Peláez deja la directiva de la Española y los asambleistas cántabros guardan cautela
De los tres con derecho a voto tan solo uno expresó su malestar con «la forma de defenderse» de Rubiales para justificar su no dimisión
La dimisión de José Ángel Peláez, presidente de la Federación Cántabra de Fútbol, como directivo de la Española se traduce como un desacuerdo total con ... la decisión de Luis Rubiales de seguir al frente del ente.
Peláez, uno de los apoyos de Rubiales en la Asamblea de la Española desde que el mandatario accedió al puesto sustituyendo a Ángel María Villar, presentó la renuncia a su asiento en la directiva nacional a primera hora de la tarde. Desde que lo hiciera, El Diario ha tratado de recabar su opinión y su teléfono ha permanecido apagado. Sin embargo, esta decisión no tiene nada que ver con su mantenimiento al frente de la Cántabra a la espera del desarrollo de los acontecimientos.
«Analizando las explicaciones ofrecidas por el presidente de la RFEF, Don Luis Manuel Rubiales Béjar y entendiendo las mismas, no comparto las formas planteadas ni mucho menos las acusaciones vertidas, por lo que considero coherente presentar mi dimisión como directivo de la Real Federación Española de Fútbol». Es el contenido del comunicado remitido esta tarde por la Federación Cántabra de Fútbol para anunciar la postura de su presidente.
José Ángel Peláez Montes (Torrelavega, 1971) es presidente de la Federación Cántabra de Fútbol desde el 10 de julio de 2012 y miembro de la Junta Directiva de la RFEF desde septiembre 2012 hasta la actualidad, en dos etapas.
En la asamblea celebrada este viernes en la sede de la Federación Española, además del propio Peláez han acudido como asambleistas por Cantabria Ignacio Rodríguez, presidente del Colindres; José Antonio López Toca, árbitro de Segunda División, y Rubén Lavín, jugador del Atlético Albericia. Los dos primeros han declinado ofrecer su opinión acerca de la dimisión de su presidente regional, mientras que Lavín sí quiso explicar sus sensaciones tras la convulsión que vive el fútbol español y en especial el cántabro. «Entiendo y comparto la decisión de Peláez. A mi entender no ha sido la mejor manera de defenderse por parte de Rubiales. Quizás tenían que haber sido más pausado, más tranquilo y menos visceral».
A juicio de Lavín, la actitud del presidente de la Española al término de la final del Mundial de Fútbol femenino brillantemente ganado por el combinado español «no es propia, más allá de los hechos en sí, sino porque realmente la persona que los hace es quién es». Por todo esto, Lavín, uno de los cuatro asambleistas cántabros aseguró que «se seguirá expectante a ver quién entra, quién sale, qué es lo que ocurre porque realmente lo que va pasar no se sabe. Todo está en el limbo».
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