«El virus recuerda que todos somos iguales y que las fronteras no valen»
El gestor de Siboney se dedica a repasar qué hemos hecho mal como sociedad y cree que los artistas abrirán nuevas vías de reflexión
-La pregunta es obligada. ¿Cómo lleva este tiempo que parece suspendido?
-Me he marcado unos horarios de 'teletrabajo' y los cumplo disciplinadamente... Aunque como trabajo no hay, pues me dedico más a 'la tele'. La mayor parte de mi horario laboral le estoy dedicando a visionar las dos temporadas de programas de la Edad de Oro, de Paloma Chamorro.
EL PERFIL
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Profesión Galerista, comisario de exposiciones, su vida está ligada a los espacios del arte, los de la memoria de la ciudad y los colectivos, y a los artistas.
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Artesantander Está al frente de la feria desde hace 16 años.
-¿Tiene la sensación de otras pérdidas, al margen de lo material, durante este estado?
- Creo que estoy como la mayoría, en un estado de shock permanente. Atónito ante esta situación de indefensión. Repasando la cantidad de cosas que hemos hecho mal como sociedad.
-¿Qué cree que deparará esta crisis? ¿Habrá más enseñanzas colectivas que daños propios y colaterales?
-No, no lo creo. Desgraciadamente no tenemos memoria. No veo posibilidad de una enseñanza colectiva después de esta situación límite. Si hasta hemos olvidado la situación más extrema que se puede vivir como especie humana que fue la Shoah. ¡Pero si hay comparsas en el carnaval temáticas sobre el holocausto!
-Doy por hecho que el arte es su religión y su sistema de pensamiento. ¿Qué nos puede enseñar en un momento insólito e inédito como este?
-Creo que ahora es cuando se podría esperar de mí que dijese algo del tipo. «Deberíamos ser los más preparados para imaginar formas institucionales nuevas» (Manuel Segade, Director de CA2M), o «Esto supondrá un cambió brutal en nuestro modo de relacionarnos y percibir al otro» (Gilberto González, director del TEA). Yo no me puedo quitar de la cabeza a los artistas, que deberían ocupar el foco de atención en el sistema arte, y que con su creatividad seguro que van plantear cuestiones que a todos nos abrirán vías para reflexionar sobre lo sucedido.
-Nada más iniciarse la crisis abrió su nueva exposición de Mazarío. Una solución inédita. ¿Cómo ha sido recibida?
-Ha sido una experiencia muy grata. Muy bien recibida por todo el entorno de la galería, y muchos artistas. Ha servido para que mucha gente durante un tiempo se olvide de la situación y disfrute en sus terminales de una propuesta que busca la belleza... y lo han agradecido.
-Después de décadas de galerismo ha vivido y se ha enfrentado a todo tipo de crisis. ¿Cree que también se reinventará tras este paisaje extraño?
-Yo tengo grabada la de 2008, la de Lehman Brothers, pero no sólo por reciente, más bien porque es la que cambió por completo la sociedad. La actual crisis nos debería dejar dos enseñanzas por encima de cualquier otra cuestión: Este virus nos recuerda que todos somos iguales, independientemente de nuestra cultura, religión, ocupación, ideología, situación financiera o cuán famosos somos. Esta enfermedad nos trata a todos por igual. Y también nos recuerda que todos estamos conectados y que algo que afecta a una persona tiene un efecto en otra. Nos recuerda que las fronteras tienen poco valor ya que el virus no necesita pasaporte....
-Artesantander mantiene sus fechas. ¿Qué planteamiento ha diseñado junto a su equipo? ¿Hay un plan B?
-Nuestra intención es que la feria se celebre del 11 al 15 de Julio, y no tenemos plan B. Llevamos trabajando meses en esta vigésimo novena edición, con una razonable respuesta del sector. La única posibilidad de plantearnos alguna modificación, sería si el curso de coleccionismo que se celebra en la UIMP, en paralelo a la feria, modificase sus fechas.
-¿Augura un nuevo formato?
-Vamos a cumplir diez ediciones con el formato 'solo Projects'. Desde la organización llevamos una par de años manejando un posible cambio de formato. Posiblemente ahora sea el momento de planteárselo a los responsables de las instituciones que hacen posible la feria.
-¿En qué trabaja durante el confinamiento?
-En la posibilidad de desarrollar otro sueño, este de alcance local. He soñado que en Santander los responsables institucionales del Ayuntamiento, Gobierno y Puerto, después de la crisis cambian de actitud, y se les olvida esta obsesión que llevan desarrollando durante años de tirar todas las naves del Puerto, y en lugar de eso, se plantean un uso alternativo -nada original-, cómo hacen casi todas las capitales europeas, darles un nuevo uso. En mi sueño, por primera vez en lugar de derruir, aprueban restaurar un grupo de ellas para dedicarlas a talleres de artistas. Ellos sólo tendrían que ponerse de acuerdo como instituciones, restaurarlas -seguro que además hay ayudas europeas para esto-, y ceder la gestión a la iniciativa privada, con lo cual tendrían cero gastos de mantenimiento. El paisaje de Santander mantendría 'la memoria de la actividad portuaria', y los artistas de una ciudad con vocación de capital cultural, pero sin centros de enseñanza artística y sin apenas espacios expositivos, tendrían unos talleres en los que además de trabajar los artistas locales, se focalizaría como lugar de encuentro, puesta en común y en los que se podría generar un espacio expositivo al servicio de los creadores.
-¿Ha llegado a entender el mercado del arte, o es imposible?
-Lo entiendo como un juego de espejos. El 90 % de los espacios dedicados en los medios al mercado del arte son iguales, son las mismas noticias pero con leves variaciones, son un mismo y reducido grupo de artistas siempre los protagonistas, y a los que nunca van a tener acceso aquellos coleccionistas que no sean ricos hasta decir basta, pero nos torturan a todos con noticias sobre ellos, y nosotros las consumimos con la misma avidez que las que otros ven las casas de los ricos en las revistas de decoración.
-¿Qué ha encontrado al verse obligado a mirar dentro?
-En ocasiones sueño despierto. He soñado que cuando esto termine los responsables de las instituciones locales, regionales y nacionales van a trabajar juntos, van a compartir información y presupuestos con un objetivo único: Que no suceda de nuevo lo ocurrido después de la última crisis, cuyo resultado ha significado la desaparición de la clase media. El sector cultural es muy heterogéneo, pero tenemos en común que para poder trabajar y crecer precisamos 'públicos' para aquello que generamos, y eso resulta imposible sin una estabilidad, social, emocional y económica.