«El teatro sobrevive porque la gente pide que le cuenten historias en directo»
El intérprete abre este sábado el Festival de Invierno de Torrelavega con la obra 'La máquina de Turing', un mano a mano con Daniel Grao
El de Carlos Serrano (Alicante, 1989) es un rostro bien conocido para los más televisivos. Recientemente ha participado en las series 'Inés del alma' ... y en 'Patria', que aún se pueden ver en la plataformas, pero durante años ha interpretado a Fernando Mesía «el malo, malísimo», como el mismo dice de 'El secreto de Puente Viejo'. Este sábado estará en el escenario del Teatro Concha Espina junto a Daniel Grao pues forma parte de 'La máquina de Turing', montaje con el que se inicia, a las 20.00 horas, el Festival de Invierno de Torrelavega. Llegó a esta obra a través de una audición. «Ya de entrada era súper golosa porque está dirigida por Claudio Tolcachir, al que yo admiro desde hace muchos años, y encima es un mano a mano con Daniel Grao que también me apetecía mucho. Así que entré en el proyecto con muchísimas ganas». En el escenario interpreta a cuatro personajes, «que están escritos para ayudar a contar a los espectadores la historia del protagonista principal, Alan Turing», tal y como explica, y que hace que Serrano se convierta en su amante si la narración lo necesita o en el policía que lo detiene, entre otros, un desdoblamiento que a este actor le daba «un poco de miedo» al principio, pero que ahora «disfruta mucho». «La idea de Claudio Tolcachir es muy honesta y está muy bien definida en el texto y a mí como actor me permite utilizar distintas herramientas tanto a nivel físico como vocal», asegura.
Su participación en la obra le ha permitido descubrir nuevos aspectos del protagonista, Alan Turing, el hombre que descifró el código nazi 'Enigma', que los alemanes utilizaban durante la guerra para cifrar sus mensajes. Pero su historia, como bien dice Carlos Serrano, es también la de una injusticia. «Fue un revolucionario y a las pruebas me remito porque él ya predijo la llegada y la utilización de todos los aparatos informáticos de los que disfrutamos ahora, desde el iPhone, al ordenador aunque no tuvo medios para llevarlos a cabo. Pese a ello no fue bien tratado porque era homosexual algo que era inconcebible para su sociedad en aquella época. Por eso la obra habla fundamentalmente de como censuramos al distinto y maltratamos al diferente, algo muy actual, por desgracia, porque no es raro que cuando se habla de los logros de una persona en lugar de subrayar el mérito se añada la coletilla de que es homosexual, que nació en Marruecos o que es transexual, por ejemplo. Ya va siendo hora de ir puliendo nuestro prejuicios».
En cuanto a la gira, en plena pandemia mundial, el intérprete no oculta que es «terrible», al tiempo que cree «que es muy consolador que la gente siga teniendo ganas de ir al teatro. Para mí ha sido muy emocionante ver como la sala se llenó todas las noches en Madrid cuando estrenamos la obra, con la que estaba cayendo con el covid. Mi agradecimiento es infinito».
«En esta sociedad hay muchos prejuicios, como el añadir coletillas sobre la sexualidad de la gente al hablar de sus logros»
Se ríe si se le pregunta si se inventará pronto una vacuna para que su oficio, que sufre especialmente esta crisis sanitaria, no desaparezca, porque él no pierde el optimismo. «Mira no sé. Este oficio ha sobrevivido todas las etapas de la historia de la humanidad. Ha superado otras pandemias, guerras mundiales y, sobre todo, el ser permanentemente ignorado por lo poderes. Espero que esto sea una piedrecita más y salga adelante de nuevo porque como te decía la gente no deja de ir al teatro y sigue teniendo ganas de que le cuenten historias en directo. Y eso es súper emocionante».
En cuanto a la situación que se vive en el mundo a causa del covid vuelve a tirar de optimismo pues espera «que nos sirva para aprender de nuestros errores y para darnos cuenta de que no pasa nada si no podemos hacer ciertas cosas. Tenemos que concienciarnos de que esto es algo temporal, que estas restricciones y todas estas cosas que nos incomodan, nos enfadan y nos ponen tristes son por nuestro bien».
Proyectos
Pronto se le verá en el cine, pues es uno de los personajes de 'Libertad', una nueva película de Enrique Urbizu aún por estrenar y en 'Las leyes de la frontera', un filme de Daniel Monzón que ahora mismo está en la etapa de postproducción y que «si todo va bien» se pasará en el Festival de Cine de San Sebastián. Así que reconoce que vive un gran momento en su trayectoria profesional. También recuerda con gran cariño su personaje en 'El secreto de Puente Viejo'. «La serie duró diez años y hasta el último día las seguidoras, sobre todo señoras, decían que no se perdían ningún capítulo porque les hacíamos compañía. Y eso es algo que me parece bonito».
Curtido en la ficción televisiva está convencido de que las series que se hacen en España no tienen nada que envidiar a las extranjeras. «Por fin las productoras han entendido que la gente ya no quiere esos productos genéricos que se hacían en las décadas pasadas. Hasta ahora era normal que habiendo solo dos o tres cadenas de televisión se quisiera gustar a todo el mundo, pero ahora ya se piensa más en el género a la hora de preparar uno de estos proyectos. Y creo que el público lo agradece», concluye.
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