta años.

-'Estamos mejor que nunca' es un espectáculo donde habla de sus obsesiones y de la vida.

-En este espectáculo comparto escenario con Javi Sancho, mi compañero de fatigas. Ha sido un error de casting poner a un tío más joven, gracioso y simpático que yo. Fue un error porque todos salen del espectáculo diciendo ¡qué gracioso es Javi Sancho! y yo pienso, ¡pero si el protagonista soy yo! ¡Tienen que alabarme a mí! En este espectáculo hablamos de filias y fobias, a nuestra manera, desde nuestro punto de vista. Hablamos de lo que implica el hacerse mayor, del deporte que tanto a Javi como a mí nos gusta mucho y lo practicamos... Y de la locura que nos ha dado a los hombres ahora por practicar deporte extremo. Parece que si no corres 100 kilómetros todos los días por la montaña no eres nadie. Y hablamos también del sexo, muy importante en nuestra vida. Incluso del sexo en la tercera edad con sus complicaciones, fantasías sexuales... Es divertido y lo pasamos muy bien.

-¿Y habláis también de lo que viene después de los cincuenta años?

-El espectáculo también habla del futuro, de cómo lo vemos. Yo practico deporte y me cuido, porque me han dicho que del deporte también se puede salir. Estoy esperando llegar a los setenta años para desmadrarme. La gente hace al revés, en épocas de salud comete los desfases y llega a los setenta años destrozado. Yo me estoy conservando para llegar bien a los setenta años y, a partir de ahí, lo voy a dar todo. A los setenta años el efecto secundario te da igual y si vas por la calle con un pastillero lleno en la mano nadie va a sospechar de ti.

-¿Hay humor en este país?

-Sí, somos un país con sentido del humor. No todos, pero sí hay humor. El problema es que el humor se utiliza de forma peyorativa, poco seria. Yo me considero una persona seria, responsable y con sentido del humor. Son cosas que no están reñidas. Si se utilizara más el sentido del humor en política, la gente que gestiona, manda y tiene poder, creo que nos iría mucho mejor.

-¿Tienen humor los políticos?

-Yo creo que algunos lo tienen, porque el sentido del humor denota inteligencia. Y los que no lo tienen, mal.

-Arranca ahora la tercera temporada de Got Talent en Tele 5, ¿qué otros proyectos tiene entre manos?

-Estamos pendientes del estreno de la tercera temporada de Got Talent, para lo que falta muy poco. Creo que a finales de enero será posible. Y tenemos otro proyecto. Hicimos un capítulo piloto con los hermanos Caballero, productores y directores de 'La que se avecina' y estamos a la espera de iniciar las grabaciones. Es una serie que hay que grabar en exteriores y tenemos que esperar al buen tiempo. También estoy trabajando con Javi en nuestro próximo espectáculo.

-¿Cómo empezó su aventura como humorista?

-Por casualidad. Yo quería ser actor, mi planteamiento no era ser cómico. Las circunstancias me trajeron aquí y ahora estoy encantado porque me gusta el humor. Es algo que, además, intento aplicar a mi vida cotidiana.

-Dicen que la risa alarga la vida...

-No sé si la alarga, pero estoy convencido de que la hace mucho más agradable.

-Hablemos del panorama teatral, ¿cómo lo ve?

-Siempre ha sido complicado. Rebajar el iva ayuda al sector, porque la presión fiscal en el teatro entre autores, precio de las entradas cada vez más bajos y menos días para actuar... es grande. Antes había funciones de martes a domingo, y ahora el viernes y sábado y algún jueves.

-Pero no podemos renunciar a la cultura...

-Sin cultura no vamos a ningún sitio. También hace falta entretenimiento. Hace falta que pasen cosas y que las disfrutemos y tengamos ganas de pasarlo bien. En 'Estamos mejor que nunca' es lo que pretendemos, que la gente pase un buen rato y se olvide de toda la mierda que estamos pasando. Y que vean a los personajes sobre el escenario que están peor que ellos y eso es gratificante.

-¿Y si se acaba el humor?

-Hay gente con esa intención, pero yo creo que el sentido del humor es algo que nos ayuda a sobrevivir, relativiza las cosas y hace que todo sea más llevadero. Es muy, muy difícil que ocurra.

-Y para terminar, ¿con quién nunca utilizaría el humor?

-Te puedes meter con todo el mundo y a todas las situaciones se las puede sacar punta. Pero hay dos reglas. La primera es reírte de ti mismo, que es lo que te da licencia para reírte de los demás. Y la segunda es que hay minorías étnicas o religiosas, que si no perteneces a ellas, es delicado hacer burla.