Pablo Delgado
El cántabro se trae de Bergen la mejor actuación de su vida y el oro europeo, pero ya pone sus miras en la categoría absoluta y en la gran frontera, los 17 metros
Se ríe cuando escucha la comparación. Usain Bolt, el gran mito de los últimos tiempos del atletismo, por veloz y por 'showman', capaz de llenar ... él solo un estadio, era uno de esos de 'aquí y ahora'. En 2009, en el Mundial de Berlín, dejó para la historia sus récords de 100 y 200. En una gran competición, en lugar de reservarse para un mítin. Salvando las distancias, Pablo Delgado Sancha (Astillero, 2 de enero de 2003) hace lo mismo. En una gran competición, su mejor marca. El astillerense se ha coronado como campeón de Europa sub-23 de triple salto con su mejor registro de siempre. 16 metros y 55 centímetros. El pasillo de saltos del Fana Stadion de Bergen, en Noruega, también le dijo otra cosa. Porque en el último salto se descontroló un poco. «Era el bueno. Podía haber hecho 16.80. Sé que puedo saltar más».
-Pablo Delgado, campeón de Europa. ¿Ya se lo cree?
-Bufff... Pues cuesta creerlo. Pero bien (risas). Es que una cosa es pensarlo, y otra, hacerlo.
-Y con qué salto. 16.55. Su mejor marca de siempre...
-¡Y eso que el bueno fue el último!. El sexto. Pero me descontrolé un poco. Y aún así hice 16.35, mi segunda mejor marca. Pero si no me descontrolo... Era para haber hecho 16.80. Sé que puedo saltar más. Esa marca saldrá cuando tenga que salir.
-¿Cómo se encontró en este Campeonato de Europa en Bergen?
-Iba bastante tranquilo. Pensando solo en la final. Pero cuando empezó la gente a competir, vi a tres pertiguistas españoles que se fueron para casa, que se quedaron fuera de la final. Y ahí ya me puse a pensar en la calificación del sábado. ¡Y fue un desastre! (más risas). No porque estuviera nervioso, no sé. Porque estaba muy bien físicamente. En carrera estaba haciendo 14 apoyos, en lugar de los 16 habituales. Y al llegar a tabla, me frenaba solo. No sé ni cómo la salvé,. Tienen más méritos esos 15.91 de la calificación que los 16.55 de la final. Fue mucho más complicado. Lo saqué no sé ni cómo.
-Y el domingo, la final...
-Sin exagerar, en estos dos últimos días creo que he visto los seis saltos que hice unas 100 veces. Me quedo 'embobao'. Empiezo con 16.16. En el segundo, no acabo (13.73). Y en el tercero, 15.78.
Las frases
El cuarto intento
«De la que vas cayendo, se te va el ojo al marcador. Y la cara 'cae' en el '17'. Sabía que era larguísimo»
Triple y longitud
«Tomaré la decisión en su momento. Mi favorita es el triple. Pero si puedo hacer las dos...»
-Y llega el cuarto salto. Da la sensación de que el triple es uno de los concursos en el que más 'tiempo' da a sentir, a marcar los tiempos. ¿Cuándo se da cuenta de que es un salto tan largo?
-El triple salto es algo complejo. Es un tiempo que estás en el aire. Nos fijamos en la posición del cuerpo, en caer buscando el suelo... Yo tengo que hacer un 'timing' de que voy cayendo y voy aplicando fuerza para cuando caiga el suelo, saltar otra vez. Y en ese cuarto salto busco más el suelo, transmito mejor esa fuerza... Cuando saltas, sabes si el salto es bueno o no. Su pudiera hacerlo sin ver, sabría igualmente si es bueno o no. Y luego, de la que vas cayendo, se te va el ojo al marcador, a la tabla en la que están las distancias. Y con la cara caigo en el '17'. No era esa distancia, pero sabía que el salto era larguísimo.
-¿Se lo creía?
-Sí. Porque en Badajoz, en el Campeonato de España, hice 16.32, mi mejor marca hasta Bergen, sin tocar la tabla.
-Esta marca y el título de campeón de Europa dará una confianza tremenda...
-Mucha, sí. Hasta hace no tanto veía los 16 metros y me decía que costaría mantenerse. Pero esto da confianza para pensar en otras marcas, en otros números. En España solo hay dos saltadores en los 17 metros, Pablo Torrijos y Jordan Díaz.
-Dentro de unos días, el 7 de agosto, se cumplirán 30 años del récord del mundo de un tal Jonathan Edwards, esos 18 metros y 29 centímetros. Usted lo ha visto solo en vídeos...
-Yo en ese salto veo magia. Más allá de la marca, ves el vídeo de ese salto.. No he visto a nadie saltar así. Y eso que he visto a Jordan Díaz hacer 18.18, la tercera mejor marca de todos los tiempos. Pero Jonathan Edwards no sé qué tiene. Es muy bonito verlo. Él es mi ejemplo.
-Como triplista, ¿qué ve usted ahí, en ese salto?
-Que va muy fluido, que entra rapidísimo en la tabla... Busca el suelo y no pierde velocidad en cada salto. Es la clave del triple. No irte alto y no perder velocidad. Es mejor hacerlo fácil, sin perder energía. Esa es la clave. Lógicamente, tienes que entrar rápido, porque si no, no saltas. Pero la clave es no perder esa velocidad. Es lo que más hay que trabajar.
-Compagina el triple y la longitud. ¿Hasta cuándo?
-Ya me han preguntado que cuándo voy a elegir. Cuando tome la decisión, lo haré en su momento. Pero si puedo hacer las dos pruebas... Sé que tendré que hacerlo y en una gran competición tendré que decantarme por una. Pero en competiciones menos importantes... Mi favorita es el triple. Pero de momento, sigo con las dos. Tengo tres objetivos. Uno, ir a unos Juegos Olímpicos. Es algo muy ambicioso, porque es un evento muy selecto. Otro es el intentar ser el único saltador de España con una marca de 17 metros en triple y ocho metros en longitud (ahora mi mejor marca es 7.76). Y el tercero, ser campeón de España. Si es en triple, estaría bien. Pero en las dos pruebas, sería mejor.
-La suya no ha sido la única gran actuación en Bergen de la selección española. Cuatro oros, tres platas y cuatro bronces...
-La selección ha estado muy bien. El primer día de competición fue espectacular. A la mitad de campeonato estuvo más complicado, pero el domingo, parece que con mi competición volvió otra vez la buena racha.
-Participará a principios de agosto en el Campeonato de España absoluto en Tarragona. ¿Será el punto y final de su temporada?
-Sí. En principio haré las dos pruebas, triple y longitud. Y luego, paro. El 13 de agosto me marcho ya a Estados Unidos a estudiar.
-¿Para quién es esta medalla de oro?
-Para mí, pero también para mi entrenador, para mis padres, para mis compañeros de entrenamiento... Es una medalla de oro para mucha gente.
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