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Un regreso más humano que comercial

Librerías y galerías de arte afrontan la vuelta a la rutina con la esperanza de recuperar la actividad previa a la crisis

Martes, 12 de mayo 2020, 07:21

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Aunque no como antaño, ayer ya pudo decirse que las calles de Santander rebosaban de gente. Con guantes, mascarillas y en muchos casos con bolsas de todo tipo de comercios. Esa era la otra gran novedad: la de ver las persianas subidas y las puertas abiertas en numerosos locales, que en muchos casos reunían a varias personas esperando su turno para entrar mientras guardaban la distancia de seguridad. La Fase 1, que se dejaba sentir en cada calle de la capital, también se hizo notar en aquellos representantes del mundo de la cultura con productos que ofrecer y locales en los que atender a sus clientes. Por un lado las librerías, que habían retomado tímidamente su actividad la semana pasada con cita previa y todo tipo de restricciones de seguridad. Por otro, ayer se sumaron a ellas las galerías de arte, cuyas exposiciones, congeladas en sus paredes y atriles desde el decreto del Estado de Alarma, volvieron a ver la luz y a ser recorridas y contempladas por usuarios, coleccionistas y espectadores.

Una de las primeras en reabrir sus puertas con 'normalidad' fue la galería Juan Silió, en la zona de Puertochico. Aunque el establecimiento ya recibió la visita de algunos – pocos– clientes y amigos la semana pasada mediante el sistema de cita previa, ayer fue el primer día en que retornó a su horario habitual de mañana y tarde. Lo hizo con sus salas ocupadas por las obras, coloridas y conceptuales, de la joven artista cántabra Cristina del Campo. Su responsable, Juan Silió, ataviado con su mascarilla, se mostró optimista pese a que la incertidumbre es la norma general en esta vuelta a la rutina: «Aunque la actividad física se ha detenido por el confinamiento, el mercado ha seguido funcionando. Hemos hecho operaciones y también han urgido proyectos con instituciones, con el Gobierno regional y con el Ayuntamiento, y en la galería de Madrid también allí con la Comunidad; ha sido algo que nos ha llevad bastante trabajo». El galerista también valoró el apoyo de los usuarios: «Los coleccionistas nos están cobijando, trasladando muchos mensajes de ánimo y de esperanza, por eso creo que les vamos a tener cerca». En su caso, la reordenación de su programación, la cancelación de la feria de arte contemporáneo Artesantander y el retraso del Festival PHotoEspaña han sido las novedades que más han condicionado esta reapertura.

«Se echaba en falta moverse y poder disfrutar de un buen libro»

La lectura se ha convertido uno de los refugios fundamentales para un gran número de personas durante el confinamiento, y muchas de ellas esperaban la reapertura de las librerías para poder adquirir nuevos ejemplares, bien porque se los habían recomendado por haberlos conocido a través de internet y las redes sociales. Ese era ayer el caso de Manuela Pino, una señora que, aunque había salido a comprar alimentos, vio su librería habitual abierta y decidió entrar. «Ya tenía ganas de poder moverme más y aunque no había salido para esto, he visto el local abierto y como tenía un par de libros apuntados he decidido comprar uno de ellos».En su caso fue 'A corazón abierto', de Elvira Lindo.

Pero no solo de libros viven las librerías ni tampoco sus clientes, sobre todo cuando éstos son padres con hijos pequeños que estos días tienen que hacer frente cada jornada a ingentes labores escolares en su propia casa. Esa realidad fue la que llevó a Juan Lavín a visitar otra de las librerías de la capital: la necesidad de comprar y reponer material escolar, desde lapiceros y gomas hasta folios y pegamento: «Con todas las tareas que tienen ahora los críos se nos habían agotado muchos de los materiales que necesitan para hacer sus deberes, y menos mal que las librerías han abierto ahora para poder comprarlos, si no hubiera sido un problema».

En términos semejantes se expresó también otro histórico galerista de Santander, Juan González Riancho, quien reabría su espacio en la calle Santa Lucía y destacó que sus expectativas para esta temporada «se han modificado mucho, porque PhotoEspaña se va a retrasar y Artesantander se ha suspendido, lo que nos condiciona mucho y nos ha obligado a reorganizar todo el calendario de actividades y propuestas». Por el momento señala que la respuesta del público «es más humana que comercial. Y es natural, hablas y te preguntas por cómo están las cosas, el tema de las operaciones no surge en la conversación». En cualquier caso, reconoce que abrió «con toda la ilusión, porque ya me han llamado varias personas esta mañana con ganas de ver la exposición de José Luis Mazarío».

Librerías

Al igual que las galerías, otro de los representantes del sector cultural como las librerías retomaron en muchos casos su actividad, dando un paso más hacia la normalización tras la crisis sanitaria. Una de las que abrió ayer sus puertas por primera vez desde el decreto del Estado de Alarma fue la librería Estvdio, en su caso en el local de la calle Calvo Sotelo de la capital cántabra. Su responsable, Ignacio García Barrero, explicó que «abrimos con muchas ganas pero esperando a ver cómo evoluciona todo, porque la situación es rara y complicada».En su caso, en el que llevaban recibiendo clientes puntualmente toda la mañana y controlando el aforo para no superar las 10 personas en el espacio, destacó que «mucha gente todavía no sabe si puede salir a comprar por el tema de las franjas horarias». Uno de los condicionantes de su negocio, explicó, «es que aunque se percibe que la gente tiene ganas de leer, no puede tocar los libros y se hace una situación muy extraña para todos». «Veníamos sin tener ni idea de cómo iba a responder la gente, y aunque está respondiendo lo cierto es que todavía se ve bastante poca. Costará volver a la situación de antes», confesó.

En el caso de la Librería Tantín, que ya había retomado la semana pasada su actividad con cita previa y ayer volvía a su horario tradicional, su responsable, Sonsoles Fernández, valoró positivamente la respuesta de las primeras horas: «He tenido que gestionar varios encargos que nos habían hecho y a primera hora ya he tenido varios clientes; en general hay movimiento pero la gente está viniendo muy poco a poco». Como en el caso de Estvdio, en su caso los clientes se decantaron mayoritariamente por las novelas.

Otra librería que abrió ayer sus puertas de nuevo fue Nexus-4, especializada en narrativa gráfica. Su propietario, Óscar Martín, destacó haber recibido «muchas llamadas pare venir a recoger pedidos», aunque en su caso espera que la situación se reactive más a partir de este jueves, cuando salen las novedades del sector: «Mis clientes no van a fallar, son gente muy fan y por ello muy fiel a nuestros géneros».

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