El 'Mar vertical' del arte profundo

Comisariada por Eva Guillermina Fernández Ortiz, 'Mar vertical 43º27'48''N/03º47'00''W' reúne las creaciones del pintor Rafael Leonardo Setién; Jesús Alberto Pérez Castaños, en este caso la fotografía; la composición musical de Pelayo Fernández Arrizabalaga y la escritura de Fernando Abascal, escritor y poeta. Como eje y fundamento la exposición sitúa su reflexión y su solapada sucesión de sensaciones «bajo la superficie bruñida del mar, espejo en el que se reflejan nuestros sueños, donde reside un mundo oscuro, inexplorado, el líquido amniótico donde se gestan nuestras pesadillas». Las profundidades marinas guardan secretos y criaturas misteriosas que acechan al navegante. «Inmortalizadas en viejas leyendas de marineros y pescadores, quizá sean solo producto de mentes delirantes obligadas a largas semanas de travesía con la vista perdida en la monotonía del horizonte. O, tal vez, los extraños seres que habitan los fondos abisales emerjan de cuando en cuando para aterrorizar a todo aquel que ose traspasar los límites de su territorio. Bajo el azul de las aguas el miedo se escribe con tinta de calamar», escriben los artífices del proyecto. 'Mar Vertical' es una iniciativa en la que los cuatro creadores cántabros de distintas disciplinas y con un largo recorrido artístico en sus respectivas carreras, «se sumergirán en las profundidades oceánicas en un batiscafo artístico en busca de los monstruos que pueblan nuestro subconsciente». El proyecto conlleva la exposición de pinturas, esculturas, fotografías y vídeos relacionados con el miedo ancestral que las profundidades marinas provocan en el ser humano y que han dado lugar a infinidad de leyendas, obras literarias y artísticas. A lo largo del período expositivo se llevarán a cabo distintas actividades y performances (ver programa anexo) en la que participarán los cuatro artistas protagonistas y músicos invitados.

Rafael Leonardo Setién calafateará dibujos y esculturas con tintas extraídas de aguas inquietantes: «Negras, aguadas por el sudor de marineros esforzados; grises, como los mares 'hodgsianos' que sueñan con la muerte de sus profanadores; verdes, de algas arrastradas por las mareas con restos de los naufragios; ocres, para los que esperan al filo del acantilado; grafito, obtenido de la pólvora de batallas legendarias; y transparencias como membranas y velos de espuma».

Jesús Alberto Pérez Castaños construye un proyecto fotográfico a modo de bestiario marino habitado por extrañas criaturas y seres irreales que arrastran su viscosa existencia por una cartografía imposible de signos y sueños configurando «un mapa imaginario de territorios inexplorados que busca en lo orgánico y atávico respuestas que sólo conocen los que sucumbieron a la llamada de abismo».

Por su parte, Pelayo Fernández Arrizabalaga buceará en el silencio absoluto de las fosas marinas en busca de la música de lo profundo, la que resuena en el casco de los barcos hundidos, formando acordes verticales que emergen a la superficie.

El poeta Fernando Abascal descenderá «por los peldaños del agua con la palabra, siguiendo un itinerario cuasi órfico, hasta llegar al fondo, al lugar de donde salimos, en el que lo animal y lo vegetal se confunden». En la reposada belleza de lo hundido «la nostalgia de lo que fuimos nos arrastra a morder el sedal de lo oscuro». Hasta fechas recientes el Museo Marítimo, que dirige Gerardo Castrillo, ha dedicado su espacio expositivo a la muestra temporal 'El viaje a la especiería de Magallanes y Elcano', en paralelo a otras actividades históricas de esta conmemoración. Con motivo de las Capitulaciones de Valladolid, donde el Rey Carlos I nombra a Magallanes 'Gobernador, adelantado, capitán general de la Armada para el descubrimiento de la especiería', el Ministerio de Defensa ha realizado, comisariado y gestionado una exposición temporal itinerante, donde se ilustran las principales etapas del viaje con imágenes, muchas de ellas reproducciones de fondos del Museo Naval de Madrid.

Pero la peculiaridad de las últimas etapas en la programación del Museo Marítimo reside en su conexión con el arte contemporáneo y en la convocatoria de exposiciones individuales y colectivas y proyectos donde han dialogado los fondos del museo de la ballena con creaciones plásticas muy diversas.El ilustrador y dibujante Roberto Hernández y su 'Santander marítimo'; la creación fotográfica e instalaciones de Ana Álvarez Ribalaygua; o 'Del azul mar al negro abismal', con artistas como Rafael Muro, entre otras. Un caso paradigmático de esta línea de actuación se vivió con 'Percepciones. De la zoología marina al arte', con obra de autores de la región -de Ionut Cosmin Pascal a María Dolores Martínez, Elvira Solana Rico y Fernando G. Valdeón, que ofrecieron su visión sobre el mundo del mar y su fauna. El MMC atrae cada año a unos 130.000 viistantes.

Es el que mayor dotación económica presentó con motivo de la elaboración del primer plan estratégico, en paralelo a otros centros y museos de la comunidad. Según su director, el museo se reformó en 2003: «15 años después de que reabriera sus puertas, necesita una renovación de contenidos, que se irá realizando de manera paulatina».