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Oyarzabal celebra el primer gol de la Real. EFE
Jornada 13

La Real se estrena en Anoeta y mira a Europa

Oyarzabal y Zurutuza fueron los goleadores del conjunto txuri-urdin. Maxi Gómez puso emoción al encuentro con un gol en los minutos finales

efe

San Sebastián/Vigo

Lunes, 26 de noviembre 2018, 00:38

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La Real Sociedad, con Asier Illarramendi sancionado, tiene como único objetivo en el partido de mañana ante el Celta lograr su primer triunfo como local, y mirar así hacia cotas más altas desde la zona media de la tabla en la que está situado.

El equipo vasco, con tres empates y dos derrotas en cinco comparecencias en San Sebastián, es uno de los peores de la categoría como local y, tras el Huesca, el que menos marca en su campo esta temporada.

Dato sorprendente cuando tiene entre su nómina de delanteros al brasileño Willian José (15 goles la pasada temporada), Oyarzabal (12), Juanmi (8) y a Sandro Ramírez, cedido por el Everton esta temporada.

Asier Garitano puede recuperar para este partido a Mikel Merino y también a Joseba Zaldua, ambos de baja desde el 1 de octubre. Raúl Navas queda fuera por problemas en una rodilla, al igual que Aritz Elustondo, mientras que Oyarzabal es duda hasta el último momento.

La principal baja es sin duda la de su guía en el centro del campo, Illarramendi, muy oscurecido hasta el momento con el nuevo estilo de juego implantado por Garitano, que recupera contra el reloj a Igor Zubeldia, escudero del exjugador del Real Madrid.

El nuevo Celta de Vigo de Miguel Cardoso se estrena en Anoeta en un partido en el que intentará dejar atrás las dudas sobre su rendimiento para sumar un triunfo que le permita alejarse de la zona de descenso, de la que le separan únicamente tres puntos.

La era Antonio Mohamed, la apuesta personal del presidente Carlos Mouriño, apenas ha durado cuatro meses. El estilo futbolístico del técnico argentino nunca gustó en Balaídos, y desde el principio hubo dudas en el consejo de administración sobre su gestión.

El sustituto de Juan Carlos Unzué nunca se sintió respaldado. Su cese era un secreto voces, pues únicamente la goleada al Eibar (4-0) y el empate frente al Betis (3-3) en el Benito Villamarín alargó su estancia en Vigo hasta el pasado domingo 11, coincidiendo con la visita del Real Madrid a Balaídos.

El entrenador luso, que encara su primera aventura en el fútbol español tras ser destituido en el Nantes, se estrenará en Anoeta sin varios de los jugadores que venían siendo titulares con su antecesor: Cabral y Hugo Mallo son baja por sanción; Lobotka y Beltrán por lesión.

Se espera una revolución en el once, empezando por la portería, donde, en principio, sacrificará a Sergio Álvarez, que lo había jugado todo hasta ahora con un notable rendimiento.

En la línea defensiva la duda está en quién formará en el centro del eje, pues los laterales serán para Kevin Vázquez, que suplirá al sancionado Hugo Mallo, y David Juncá. Todo apunta a que Costas formará junto a Araujo, por lo que Roncaglia, otro de los fijos hasta ahora, y Júnior Alonso, refuerzo veraniego, empezarán en el banquillo.

Sin Lobotka y Beltrán, Jozabed podría estrenarse en el doble pivote junto al turco Okay Yokuslu, con Pione Sisto y Emre Mor en las bandas y Brais Méndez como enganche por detrás de Iago Aspas.

Eso ha sido lo que más ha ensayado Cardoso durante la semana, por lo que, de confirmarse, el goleador Maxi Gómez sería suplente, algo que el portugués no descartó ayer en su comparecencia ante los periodistas.

La Real Sociedad, en uno de sus partidos más completos, se deshizo, con algún apuro al final, de un Celta desconocido, que allanó el primer triunfo de la temporada en Anoeta, y amargó el debut a su nuevo entrenador Miguel Cardoso.

Ambos equipos afrontaban el partido con bajas importantes, como Illarramendi o Aritz en el equipo guipuzcoano y Hugo Mayo o Lobotka en el celtiña, y también con los nervios propios de estar en una zona baja que acercaría mucho a las plazas de descenso al equipo que saliera derrotado.

El conjunto donostiarra presentó, en un intento de que la victoria se quedara en casa, a su alineación más ofensiva y a punto estuvo de sacar provecho en el minuto tres, con un disparo al palo del belga Januzaj, mientras la grada de animación joven estaba fuera de sus asientos y sin animar como protesta contra LaLiga por fijar el partido el lunes.

Cardoso sorprendió al dejar a su estrella Maxi Gómez en el banquillo y su equipo no inquietaría durante más de 80 minutos a un cuadro local que encadenó claras ocasiones para marcar en otro remate de Oyarzabal, integrado en la convocatoria a última hora tras ser duda durante los días previos, y una más de Juanmi en el minuto 24 que asustaron al Celta.

La Real llegaba una y otra vez con peligro y el Celta, que no tiró a portería en el primer tiempo, se las veía y deseaba para abortar las acometidas locales que fructificaron en un primer gol de bandera, con dos remates previos sin portero de Willian José y Juanmi y cuando parecía perdida la ocasión, Oyarzabal aprovechó a la tercera para batir por bajo a Sergio.

El gol dejó muy tocado a un conjunto vigués que recurriría al uruguayo Maxi Gómez para rehabilitar el rácano balance ofensivo de los gallegos en la segunda mitad.

Real Sociedad

Moyá; Zaldua (Gorosabel min.86) , Moreno, Llorente, Theo; Zurutuza (Sandro, min. 77), Zubeldia, Pardo; Januzaj (Merino, min. 62), Willian José, Oyarzabal y Juanmi.

2

-

1

Celta de Vigo

Sergio; Vázquez, Costas, Araujo, Juncá; Okay (Pione Sisto, min.86), Jozabed, Brais; Emre Mor (Maxi Gómez, min. 46), Aspas y Hjulsager (Bouthal, min. 58).

  • ÁRBITRO. Melero López (Comité Andaluz). Amonestó a Sandro Oyarzabal, Juncá y Maxi Gómez Goles: 1-0, min. 36: Oyarzabal. 2-0, min. 46: Zurutuza. 2-1, min. 82: Maxi Gómez.

  • ESTADIO. 17.774 espectadores en una noche fría en Anoeta. Los seguidores situados en la grada de animación se ausentaron de sus asientos durante los primeros quince minutos en protesta por los horarios entre semana en los que le está tocando jugar a la Real en las últimas jornadas.

No habría tiempo para reacción gallega ya que en la primera jugada de este período llegó el segundo gol, con un gran cabezazo de Zurutuza a pase de Januzaj que levantó a una grada de Anoeta que antes de sentarse de nuevo vibraría con otro remate al larguero nuevamente de Zurutuza.

Se lesionó Januzaj en el último tercio de partido para alivio de un equipo pontevedrés que, con el marcador en contra y sin nada que perder, mejoró para llevar algún peligro a la portería de Moyá hasta que a ocho minutos para el final Maxi Gómez acortó distancia y puso de los nervios a una afición a la que le volvieron aparecer los fantasmas de esta temporada.

No daría tiempo a más porque los guipuzcoanos adaptaron su fútbol al nuevo marcador, dejaron pasar el tiempo y se llevaron el triunfo con menos holgura de lo que mereció su juego.

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